Promulgan sus ideas en los barrios y en el trabajo, precisó
Fuente: La Jornada de Jalisco
REDACCIÓN
Para el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Departamento de Sociología, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Rafael Sandoval Álvarez, los estudiantes ya no luchan por el poder, ni por controlar el Estado, ahora luchan por cambiar las relaciones sociales y la vida cotidiana.
“El movimiento estudiantil en México cambió de campo de acción: ya no es sólo el espacio universitario el escenario principal ni el único, sino ahora son los barrios, colonias y sitios de trabajo donde promulgan sus ideas e intervienen en sus luchas”.
Al hacer una reflexión sobre lo sucedido el 2 de octubre de 1968, el académico universitario señala que los estudiantes han diversificado sus campos de acción, como puede verse en los apoyos y en las luchas de los movimientos indígenas, tales como el levantamiento armado del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) de Chiapas en 1994.
“En 1968 fue la culminación del movimiento postrevolucionario en México y del sistema de control corporativo ejercido por el Estado. Por eso es que en el movimiento del 68 salen a la calle campesinos, profesionales y obreros. Los estudiantes piden la libertad de varios de esos líderes políticos que estaban presos, además de libertad de expresión y democracia, así como castigo a los cuerpos policiacos. Pedían un diálogo con las autoridades, y al no dárselo y como último recurso, el Estado recurrió a la represión”.
El investigador señaló que después del 68 ha habido tres momentos históricos importantes: el primero en los años 70, cuya característica principal fueron los movimientos sindicales, obreros y campesinos, así como los guerrilleros, como la Liga 23 de Septiembre, en Guadalajara; el segundo fue el gran movimiento que inició la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por su autonomía, a la que le siguieron varias universidades en el país, y el tercer movimiento fue la lucha contra la privatización de la educación pública en el país, cuyo momento clave fue la huelga en la UNAM del año 2000.
A la par, aseguró que los estudiantes ahora mantienen redes de organización bastante fuertes, pero no son públicas, pues estos movimientos no aparecen en los medios ni en las investigaciones de los académicos porque están dispersos, pero no fragmentados, “su característica es que son invisibles, pero ellos están en acción permanente, pero no con las mismas formas de acción políticas de antaño”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario