sábado, 7 de febrero de 2009

Someten soldados a reporteros en la capital

Unos 50 efectivos los insultan para exigirles sus identificaciones


MARGENA DE LA O

Chilpancingo, 5 de febrero. En el cumplimiento de su trabajo, cinco reporteros de medios nacionales, estatales y locales, en momentos distintos, fueron sometidos y encañonados por militares que patrullan la capital.

El miércoles, pasadas las 2 de la tarde, el corresponsal de La Jornada, Sergio Ocampo Arista, mientras conducía su vehículo, cerca de la zona militar 35, fue interceptado por unos 30 soldados que viajaban en tres Hummer; encañonándolo, le obligaron a bajar para ser revisado bruscamente, pese a que éste se identificó como reportero, relató el agredido.

Dijo que lo retuvieron por más de cincos minutos mientras le hacían una serie de cuestionamientos ajenos a su oficio.

El jueves, los reporteros gráficos Lenin Ocampo Torres, de La Jornada Guerrero; Erick Chavelas Hernádez, de Reforma y El Sur; Alejandrino González Reyes, de Notimex, y José Luis de la Cruz, de PUEBLO, acudieron en un mismo automóvil a la zona comercial de Chilpancingo para hacer unas fotografías, pero en el camino se toparon con una patrulla del Ejército.

Apenas sacaban sus cámaras para fotografiar a los soldados cuando estos, con insultos, los bajaron y revisaron, mientras cortaban cartucho y les decían frases como “pinches cabrones”.

De acuerdo con el fotógrafo de esta casa editora, intentaron tirarlos al suelo, pero ellos se resistieron, lo que enojó a los militares. Eran unos 50 efectivos encapuchados en dos camionetas Hummer.

Les pidieron sus identificaciones personales y las credenciales de sus trabajos. A gritos, unos les exigían que revelaran para quién trabajaban, y otros revisaban las imágenes en sus equipos fotográficos para cerciorarse de que no había evidencia de ellos.

Los reporteros gráficos insistían que se dedicaban al periodismo, “pero nos decían que eso les valía madres”, relató Lenin Ocampo.

“Fue un acto de intimidación hacía nosotros, sólo estábamos haciendo nuestros trabajo, nos tuvieron mucho tiempo violentando nuestros derechos humanos y de libertad de expresión”, reprochó indignado José Luis de la Cruz.

Después de 10 minutos de sometimiento les regresaron sus credenciales y permitieron que se retiraran.

Fuente: La Jornada de Guerrero.

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