Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
MIGUEL Á NGEL DOMINGUEZ RIOS
Atlixco. Integrantes del Frente de Defensa del Agua de Axocopan llevaron a cabo un debate en torno a los procesos de privatización del llamado líquido vital. Criticaron “la complicidad de los tres niveles de gobierno en este penoso y preocupante asunto”.
Durante la cita, vecinos de esa junta auxiliar leyeron un documento: “¿cuál es la verdadera responsabilidad de los ayuntamientos en México con respecto a garantizar el servicio público del agua potable?”.
Coincidieron en que “junto con la descentralización, también las administraciones locales tienen la competencia para concesionarla a los intereses del capital privado. Esta posibilidad es fomentada por la Comisión Nacional de Agua (Conagua) y por compañías trasnacionales y mexicanas interesadas en el negocio en las grandes o medias ciudades”.
Esto, insistieron los ejidatarios, generó “un tenso choque sobre la entrega de un servicio generalmente deficitario e ineficiente. Del otro lado está la idea de limitar, por medio de los altos costos, un derecho básico: disponer de agua suficiente para cubrir necesidades vitales”.
La facultad está protegida, abundaron, por una serie de acuerdos internacionales en el marco de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), como por la propia legislación mexicana. “La polémica es alimentada por una serie de respuestas sociales y ciudadanas encaminadas a tratar de frenar esos mecanismos. Además, la propia dinámica impulsó alternativas de organización para hacer cumplir a los gobiernos el convenio de garantizar el líquido”.
Estas luchas, asumieron los labriegos, –quienes llevan décadas peleando por el afluente del manantial– abren posibilidades para pensar de forma diferente las soluciones a los problemas de distribuir el agua. “Pretendemos una gestión democrática y asegurar los derechos humanos desde una perspectiva integral”.
Afirmaron: “que ante el panorama de creciente escasez, dificultad, injusticia e insostenibilidad para abastecer a la población, igual en países desarrollados como subdesarrollados, las autoridades promueven desde hace 25 años, y como alternativa neoliberal, convertirla en una mercancía”.
Ese remedio, conocido en otras palabras como privatización, es empujado “fundamentalmente desde las empresas transnacionales, organismos financieros del mundo y gobiernos con enfoques de libre mercado, quienes vislumbran en el líquido un bien en todo el planeta”.
El paso para consumarlo, insistieron en el Frente de Defensa del Agua de Axocopan, fue enfocado a tres grandes áreas de negocios: “servicios operativos para distribuirla, el tratamiento mediante plantas residuales, embotellarla y el uso en zonas rurales en rubros agrícolas o industriales. Cada una representa la actividad más dinámica de los años recientes”.
Y ofrecieron cifras: “podemos mencionar el caso de la venta en botellas. Por ejemplo, en el mercado mundial alcanzó los 22 mil millones de dólares anuales. Es decir, significa comercializar aproximadamente 113 millones de litros”.
El dividendo, acusaron, está controlado por las propias transnacionales con tradición en la industria alimenticia y del refresco como Bonafont–Danone, Ciel–Coca Cola, Electropura–Pepsico y Nestle. “En México, las ventas cada año ascienden a 32 mil millones de pesos. Eso representa el consumo de casi 87 litros metidos en un recipiente de plástico por persona durante 12 meses. De ahí nuestro segundo lugar mundial, después de Italia”.
Por otro lado, los campesinos de Axocopan también mostraron preocupaciones relacionadas con el asunto de la operatividad y distribución del agua potable “porque así generalmente llega a nuestros hogares. Esa labor, en nuestro país, es responsabilidad de los gobiernos municipales, pero prefieren dejarla en manos privadas y afecta directamente a la población”.
Sin embargo, advirtieron, es recomendable tener en cuenta algo: “estas jugadas están interrelacionados entre sí y existe una coincidencia de los intereses de las empresas de cada una de las áreas. Aquí hablamos de monopolios, y no de libre mercado, porque una compañía puede obtener el servicio de toda la ciudad”.
“Lógicamente cuentan con clientes cautivos. Pero eso no es todo, además utilizan la infraestructura social pagada con recursos públicos. Más claro: es común que las transnacionales resulten financiadas por los gobiernos o por la banca global”. Un dato final: “sólo el 5 por ciento de los sistemas de agua potable en el mundo están en manos de empresas privadas y obtienen 40 mil millones de dólares cada 365 días. Así es fácil entender las grandes posibilidades del negocio”.
Los habitantes de Axocopan recordaron su participación en la ‘Primera Asamblea Nacional en Defensa de la Tierra y el Agua y en Contra de su Privatización’ en el marco del ya pasado IV Foro Mundial de Agua. “A puertas cerradas, los gobiernos del mundo están negociando el tema
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