jueves, 17 de enero de 2013

“Una bofetada” nombrar a Ardelio Vargas en el INM: Solalinde


GABRIELA HERNÁNDEZ

 LARA DE GRAJALES, Pue. (apro).- El sacerdote Alejandro Solalinde calificó como “una bofetada” para Centroamérica y para los defensores de los derechos humanos el nombramiento de Ardelio Vargas Fosado como director del Instituto Nacional de Migración (INM).

“La designación de un policía implica el mensaje de que en el país los derechos humanos pasan a segundo término y se privilegia la seguridad y la obediencia de Estados Unidos. Hay que quedar bien con ellos”, puntualizó el coordinador del albergue “Hermanos en el camino”.

Hasta ayer, Vargas Fosado fungió como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla, y antes prestó sus servicios en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y en la Policía Federal Preventiva.

Al nuevo director del INM se le liga con las represiones en Atenco y en Oaxaca, y en Puebla ha sido acusado de someter por la fuerza las movilizaciones sociales.

Luego de participar como testigo de honor en la firma de un convenio entre el ayuntamiento de Lara de Grajales y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el sacerdote recordó que recientemente se reunió con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para pedirle que al frente del INM se nombrara a una persona sensible y conocedora de los derechos humanos, pero no fue escuchado.

“Si se quiere un alma nueva, un rostro nuevo para el INM, se debe poner a una persona versada en derechos humanos, con solvencia moral, pero jamás poner a un policía”, declaró.

Añadió:

“Toda la retórica, todas las palabras que hacían que diéramos al menos el beneficio de la duda al nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto, todo se desploma al poner una persona que es un policía”.

Y adelantó que el nombramiento de Vargas Fosado provocará una “fuerte reacción” por parte organizaciones defensoras de los derechos humanos nacionales e internacionales.

El párroco poblano Gustavo Rodríguez Zárate, coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humanitaria de la Arquidiócesis de Puebla, secundó a Solalinde al considerar que con Ardelio Vargas, quien enfrenta acusaciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se pueden esperar cosas peores para la causa de los migrantes.

Por separado, el Nodo de Derechos Humanos, capítulo Puebla, advirtió que con el nombramiento del exsecretario de Seguridad Pública como director del INM, el gobierno de Peña le envía el mensaje a todos los centroamericanos que circulan por México de que ese organismo actuará como una instancia policial.

“Es el mismo mensaje que Vicente Fox envió a Atenco y a la Otra Campaña en 2006, y el mismo que Ulises Ruiz envió al movimiento social en Oaxaca. El mismo que Rafael Moreno Valle le envió a los campesinos y periodistas en Chignahuapan y en cada ocasión en la que el descontento con su gobierno tomó las calles”, precisó en un comunicado.

La organización no gubernamental detalló que el también exdiputado federal fue quien dirigió los operativos policiacos en esos estados, que resultaron en torturas, asesinatos y detenciones arbitrarias.

“Al de por sí cuestionado INM llega un personaje que mientras se dedicaba a golpear movimientos, bajo las órdenes del gobernador poblano, permitía el avance y el asentamiento del crimen organizado en el norte de Puebla”, agregó.

Y aseguró que Vargas Fosado llega al gobierno de Peña Nieto para perseguir y reprimir a los migrantes por el grave delito de viajar sin papeles.

“Como en 2006 en Atenco, vuelven a estar juntos Enrique Peña Nieto y Ardelio Vargas Fosado, uno para posar ante las cámaras y el otro para golpear detrás de ellas. Ahora, la Centroamérica de 2013 será el Atenco de 2006”, concluyó.

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