viernes, 16 de octubre de 2009

Marchan 2 mil personas en solidaridad al SME; exigen se cancele decreto presidencial



Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)

T. DAMIÁN, M. CAMACHO Y M. HERNÁNDEZ

Este jueves, más de 2 mil personas afiliadas a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y al Movimiento Sindical Poblano, así como al Frente de Organizaciones Sociales, Sindicales y Campesinas del estado de Puebla, marcharon sobre las principales calles de la ciudad para protestar por la decisión del gobierno federal de desaparecer la paraestatal Luz y Fuerza del Centro (LFC) y exigir las intervención del gobierno estatal a favor de las demandas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

El contingente de los manifestantes –que se concentró en el Gallito del Paseo Bravo– empezó a avanzar sobre la calle Reforma desde las 16 horas con destino a Casa Aguayo, sede del gobierno estatal, pero antes hizo una parada en el Congreso local.

Con consignas como: “¡Si no hay solución, habrá revolución!”, “¡huelga nacional!”, “¡ya cayó, ya cayó el que sangra a la nación!” y “¡duro, duro, duro!”, las cientos de personas que se solidarizaron con el SME avanzaban por las calles.

La alegría y el entusiasmo se notaban por parte de los manifestantes debido a que existió apoyo a la convocatoria del sindicato, pero al mismo tiempo los ex trabajadores de LFC tenían caras tristes; el gobierno federal le ha dado al traste a más de 100 años de historia de la industria eléctrica.

A las 16:30 horas llegaron a las instalaciones del Congreso del estado, donde exigieron que los diputados les recibieran su pliego petitorio, el cual demandaba su intervención para lograr que no desaparezca la paraestatal.

En el lugar estuvieron por más de una hora debido a que ningún legislador salía del inmueble para atenderlos, lo cual ocasionó que los inconformes se molestaran y lanzaran consignas en contra de estos servidores públicos.

Diputados respaldan demanda del SME

Los diputados locales del PRI, el PRD, el PT, Convergencia y el Panal se solidarizaron con los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y se comprometieron a enviar sus demandas a los integrantes de la Cámara de Diputados con el fin de que sean escuchadas.

El tema de Luz y Fuerza del Centro (LFC) se abordó durante la sesión ordinaria de ayer, debido a que el PRD presentó una iniciativa para exhortar a la Cámara Baja del Congreso de la Unión a rechazar el decreto del presidente del país Felipe Calderón Hinojosa, a través del cual suprimió a ese organismo descentralizado.

Los diputados José Manuel Benigno Pérez Vega, del PT, y Carolina O’Farrill Tapia, de Convergencia, denunciaron que la extinción de LFC es un ataque político contra el SME, debido a que ese gremio ha respaldado de manera abierta la lucha civil de Andrés Manuel López Obrador.

La sesión del Congreso tuvo que interrumpirse para atender a los trabajadores inconformes que se manifestaron a las afueras del Palacio Legislativo. Una comisión de diputados recibió el pliego petitorio de los manifestantes y se comprometió a remitirlo a la Cámara de Diputados; sin embargo, no pudieron aprobar el exhorto del sol azteca debido a que –argumentaron– carecía de fundamento jurídico.

El fin es privatizar el servicio

Por su parte, Alberto Hernández Romero, uno de los representantes del Frente de Organizaciones Sociales, Sindicales y Campesinas del estado de Puebla, aseguró que el fin de extinguir a LFC es para dar paso a la privatización del servicio de la energía eléctrica, lo cual perjudicaría el bolsillo de millones de mexicanos que no tendrían para pagar tarifas más altas por el suministro de la luz.

Aseguró que en caso de que no cancelen el decreto presidencial por el cual se liquidó a esta paraestatal, el movimiento de respaldo al SME tomará carreteras e iniciará una larga resistencia civil pacífica hasta lograr el objetivo.

En entrevista con medios de comunicación, indicó que el gobierno federal pretende desaparecer a todas las organizaciones sociales y sindicatos que se opongan a la privatización de los derechos constitucionales como educación y salud, así como de los servicios públicos como el agua y la luz.

Sin embargo, ello llevaría a que estos servicios se encarezcan en por lo menos el 60 por ciento debido a que las empresas privadas no van a estar dispuestas a perder económicamente y los ciudadanos no tendrán el dinero para acceder a los mismos, ya que cada día los productos suben, pero los salarios se mantienen igual.

Entre las organizaciones que participaron en la protesta estuvieron la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, la Coordinadora de Redes Ciudadanas, el Consejo Democrático Magisterial Poblano y los sindicatos de Telefonistas, Unitario de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (Suntuap) e Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz de la VW (SITIAVW).

La presa de Necaxa, al límite

Miguel Montiel, dirigente del SME de la delegación Necaxa, aseguró que debido a la falta de trabajo de las plantas y subestaciones eléctricas de la región, la presa de Necaxa está a su máximo nivel, por lo que hay el riesgo de desbordamiento y ello puede representar un peligro para las poblaciones cercanas a la misma.

Agregó que directivos de la Comisión Federal de Electricidad, en coordinación con la Policía Federal, buscan a ex trabajadores de LFC para obligarlos a operar el equipo de la paraestatal, debido a que desconocen su funcionamiento; sin embargo, se han negado a ello.

En tanto, han pasado cinco días desde que inició la problemática, y la actividad económica en los municipios de Juan N. Galindo y Huachinango está congelada, ya que el 60 por ciento de la población dependía de esa paraestatal, por lo que existe preocupación al respecto.

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