Ejidatarios de Azumiatla denuncian que quieren despojarlos de 500 hectáreas

Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)

JAVIER PUGA MARTÍNEZ
Un grupo de ejidatarios de la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, municipio de Puebla, denunció un nuevo intento de despojo de sus tierras, ahora por parte de funcionarios del gobierno del estado, señalaron de querer apropiarse de un área de 500 hectáreas de extensión que, presumen, serán para proyectos inmobiliarios.

La presunción se debe a que los campesinos fueron informados de que una corredora de bienes raíces en la capital, llamada Guadalupe Domínguez, habría ofrecido el terreno a los consorcios Geo, Ara y Sadasi, los cuales se dedican a la edificación y venta de casas, cuya calidad ha sido cuestionada por los sus propios inquilinos.

Este es el segundo problema agrario que padecen los comuneros de esa misma localidad, ubicada al sur de la capital poblana; el primero es el enfrentamiento que sostiene con la familia Pacheco Pulido por la posesión de otras 400 hectáreas de tierra y bosque.

“¿Quiere guerra Mario Marín? Nosotros no, pero si eso es lo que desea, con esto se la vamos a dar; tenemos nuestras escrituras y esto es nuestro, pero si eso quiere, adelante”, afirmó uno de los ejidatarios.

Los hombres relataron a La Jornada de Oriente que en agosto pasado un trabajador de la Dirección de Tenencia de la Tierra de la Secretaría de Gobernación estatal, a cargo de Igor Emilio Ferrer Acuña, llegó sin invitación a una asamblea de la que sólo tenían conocimiento los ejidatarios.

El empleado estatal les afirmó que el gobierno pretendía regularizar un área de 500 hectáreas en esa región, pero al mostrarles los planos los labriegos se dieron cuenta de que lo que ahí esta marcado eran predios de propiedad ejidal que datan desde 1930, según consta en un decreto presidencial de la época. El hombre empezó a ser cuestionado por los ejidatarios hasta que se quedó sin respuestas sobre la posesión de esos planos, por lo que optó por tomar sus pertenencias y literalmente salió huyendo de Azumiatla.

La semana pasada otro hombre, a bordo de una camioneta, fue interceptado por campesinos dentro de los terrenos marcados en los mapas que tenía el enviado estatal, pues al parecer hacía algunas mediciones topográficas; cuando se le preguntó el motivo de su visita, se fue a toda prisa.

Los campesinos indagaron y obtuvieron la copia de una supuesta escritura del año 1955 en la que se señala que sus predios forman parte de la ex hacienda San Diego Atoyatenco, y que supuestamente Ponciano Flores Ramírez compró para su hijo menor José Luis Galindo una extensión de 5 kilómetros 485 metros en línea al norte; al oriente, de 3 kilómetros 560 metros, y al poniente de 3 kilómetros 970 metros.

La escritura, cuya copia se encuentra en poder de este diario, señala que el predio era propiedad de Venancio Jiménez Conca –un campesino del que sólo algunos recuerdan que vivió en Azumiatla– y que vendió esa extensión de tierra en 200 pesos de esa época. Aseguraron que no conocen a José Luis Galindo Flores, ni tienen idea de quién es; sin embargo, la escritura fue protocolizada hasta 1971 en Tepexi de Rodríguez, y la original está en la notaría pública número siete de la ciudad de Puebla.

El actual registrador público de la propiedad de Tepexi de Rodríguez, Argimiro Sabino Rojas, expidió un certificado el 28 de mayo de ese año a favor de José Luis Galindo Flores, en el que señala que la escritura del predio se encuentra bajo la partida 407, fojas 240, del tomo 17, libro 6, con fecha del 7 de mayo de 1971.

Asimismo, el notario público de Tepexi de Rodríguez, Alberto Esteban Morelos, firmó el 23 de mayo de 2008 un oficio dirigido al director del Registro Público de la ciudad de Puebla, en el cual le solicita que asiente el predio en el registro público en esta capital, por estar ubicado en la jurisdicción de San Francisco Totimehuacán. El oficio de Esteban Morelos asienta que Galindo Flores acreditó la propiedad del predio con un certificado expedido el 21 de mayo por el registrador de Tepexi, y no el 28 de mayo, como lo señala Sabino Rojas.