Preparan los 72 sindicatos universitarios del país emplazamiento a huelga

El tope salarial del 4% ha quedado completamente rebasado: Agustín Castillo

Debemos hacer esfuerzos y realizar un pacto social, dice el secretario del STUNAM

CELIC MENDOZA ADAME

Los 72 sindicatos universitarios del país ya preparan el emplazamiento a huelga por un aumento salarial emergente, ya que aseguran que ante los diversos aumentos a los productos de la canasta básica, la gasolina y los impuestos, el tope salarial del 4 por ciento ha quedado totalmente rebasado.

De acuerdo con el secretario particular del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), Agustín Castillo López, ante los diferentes ataques del gobierno federal al sindicalismo, a la clase obrera, a la economía de los ciudadanos, a lo cual se suma la violencia, el movimiento social, obrero y sindical no está limitado, aseguró, “la lucha apenas empieza”.

En entrevista con La Jornada Michoacán, refirió que antes de que concluya el primer semestre del año los trabajadores universitarios agrupados en la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios y de la Educación Superior (CNSUES), la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu) y la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FNSU) definirán el emplazamiento a huelga por el salario emergente.

Informó que durante los primeros días de marzo concluirán las revisiones contractuales y salariales correspondientes, de las cuales a la fecha sólo ha estallado la huelga en Oaxaca, misma que concluyó luego de lograr 22 plazas y la mejora de la tabla de tabulación, entre otras prestaciones, pero el 4 por ciento de aumento salarial, señaló, no se ha logrado romper.

“Es un proceso, igual que la huelga a la que convocó el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), todo ello nos puso a toda la clase trabajadora, social y estudiantil en alerta, debemos trabajar mucho en ello, hacer esfuerzos y realizar un pacto social”.

No obstante, Agustín Castillo advirtió que dicha situación no tiene regreso, “el pueblo está indignado, sobre todo por la violencia que se ha dado, hasta para cerrar Luz y Fuerza del Centro, es un problema concreto y si echamos a andar la imaginación no se descartan movimientos como los de 1910 o los estallidos sociales que tanto se anuncian”.

De toda América Latina, México es el país más golpeado y desde los 80 hemos urgido la necesidad de un cambio en el sindicalismo y la educación.

Cabe recordar que en el pasado pleno de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el líder del STUNAM, Agustín Rodríguez Fuentes, estableció que el aumento salarial emergente en programa nacional anticrisis incluye acciones para reactivar la actividad del mercado interno. Y agregó: “échenle cuentas y el deterioro del salario no es del 70 por ciento sino de muchísimo más”.

Comentó que con base en un estudio que se realizó en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional y que abarca desde el año de 1940 hasta el 2006, el poder adquisitivo del salario mínimo en los primeros seis años tenía un deterioro de menos 19. 6 por ciento. De 1946 a 1952 el deterioro fue de menos 13.4. De 1952 a 1958 tuvo una recuperación positiva del 27.6. De 1958 a 1964: el 56.7 positivo. De 1964 a 1970: 24.7 también positivamente. De 1970 a 1976: bajó a 18.4. De 1976 a 1982: se mantuvo a la baja pero en positivo en 6.2. De 1982 a 1988 el salario mínimo tuvo una caída negativa, de pérdida del poder adquisitivo de menos 44.9 por ciento. De 1988 a 1994 siguió bajando el poder adquisitivo con respecto a la canasta básica de menos 46.5. De 1994 al 2000: de menos 51.1 por ciento. Del 2000 al 2006: de menos 22.8 por ciento.

El estudio no comprende los últimos tres años del sexenio que está en curso. Estas cifras significan, dijo Agustín Rodríguez Fuentes, que no ha existido un programa efectivo de recuperación del salario del trabajador.

Agregó que respecto del precio de las tortillas, en diciembre de 1982 se compraban, con un salario mínimo 26.59 kilogramos. El 1 de diciembre de 1994 ya sólo 20.36 kilogramos. El 1 de diciembre de 2000, 9.47 kilogramos. El 2 de enero de 2006, 6.95 kilogramos.

Fuente: La Jornada de Michoacán

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