sábado, 8 de mayo de 2010

Bety Cariño, activista que unió la lucha de muchos


 Lo que podemos contar es sólo una gota del mar que significa el nombre de Bety cariño; activistas.
 Fue asesinada en una emboscada por un grupo paramilitar el 27 de abril

México D.F., 7 de mayo de 2010 (Cencos / Papel de Aguas).- La Otra Campaña del EZLN, la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos (AMAP) y otros muchos espacios de lucha nacional en México fueron impulsados con la participación de Beatriz Alberta Cariño Trujillo, activista e indígena de la región mixteca de Oaxaca. Bety Cariño murió asesinada el pasado 27 de abril luego de que una caravana humanitaria que llevaba víveres y ayuda a la comunidad sitiada de San Juan Copala, fuera atacada por un grupo paramilitar. Ella y Jyry Jakkola, observador internacional de origen finlandés, murieron bajo una lluvia de balas dentro de sus camionetas.

En entrevista con el Centro Nacional de Comunicación Social, compañeros en el trabajo diario que Bety realizaba en Cactus (Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos) cuentan como su vida es un retrato de las luchas sociales en todo México, desde su oposición a los proyectos mineros y el reconocimiento de los derechos de la mujer, hasta su papel como educadora en las comunidades oaxaqueñas.

¿Cómo es que la figura de Bety Cariño resulta tan importante para todas las organizaciones que reivindican derechos sociales en México?

Fernando Urbano, compañero de Cactus.-Ella como coordinadora de Cactus participó en la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), movimiento nacional que surgió luego de aprobarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

También era fundadora de la AMAP que surge en oposición al Plan Puebla Panamá (PPP) y contra los megaproyectos. En esta alianza se inscriben todas las luchas contra las represas, las mineras, la resistencia nacional contra las altas tarifas eléctricas, movimientos contra las compañías como Iberdrola que tienen campos eólicos en Oaxaca, y un gran etcétera.

¿Y su lucha contra las mineras?

FU.- Como parte de la REMA denunciaba las implicaciones de la minería de extracción a cielo abierto. Las empresas son es su mayoría canadienses y los casos están en San Luis Potosí, Chiapas, Oaxaca, Jalisco… Bety fue muy cercana a activistas como Mariano Abarca, otro compañero que se oponía a una mina de barita en Chiapas y fue asesinado en noviembre del año pasado.

¿En qué otros temas se adentró?

Eva Gálvez, integrante de Cactus.- Era pedagoga y estaba estudiando una maestría en pedagogía del sujeto y acción educativa. Estaba convencida de que la educación era una forma de liberación y la entendía como un trabajo de capacitación que tiene que ver con cómo los pueblos se comparten entre ellos sus propias experiencias y no con enseñar unilateralmente. Tenía una capacidad enorme de convencimiento, ella unía a más personas.

FU.- Era una persona institucional pero rebelde con la capacidad de hablar en espacios formales, teóricos y tratar con la gente además de compartir la importancia de luchar; ella imprimió eso en las organizaciones, los espacios de trabajo estaban llenos de su espíritu zapatista, indígena y femenino.

¿De que forma defendía los derechos de la mujer?

FU.- Su lucha por la equidad de género era muy fuerte. Ella decía: “nosotras las mujeres no somos un sector aparte, debemos dar la lucha dentro del mismo movimiento social”. Llevaba a todas las tribunas y espacios una perspectiva de género muy fuerte y siempre decía que la equidad no tenía que ver con la cantidad sino con el empoderamiento real de las mujeres.

Hay muchas anécdotas de su vida, en las reuniones su voz rompía diciendo: “me parece muy bien lo que dicen pero yo aquí no veo la participación de compañeras, y creo que las compañeras tenemos otra visión de las cosas”. Así pasaba en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

¿Cómo era Bety en su vida personal?

EG.- Bety se asumía como una indígena mixteca con toda la dignidad y retos de vida que eso implica. Constantemente vivía el conflicto de ser madre, una mujer amorosa al pendiente del cuidado de sus hijos y la formación de ellos en la justicia, y a la vez activa participante del movimiento social.

EG.- Sus pláticas siempre eran sobre los sucesos crudos del momento, el asesinato de Mariano Abarca, la lucha del Frente Amplio Opositor contra Minera San Xavier en San Luís Potosí, el asesinato de dos comunicadoras triquis en San Juan Copala de la radio La Voz que rompe el Silencio. Pero también tenía una visión más allá de eso, siempre pensando en cuales son los sueños y las formas de construir las autonomías de los pueblos de América.

¿Cómo es importante recordarla?

Pablo González, compañero de su comunidad, Huajuapan de León.- Era una persona que tenía magia, te hablaba y te convencía al verla trabajar. Te involucraba de esa forma, por ella fue que conocimos en Tecamapulin, Jalisco, a los opositores a la presa El Zapotillo

FU.-Como una mujer con un muchas capacidades e iniciativas, puntos de vista distintos, que se ganó el cariño y el aprecio de mucha gente, como alguien que abrió espacios en donde costaba trabajo hacer entender la importancia de la participación de las mujeres: como una mujer alegre que bailaba y buscaba momentos para divertirse con las compañeras y compañeros. Le gustaba mucho una playera con una frase de la feminista Emma Goldman “si no puedo bailar, tu revolución no me interesa". Era así, alegre.

Su palabra atinada nos queda en la memoria, es parte de una herencia de tradición de lucha de la Mixteca, de México y de América. La manera en que honraremos su memoria es seguir trabajando con las iniciativas y sueños que no vieron la luz con ella pero que sí sucederán. Los sueños seguirán caminando, y si sembramos sueños vamos a cosechar esperanzas, como ella decía. Lo que podemos contar es sólo una gota del mar que significa el nombre de Bety Cariño.

Fuente: CENCOS
Difusión: Soberanía Popular

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