jueves, 17 de marzo de 2011

Desencanto en las redes sociales por los diputados que prometieron el cambio


FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA

Las redes sociales en el pasado proceso electoral demostraron ser una vía más efectiva que la prensa y los sistemas propagandísticos de los partidos para llegar a ciertos núcleos de ciudadanos que se caracterizan por ser muy críticos, bien informados y, sobre todo, que razonan su voto o su posición de abstenerse de sufragar. Al final, por esa vía se generaron corrientes de opinión que contribuyeron en mucho para derrotar al PRI; ahora, una parte importante de esos sectores vuelve a usar la red para empezar a mostrar su desencanto hacia quienes llagaron al poder por la vía de la coalición Compromiso por Puebla.

Tal es el caso de las críticas que ayer inundaron algunas redes sociales para cuestionar en particular a los legisladores Mario Riestra Piña –quien es el coordinador de la fracción del PAN– y Josefina Buxadé Castelán por la aprobación de la última cuenta pública del ex gobernador Mario Marín Torres, quien prácticamente ya tiene avalado todo el manejo que hizo del erario a los largo de sus seis años de gobierno.

Y es que atrás del comportamiento que ayer mostraron los diputados del PAN, el Panal y los que dicen ser del PRD –pues en realidad actúan como panistas–, deja un tufo de que existe una negociación entre el actual gobierno y el anterior para que no se toque en lo más mínimo al ex mandatario Mario Marín Torres y quienes fueron sus principales funcionarios, razón por la cual se ha desplegado todo el aparato del Poder Ejecutivo contra el empresario Ricardo Henaine Mezher –quien fue altamente beneficiado por el marinismo– para que sea el “chivo expiatorio” y no se diga que no se persiguió a nadie del sexenio pasado.

Volviendo al tema de web, si algo llama la atención es que en el pasado proceso electoral la candidata que más uso las redes sociales fue Josefina Buxadé, quien siempre además se le vio como una aspirante que representaba una alternativa frente a la clase política tradicional, no solamente por su origen ciudadano y académico, sino por su lenguaje en el que defendía los temas de la transparencia, los valores democráticos y los derechos ciudadanos, por eso ahora destaca que en las redes sociales se le empieza a cuestionar y a exhibir en su gris desempeño.

La candidatura de Buxadé fue un arma letal de la coalición Compromiso por Puebla contra el PRI en el anterior proceso electoral, ya que la académica de la UDLA contrastaba con los aspirantes priistas a diputados por los distritos de la capital, quienes fueron postulados por ser caras bonitas, por sus nexos familiares o de complicidades con la cúpula del tricolor o del gobierno del estado.

Su presencia en la coalición Compromiso por Puebla despertó el ánimo de mucha gente que no creía en el PAN y que se convenció de que si sufragaba por las entonces fuerzas de oposición se generaría un cambio verdadero en contra de la corrupción, la ineficacia gubernamental y la impunidad.

Se entiende que Mario Riestra, líder de los diputados panistas, se someta a la línea dictada desde Casa Aguayo para votar las iniciativas que el Poder Ejecutivo a mandado al Congreso y que contravienen principios democráticos que atentan contra las libertades y la transparencia, y que, además, los legisladores panistas no cumplan con la promesa de campaña de revisar con lupa el manejo del erario que hizo el gobierno de Mario Marín.

Pero en el caso de Josefina Buxadé no se comprende y sí decepciona su silencio en muchos temas, y que en general se someta a la línea que impone el PAN para votar a favor de las iniciativas enviadas desde Casa Aguayo. A eso se debe la reacción furibunda que se vio ayer en algunas redes sociales en donde se expresó el desencanto hacia la académica y ex comisionada de la CAIP.

Resulta sorprendente que la voz más crítica y de mayor autoridad académica en contra de la reforma de los llamados “delitos de prensa” sea de Ernesto Villanueva, quien forma parte del cuerpo de investigadores de la Universidad de las Américas, y que Josefina Buxadé, quien ha sido académica por dos décadas en la UDLA y fue directora de la escuela de Comunicación de dicha casa de estudios, haya avalado ese proyecto que no fue sometido a consulta y que servirá para perseguir a periodistas críticos.

Es fundamental tener presente que cuando Buxadé fue comisionada de la CAIP siempre pugnó porque se abriera la información pública del gobierno de Mario Marín, sobre todo la relativa al manejo del erario, y ese valiente comportamiento fue la causa de que en la pasada Legislatura se impidiera que repitiera en el cargo, pues era una persona incomoda, por no decir peligrosa, para la anterior gestión gubernamental.

Además, es importante recordar que en la UDLA ella fue fundadora y asesora del periódico estudiantil La Catarina, el cual fue objeto primero de censura y luego fue cerrado por Pedro Ángel Palou cuando éste era rector de la universidad, en reacción a que en ese medio de comunicación se habían hecho críticas al gobierno de Mario Marín Torres.

Pese a esos agravios que sufrió Buxadé es incomprensible que haya votado a favor de la última cuenta de Mario Marín, de la cual la semana pasada se decía que tenía irregularidades por más de 2 mil millones de pesos, y que de un día para otro se ha dictaminado que todo está en orden.

De sobra se entiende que ahí no hubo una revisión que haya dejado satisfechos a los diputados, sino que sospecha que hubo una negociación política que llevó a los legisladores panistas a actuar a la vieja usanza del PRI para votar ciegamente una cuenta pública.

Josefina Buxadé tiene toda la libertad de actuar de acuerdo con su conciencia o intereses políticos personales; sin embargo, su comportamiento es un duro golpe para aquellos ciudadanos que creían que su llegada al Congreso iba a significar una lucha a favor de la transparencia, de la democracia, de los derechos civiles, en contra de la impunidad y de la falta de pudor de muchos políticos.

Fuente: La Jornada de Oriente

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