La mayoría perdió a sus bebés de manera natural, remarcan
FRANCISCA MEZA CARRANZA
En Guerrero hay por lo menos 10 mujeres que son procesadas penalmente por haber abortado, en su mayoría de manera espontánea. En noviembre de 2009 María, indígena de Ayutla, fue sentenciada en Chilpancingo a 32 años de prisión acusada por su padre. En todos los casos el delito se configuró como “homicidio”.
De acuerdo con Silvia Castillo Salgado, directora del Instituto Guerrerense de Derechos Humanos AC, en el estado la situación es recurrente. En 2008 Claudia Galeana Basilio, originaria de Tlapa, fue procesada por homicidio, a pesar de que el aborto que sufrió fue involuntario; sin embargo, logró salir libre en marzo del mismo año gracias a que obtuvo un amparo.
Dijo que en los tribunales y en las agencias del Ministerio Público ocurre una serie de inconsistencia en cuanto a los procesos penales de este tipo, porque la mayoría de las actas no tienen muchas especificaciones sobre los hechos, además de que, por ejemplo, en uno de los casos se habla de homicidio contra alguien de 6 meses de edad, pero no se especifica que aún era un feto, y se castiga como si el acto fuera contra un ciudadano con derechos.
Detalló que María –como el proceso penal transcurre, no se dio su nombre– tiene 19 años y estaba embarazada de su cuarto hijo; dijo que ella contó que en una ocasión sintió un dolor fuerte y cuando iba camino al baño “se le vino” el bebé. A pesar de ello, fue sentenciada a 32 años de cárcel, a pesar de que la denuncia fue interpuesta dos años después.
De manera similar enfrenta su proceso otra mujer en Tlapa, quien tenía seis meses de embarazo. Aseguró que en los dos casos las mujeres son indígenas y que manejan un español muy escaso, y sumado a ello, no tienen ayuda de traductores.
Además, en sus idiomas no existe la palabra aborto, o es entendida de otra manera, por lo que a las procesadas no les queda claro el motivo por el que están en la cárcel.
Consideró “aberrante” que la justicia en el estado se maneje de esa manera contra las mujeres, pues a la primera de ellas se le impuso una condena de 32 años, mientras que a los hombres, en caso de violación sexual contra una mujer, o por violencia, alcanzan cuando mucho cinco años de prisión.
Castillo Salgado informó que en el estado tienen contabilizados al menos 10 casos similares, pero podría haber más porque hay procesos contra mujeres que son inconsistentes, por lo que se continúa con las investigaciones, de las cuales darán resultados en marzo de este año.
Solicitó información de los procesos a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), pero no se la dieron, por lo que el trabajo se lleva a cabo mediante las direcciones de las cárceles, y que por ello temen que si dan datos más detallados se les bloquee el trabajo.
De manera general, la situación de las mujeres en las cárceles de la entidad es “inimaginable”.
Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión: Soberanía Popular
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