CECILIA VARGAS “Nadie, ni el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, advierte todavía, que la reforma energética aprobada el año pasado no sólo es negativa, sino los peligros que contiene, ya no solo para el avance de la privatización de la industria petrolera, sino también para la nuclear y las comunidades indígenas de la Selva Lacandona”.
Afirmó el asesor jurídico del Comité Nacional de Estudios de la Energía, Rodrigo Olvera Briseño, en su estancia en Villahermosa para asistir al taller que impartió el propio CNEE y quien puntualizó:
En el Comité Nacional de Estudios de la Energía, “no estamos derrotados, seguimos luchando en contra de la reforma petrolera de Felipe Calderón”.
Entrevistado por La Verdad del Sureste, en relación a las consecuencias de la reciente reforma legislativa en materia de la industria petrolera, el abogado declaró en primer término.
Nos interesa mucho que la gente tenga algunas ideas claras: primero, que la reforma es negativa, aún cuando los comerciales del Congreso de la Unión e incluso los de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, nos la han querido vender como positiva o que fue un éxito.
Incluso el Movimiento Nacional por la Defensa del Petróleo, no está viendo todos los “peligros”, Andrés Manuel López Obrador sólo detectó la parte de los bloques, pero hay muchos más elementos negativos y riesgosos.
Por ejemplo, casi nadie, salvo el CNEE, viene diciendo que la reforma incluye el proceso de privatizador de la industria nuclear también.
¿Por qué? Pregunta Olvera Briseño, y responde, porque hasta antes de la misma se establecía que la encargada de ejercer los derechos de la Nación en materia de hidrocarburos y energía nuclear era la Secretaria de Energía.
Con la reforma el concepto energía nuclear, fue cambiado por radioactivos, y cualquiera pudiera pensar que la reforma al texto es insignificante, pero lo que quiere decir es que ya nada más somos propietarios de las piedras y que los particulares podrán hacer el proceso industrial del uranio.
“Eso es gravísimo porque ya casi el 50 por ciento de la energía eléctrica está privatizada, todo lo que es petroquímica, refinación y transporte ya lo entregaron a la iniciativa privada, ahora nos anuncian que la industria nuclear también”.
La dirigencia nacional y la fracción del Partido de la Revolución Democrática dice que no entregaron lo del transporte, pero si lo hicieron.
En materia del petróleo, afirmó, una de las cosas graves, “es que están facilitando el territorio indígena”.
De esto solo hemos hablando los del CNEE, ni siquiera las mismas organizaciones indígenas lo están viendo, porque la actual ley dice que, bastará que cualquier persona, Petróleos Mexicanos o una compañía privada, diga que pretende realizar exploraciones en un terreno para ver si hay petróleo, para que se lo permitan.
Ahora, bastará un permiso administrativo, ni siquiera un procedimiento con garantía de audiencia, para que se lo concedan, aún cuando se trate de un ejido o un bien comunal.
“Es decir se están expropiando territorios indígenas, sin realizar un proceso de expropiación”, puntualizó.
Esto lo anunció la Secretaria de Energía, Georgina Kesser, una semana después de aprobada la reforma, afirmó Olvera, pero luego de que algunas comunidades se movieron y dijeron “no entra Pemex”, la funcionaria lo desmintió, afirmando que había sido un error.
Ya lo anunciaron y se apoyarán en esta reforma; obviamente no significa que sin ley, no se atrevan a llevarlo a cabo, pero se van a reforzar con eso, aseguró Olvera Briseño.
La reforma también crea, un apartado al que le llaman “nuevos modelos de contratación” y significa, que se harán licitaciones públicas para “actividades sustantivas de carácter productivo”, porque una licitación pública es un contrato con compañías privadas y actividades sustantivas, quiere decir que se meterán con lo esencial del proceso petrolero.
El proceso petrolero, explicó Rodrigo Olvera, se divide entre actividades sustantivas y no sustantivas, y si están diciendo que van por las sustantivas, quiere decir que son las de carácter productivo.
Ya no será privatizar la construcción de los edificios corporativos, sino que se van directamente “al corazón de la industria petrolera”, por eso cómo puede decir la dirigencia nacional del PRD, que se ganó y que no se privatizó Pemex.
“Es una vil mentira y muy grave que ni siquiera el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, esté viendo el tamaño de la traición”.
Ante todo esto que se viene, considera Rodrigo Olvera, hay riesgo de desanimarse, pero el Comité Nacional de la Energía sigue luchando.
Qué es lo que estamos haciendo. Primero como dije antes, difundir que la reforma es negativa que no fue un éxito ni para la Nación ni para los mexicanos.
Un segundo error, es pensar, que ya no hay nada que hacer, que nos traicionaron y que nos ganaron y que, por lo tanto, no hay de que preocuparse y me voy a mi casa.
Y hay quien le cree a Jesús Ortega, quien afirma que la reforma es un éxito y que ya no hay de que preocuparse. Nosotros decimos que hay que seguir peleando, que la lucha sigue.
Ya habíamos dicho, incluso en este medio, que la privatización no comenzaría cuando se aprobara la reforma porque lleva ya muchos años, la lucha no va parar, aunque ganemos. Si la aprueban nos costará más trabajo y en esas estamos, seguimos luchando en el CNEE.
Siempre hemos dicho que lo jurídico es necesario, dice el abogado, pero no confiamos en ello, pero el hecho de no confiar, no implica que no lo utilicemos, somos concientes de los límites que tiene y por esa razón el 15 de enero presentamos dos amparos contra la reforma petrolera.
Son dos amparos de dos organizaciones, uno del CNEE y otro de Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros.
Por qué con estas organizaciones, porque, si bien hay abogados que dicen que cualquier ciudadano puede presentar un amparo, lo cierto es que nuestro sistema de amparo exige demostrar que se te está perjudicando para que puedas demandar, es lo que llaman “interés jurídico”.
Por lo tanto además del perjuicio a la Nación, los trabajadores petroleros tienen un perjuicio personal, porque se pone en riesgo su estabilidad en el empleo, porque entre más compañías privadas vengan, menos se sostendrá la plantilla laboral de Petróleos Mexicanos, lo vimos en las reestructuraciones de los 90.
Se presentaron los amparos, pero el Poder Judicial a nivel de los jueces de distrito, no han querido oír las demandas y las ha desechado, sin embargo cualquier trabajador y cualquier ciudadano sabe que nunca una resolución en ese nivel, es la última palabra.
Sabemos que viene un camino largo de impugnaciones, técnicamente se les llaman recursos de revisión, con el cual estamos pidiendo al Tribunal Colegiado de Distrito que revise la decisión del juez y declare que fue ilegal.
“Es muy grave que el Poder Judicial ya no solo no proteja sino que ni siquiera quiera escuchar a los ciudadanos cuando se queja, lo cual significa que ya no tiene derecho ni siquiera a pedir que se investigue. Es gravísimo”.
Contemplamos también la posibilidad de acudir a la Comisión Interamericana, si es que los jueces desechan el amparo, para demandar al Estado mexicano por negarnos el derecho a demandar.
Por otro lado, espasmo trabajando para que la gente, los ciudadanos honestos y patriotas que nos movilizamos para impedir la reforma petrolera, continuemos esa lucha.
Vamos a ir con organizaciones sindicales a decirles que no se vayan a sus casas y al mismo Andrés Manuel López Obrador, que no descuide el petróleo, la reforma, estos amparos. Porque si había razones para movilizarnos en marzo del 2007, hay mucha más ahora que ya se aprobó.
Afirmó el asesor jurídico del Comité Nacional de Estudios de la Energía, Rodrigo Olvera Briseño, en su estancia en Villahermosa para asistir al taller que impartió el propio CNEE y quien puntualizó:
En el Comité Nacional de Estudios de la Energía, “no estamos derrotados, seguimos luchando en contra de la reforma petrolera de Felipe Calderón”.
Entrevistado por La Verdad del Sureste, en relación a las consecuencias de la reciente reforma legislativa en materia de la industria petrolera, el abogado declaró en primer término.
Nos interesa mucho que la gente tenga algunas ideas claras: primero, que la reforma es negativa, aún cuando los comerciales del Congreso de la Unión e incluso los de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, nos la han querido vender como positiva o que fue un éxito.
Incluso el Movimiento Nacional por la Defensa del Petróleo, no está viendo todos los “peligros”, Andrés Manuel López Obrador sólo detectó la parte de los bloques, pero hay muchos más elementos negativos y riesgosos.
Por ejemplo, casi nadie, salvo el CNEE, viene diciendo que la reforma incluye el proceso de privatizador de la industria nuclear también.
¿Por qué? Pregunta Olvera Briseño, y responde, porque hasta antes de la misma se establecía que la encargada de ejercer los derechos de la Nación en materia de hidrocarburos y energía nuclear era la Secretaria de Energía.
Con la reforma el concepto energía nuclear, fue cambiado por radioactivos, y cualquiera pudiera pensar que la reforma al texto es insignificante, pero lo que quiere decir es que ya nada más somos propietarios de las piedras y que los particulares podrán hacer el proceso industrial del uranio.
“Eso es gravísimo porque ya casi el 50 por ciento de la energía eléctrica está privatizada, todo lo que es petroquímica, refinación y transporte ya lo entregaron a la iniciativa privada, ahora nos anuncian que la industria nuclear también”.
La dirigencia nacional y la fracción del Partido de la Revolución Democrática dice que no entregaron lo del transporte, pero si lo hicieron.
En materia del petróleo, afirmó, una de las cosas graves, “es que están facilitando el territorio indígena”.
De esto solo hemos hablando los del CNEE, ni siquiera las mismas organizaciones indígenas lo están viendo, porque la actual ley dice que, bastará que cualquier persona, Petróleos Mexicanos o una compañía privada, diga que pretende realizar exploraciones en un terreno para ver si hay petróleo, para que se lo permitan.
Ahora, bastará un permiso administrativo, ni siquiera un procedimiento con garantía de audiencia, para que se lo concedan, aún cuando se trate de un ejido o un bien comunal.
“Es decir se están expropiando territorios indígenas, sin realizar un proceso de expropiación”, puntualizó.
Esto lo anunció la Secretaria de Energía, Georgina Kesser, una semana después de aprobada la reforma, afirmó Olvera, pero luego de que algunas comunidades se movieron y dijeron “no entra Pemex”, la funcionaria lo desmintió, afirmando que había sido un error.
Ya lo anunciaron y se apoyarán en esta reforma; obviamente no significa que sin ley, no se atrevan a llevarlo a cabo, pero se van a reforzar con eso, aseguró Olvera Briseño.
La reforma también crea, un apartado al que le llaman “nuevos modelos de contratación” y significa, que se harán licitaciones públicas para “actividades sustantivas de carácter productivo”, porque una licitación pública es un contrato con compañías privadas y actividades sustantivas, quiere decir que se meterán con lo esencial del proceso petrolero.
El proceso petrolero, explicó Rodrigo Olvera, se divide entre actividades sustantivas y no sustantivas, y si están diciendo que van por las sustantivas, quiere decir que son las de carácter productivo.
Ya no será privatizar la construcción de los edificios corporativos, sino que se van directamente “al corazón de la industria petrolera”, por eso cómo puede decir la dirigencia nacional del PRD, que se ganó y que no se privatizó Pemex.
“Es una vil mentira y muy grave que ni siquiera el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, esté viendo el tamaño de la traición”.
Ante todo esto que se viene, considera Rodrigo Olvera, hay riesgo de desanimarse, pero el Comité Nacional de la Energía sigue luchando.
Qué es lo que estamos haciendo. Primero como dije antes, difundir que la reforma es negativa que no fue un éxito ni para la Nación ni para los mexicanos.
Un segundo error, es pensar, que ya no hay nada que hacer, que nos traicionaron y que nos ganaron y que, por lo tanto, no hay de que preocuparse y me voy a mi casa.
Y hay quien le cree a Jesús Ortega, quien afirma que la reforma es un éxito y que ya no hay de que preocuparse. Nosotros decimos que hay que seguir peleando, que la lucha sigue.
Ya habíamos dicho, incluso en este medio, que la privatización no comenzaría cuando se aprobara la reforma porque lleva ya muchos años, la lucha no va parar, aunque ganemos. Si la aprueban nos costará más trabajo y en esas estamos, seguimos luchando en el CNEE.
Siempre hemos dicho que lo jurídico es necesario, dice el abogado, pero no confiamos en ello, pero el hecho de no confiar, no implica que no lo utilicemos, somos concientes de los límites que tiene y por esa razón el 15 de enero presentamos dos amparos contra la reforma petrolera.
Son dos amparos de dos organizaciones, uno del CNEE y otro de Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros.
Por qué con estas organizaciones, porque, si bien hay abogados que dicen que cualquier ciudadano puede presentar un amparo, lo cierto es que nuestro sistema de amparo exige demostrar que se te está perjudicando para que puedas demandar, es lo que llaman “interés jurídico”.
Por lo tanto además del perjuicio a la Nación, los trabajadores petroleros tienen un perjuicio personal, porque se pone en riesgo su estabilidad en el empleo, porque entre más compañías privadas vengan, menos se sostendrá la plantilla laboral de Petróleos Mexicanos, lo vimos en las reestructuraciones de los 90.
Se presentaron los amparos, pero el Poder Judicial a nivel de los jueces de distrito, no han querido oír las demandas y las ha desechado, sin embargo cualquier trabajador y cualquier ciudadano sabe que nunca una resolución en ese nivel, es la última palabra.
Sabemos que viene un camino largo de impugnaciones, técnicamente se les llaman recursos de revisión, con el cual estamos pidiendo al Tribunal Colegiado de Distrito que revise la decisión del juez y declare que fue ilegal.
“Es muy grave que el Poder Judicial ya no solo no proteja sino que ni siquiera quiera escuchar a los ciudadanos cuando se queja, lo cual significa que ya no tiene derecho ni siquiera a pedir que se investigue. Es gravísimo”.
Contemplamos también la posibilidad de acudir a la Comisión Interamericana, si es que los jueces desechan el amparo, para demandar al Estado mexicano por negarnos el derecho a demandar.
Por otro lado, espasmo trabajando para que la gente, los ciudadanos honestos y patriotas que nos movilizamos para impedir la reforma petrolera, continuemos esa lucha.
Vamos a ir con organizaciones sindicales a decirles que no se vayan a sus casas y al mismo Andrés Manuel López Obrador, que no descuide el petróleo, la reforma, estos amparos. Porque si había razones para movilizarnos en marzo del 2007, hay mucha más ahora que ya se aprobó.
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