miércoles, 26 de enero de 2011

Canto, música y poesía contra el feminicidio


Martes, 25 de Enero de 2011 00:00
Escrito por José Martínez Cruz

El jueves 20 de enero de 2011 de 6 a 8 de la noche, en La Comuna, Morrow 6-A, colonia Centro de Cuernavaca, Morelos, se escuchó la potente y bien modulada voz de Viridiana Díaz, quien interpretó un interesante repertorio de canciones, donde la melodía y el contenido van de la mano.

Joven estudiante del Centro Morelense de las Artes, de la familia en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas, dando paso a la poesía por las mujeres en lucha contra la violencia feminicida, en un concierto denominado Uniendo resistencias y luchas con la música y la poesía.

El asesinato de Susana Chávez en Ciudad Juárez muestra en un sólo caso la gravedad de la situación de violencia a que se ha llegado en México, combinando el feminicidio y la criminalización y represión de la lucha social que ocurre en el marco de la militarización del país impuesta por Felipe Calderón y su supuesta guerra al narcotráfico, como señala la declaración del PRT que ahí se leyó: “Ciertamente ya había feminicidio antes de la llegada de Calderón por medio del fraude de 2006. Como ya se sabe, cuando hay impunidad, cuando no se frena el asesinato de mujeres (e incluso se exhonera a asesinos confesos como en el caso de Rubí) el crimen se repite, se multiplica y se extiende.

El ejemplo más inmediato es el asesinato de la madre de Rubí, la compañera Marisela Escobedo. Pero por lo mismo ya no es solamente Ciudad Juárez. El mensaje de impunidad hace que el feminicidio se extienda.

En el estado de México el número de mujeres asesinadas es mayor y la semana pasada el Gobierno estatal, con el apoyo de la Secretaría de Gobernación e incluso de “Institutos de la Mujer” de varios estados de la República se opusieron a declarar la “emergencia de género” en aquella entidad por considerar que se quería “politizar” la situación, señalando la responsabilidad del gobernador Peña Nieto el pretendido candidato presidencial del PRI para el año 2012.

En Colima, en otro extremo del país organismos de defensa de derechos humanos y fenministas están denunciando, al mismo tiempo, el gravísimo incremento en el número de violaciones y agresiones de todo tipo contra las mujeres. “La impunidad fomenta y encubre el feminicidio”.

Ahí se compartieron fragmentos de la obra de Susana Chávez, como los de Versos negros: “Niñas mías/ las más pequeñas de mis hijas/ niñas de luz sol y maquila/ niñas de agua arena y lágrimas. Destinadas a ser consagradas/ indigno soy de mencionarlas/ su agonía desgarra mi alma. / Benditas son hoy y siempre entre todas las mujeres”. Un fragmento canta a Ciudad Juárez, una de las ciudades donde se dice ocurre el mayor número de feminicidios “Juárez ofrece a sus hijas/ en sacrificios de paso/ Tlazolteotl: Madre puta/ los gusanos no merecen/ nuestras flores de pureza/ basura más, basura menos/ de noche todas las cruces son pardas/. En tus santuarios las ofrendas/ en el mismo pinche olor/ terminan por confundirse”. Otro más recuerda “Mictlán the border/ llegan los muertos de todos lados/ los que nada tienen los sin memoria/ aquí sus hijas enfrentan día a día/ el silencio que gobierna la oscuridad/ a espantosos demonios/ que con navajas de viento cortan la piel/ nueve llanuras y un río furibundo/ perros de la guarda”.

La gravedad de la situación se ha elevado con el asesinato de mujeres defensoras de derechos humanos, luchadoras sociales y activistas que exigen justicia para los casos de violencia contras mujeres Además del asesinato de Marisela Escobedo ahora el asesinato de Susana Chávez es un caso paradigmático que no hay que subestimar.

Se trata de una activista y luchadora social, poetisa, que buscaba vincular el arte y cultura en la lucha contra el feminicidio en Ciudad Juárez y creadora de la consigna: ¡Ni una Muerta Mas! Por eso su asesinato ha generado una gran respuesta de indignación y protesta social. Ahora las autoridades pretenden denostar la memoria de Susana y banalizar su asesinato.

Eso es lo que significa la versión oficiosa que pretende explicar el asesinato producto de una borrachera en compañía de personas “inconvenientes”. Es una nueva edición de la “explicación” misógina, sexista, que pretende responsabilizar a las mujeres de su muerte por “provocadoras”, por su estilo de vida o por su forma de vestir, como solía decir el actual procurador General de la República, el señor Chávez Chávez, cuando era Procurador de Justicia en Chihuahua y pretendía regañar a las madres de las jóvenes asesinadas por permitirles usar minifaldas. Nada justifica el asesinato de mujeres y las mujeres tienen derecho a vivir, actuar, comportarse, vestir como quieran y no condenadas a vivir encerradas en sus casas, sin poder salir a las calles, especialmente a ciertas horas o rumbos, u obligadamente acompañadas de sus padres o maridos.

No queremos ese mundo del terror y de la intolerancia de la derecha y sus valores que quiere ahora imponerse con la impunidad frente a los feminicidios y los crímenes producto de la militarización del país.

Si Susana fue asesinada por atreverse a vivir en libertad es un ejemplo más -contra los que cierran los ojos y ni se atreven a mencionar la palabra feminicido, como los funcionarios de Peña Nieto- de que fue asesinada por ser mujer.

Pero conociendo la trayectoria de Susana, lo que escribía y pensaba, las razones por las que luchaba, el asesinato de Marisela, unas semanas antes, las amenazas continuadas contra sus familiares y amigos, las amenazas contra otros activistas, es obvio que el asesinato de Susana también es una abierta agresión contra todo el movimiento y los defensores de derechos humanos, en la persona de una de sus más claras y sensibles compañera.

El sueño de Susana gritando “Ni una muerta más” es posible solamente con la lucha organizada.

Fuente: La Jornada de Morelos

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