Lunes, 28 de Junio de 2010 00:00
Escrito por Adriana Mújica M.
Desde octubre del año pasado, los compañeros del SME levantaron la voz para hacerle varias advertencias a la población y, desafortunadamente, mucha gente puso oídos sordos.
Y no me refiero a lo que han estado diciendo sobre la fibra óptica y el triple play de lo cual ya se han escrito bastantes líneas y que como escribió Jenaro Villamil “el asunto no es sindical ni de eficacia económica.
El tema es de intereses corporativos y de alianzas políticas. Cada día se va prefigurando el verdadero objetivo de este golpe policíaco-militar: tomar el control de una compañía que puede representar un jugoso negocio para quienes obtengan la concesión de la instalación de las redes de fibra óptica en el área del Valle de México, el mercado más importante, por volumen poblacional y por nivel de ingresos, para el negocio del triple play, es decir, la transmisión de datos, audio y video a través de una red alterna”.
No. En ésta ocasión me refiero a un asunto mucho más simple y del cual quizá ahora que les llegue su próximo recibo de luz empiece la gente a entender para que entonces decidan escuchar lo que el SME ha venido diciendo.
El asunto es el siguiente: el pasado marzo me llegó un recibo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con un cargo total de 86 pesos con 31 centavos mismo que en absoluta coherencia no fui a pagar ya que, por una parte, yo jamás signé ningún contrato de servicio eléctrico con esa empresa y, por otra parte, en razón de la más elemental solidaridad con los 40 mil trabajadores a los que el gobierno del “presidente del empleo” dejó sin trabajo de la noche a la mañana a través de la sucia artimaña de un decreto que sigue en entredicho.
El caso es que hoy he llegado a mi casa y me he encontrado con el nuevo recibo de CFE, mismo que señala corresponde al bimestre marzo a mayo por un total de ¡tres mil quinientos 80 pesos con 92 centavos¡
Y bueno, por supuesto que sigo teniendo exactamente el mismo hogar y ahora hasta con un ocupante menos pues mi hijo se casó y ya vive por su lado, así que me encantaría que alguien encontrara una explicación razonable y coherente para ese cobro con el uso de energía eléctrica de 2 personas.
En ese contexto, también me encantaría que alguien contestara ¿cómo se le puede hacer para pagar esa cantidad de dinero cuando si lo traducimos en sueldos mínimos vigentes en el estado se trata de más de dos meses de ingresos?
Así las cosas, por elemental sentido social y con una ideología clara de izquierda, aprenderé a vivir con velas, conseguiré una hielera para lo que de manera urgente haya que conservar frío y me atendré a la computadora de mi oficina para escribir éstas colaboraciones porque ni aunque tuviera esa cantidad de dinero estaría dispuesta a pagar ese recibo.
Y seguiré a la espera de que la SCJN se decida a hacer su tarea de echar abajo el decreto anticonstitucional que “extinguió luz y fuerza”; rogaré porque cuando a la gente le lleguen recibos similares les “caiga el veinte” de lo que los compas del SME dicen desde octubre, a ver si así entienden que no hay ninguna ganancia con que CFE se haga cargo del servicio eléctrico y que los primeros recibos fueron simplemente una trampa más de las flamantes autoridades.
Y, aparte de las velas, de pasadita pondré una veladora, no para que ilumine mi casa sino para ver si se ilumina el cerebro de una que otra autoridad con overol de esquirol.
También me compraré árnica y vendas para esperar los golpes de la PFP ante mi solidaridad con el SME (porque ya nos demostraron que les encanta golpear a la ciudadanía que hace protestas pacíficas), mientras grito a voz en cuello “se fueron al mundial y el pueblo sin tragar” o “no queremos goles, queremos frijoles”.
Y, en una de esas, hasta prepararé un par de mudas de ropa por si me llevan detenida en caso de que la fracción priísta del Congreso se salga con la suya de sacar adelante su propuesta fascista de “regular las protestas” porque al menos yo no estoy dispuesta tampoco a que se calle mi voz limitando mi derecho a la libre manifestación ni a que se me acote ese derecho a los miércoles de las 10 de la mañana a las 12 del día.
Pero, también y para que esa iniciativa no pase, pondré otra veladora para que se iluminen los propios priístas (aunque eso lo veo difícil) o al menos se iluminen las y los diputados de todos los demás partidos y voten en contra de esa propuesta.
Pero mientras todo eso sucede, extrañaré a Saramago y a Monsiváis y, como dijo el primero de ellos “Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan se puede decir que nos merecemos lo que tenemos” y, de verdad, creo que estos “daños colaterales” de las acciones del gobierno actual, son parte de lo que señalaba Monsi al decir, simple y llanamente, que “vamos hacia el fascismo”.
amujicamurias@yahoo.com.mx
Fuente: La Jornada de Morelos
Difusión: Soberanía Popular
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