domingo, 18 de enero de 2009

“Arriesgada apuesta” del Banco de México al reducir los réditos


■ La medida ejerce mayor presión cambiaria; el dólar puede llegar a 15 pesos

■ En los hechos, la meta inflacionaria ha perdido relevancia, consideran grupos financieros

■ La decisión compromete la labor del banco central y se da en el momento “menos oportuno”


Israel Rodríguez y Susana González G.

La decisión del Banco de México de reducir la tasa de referencia en medio punto porcentual representa “una apuesta arriesgada para el futuro de la economía”, que puede provocar mayor inflación y bajo crecimiento en los próximos cuatro años, advirtieron especialistas de los principales grupos financieros del país.

La baja en los réditos ejercerá mayor presión sobre el peso, indicaron. “En un entorno que se complica no sería difícil ver niveles arriba de 15 pesos por dólar en el tipo de cambio” expuso Scotiabank.

El viernes pasado, el Banco de México redujo su tasa de interés interbancaria a un día de 8.25 a 7.75 por ciento, movimiento que el mercado ya había descontado. Este descenso no repercutirá inmediatamente en los estados de cuenta de los deudores de créditos al consumo, como tarjetas de crédito, préstamos personales y para automóvil. En el caso de los créditos hipotecarios, renglón que representa el de mayor endeudamiento para las familias, no hay ninguna repercusión dado que los contratos están pactados a tasa fija.

Después de la reducción en la tasa de referencia el desafío es que el tipo de cambio se ubique en niveles más altos de lo esperado, lo que puede impactar en los precios de algunos bienes, particularmente en aquellos cuya demanda tiene una sensibilidad menor al precio, por ejemplo los alimentos procesados, consideró Santander.

En su comentario sobre la política monetaria, el grupo financiero Scotiabank aseguró que el momento en que se toma la decisión parece “inadecuado”, ya que la inflación conocida hasta el momento es la más elevada de los pasados ocho años y es más del doble de la meta oficial.

“El mensaje que resulta de esta decisión es que la inflación no es un factor de preocupación tan importante. De hecho se anuncia que se modificará el pronóstico de inflación de Banco de México, y con base a esta nueva trayectoria se tomarán las medidas de política monetaria. No es difícil ver que un objetivo que se modifica constantemente sirve de poco como ancla efectiva para la economía.”

Scotiabank planteó que la presión sobre el tipo de cambio podría “aumentar considerablemente”, después de la decisión del banco central. Mario Correa, analista de ese grupo financiero, comentó que “en un entorno que se complica no sería difícil ver niveles por arriba de los 15 pesos por dólar en el tipo de cambio. La probabilidad de que el entorno financiero global se complique aún más en el corto plazo parece elevada”.

Scotiabank advirtió que una de las posibles consecuencias negativas que tendrá la implementación de una política monetaria más flexible –como la aplicada a partir del viernes– es que la inflación en los próximos tres o cuatro años será mayor, lo que a su vez implicará una corrección monetaria restrictiva más fuerte en el futuro, mayores tasas de interés de largo plazo y un menor crecimiento económico en el mediano y largo plazo.

Explicó: “el aumento en la inflación esperada de largo plazo se daría no sólo por el impacto que tendría una mayor depreciación cambiaria sobre los precios en los próximos años, sino porque la meta inflacionaria ha perdido relevancia en los hechos”.

A este respecto, El grupo financiero Invex dijo que la decisión también deja ver que en la óptica del banco no parece representar un riesgo importante la renovada tendencia de devaluación del peso, porque asume que la transmisión de presión hacia los precios será poco relevante. Recomendó, cautela dado que el récord de aciertos del Banco de México ha sido “nulo” desde que se lanzó a proyectar una trayectoria de la inflación.

El Grupo Financiero Banorte, por su parte, afirmó: “dada nuestra proyección para la inflación de este año creemos que el Banco de México ampliará el rango estimado de la inflación en al menos 75 puntos base los primeros tres trimestres, aunque podría ser en hasta de 100 puntos base en el caso de algunos de estos trimestres”

Consideró que el Banco de México luce muy preocupado por el escenario de crecimiento económico, por lo que parece que será más agresivo en un ciclo de baja en tasas que apenas empieza.

A su vez, el Grupo Financiero Ixe, señaló que pese a las medidas acertadas, es claro que los resultados de la economía mexicana serán negativos en los próximos meses. “De hecho, es previsible que el primero y el segundo trimestre de 2009 presenten los peores datos para la economía mexicana con un desempleo al alza cercano a 6 por ciento, y una generalización de mal desempeño en todos los sectores de la economía”.

Ante este escenario, Banamex, filial del global Citigroup, revisó su pronóstico del producto interno bruto (PIB) para 2009 a (–)1.0 por ciento desde (–)0.2 por ciento anterior.

Beneficio a grandes corporativos

La reducción de la tasa de interés interbancaria pone en evidencia que el Banco de México “cumplió el caprichito de los mercados y cubrió la torpeza de la política económica del gobierno federal” porque los únicos beneficiados con el abaratamiento del dinero y de la supuesta facilitación del crédito que generará serán los grandes corporativos”, aseguró Roberto Galván, presidente de la consultoría Vanguardia Investment.

Con dicha decisión, explicó, la institución abandona la congruencia, el escrúpulo y el rigor con los que se ha conducido por muchos años, en cumplimiento del mandato constitucional que lo obliga a cuidar el poder adquisitivo del peso.

Pero lo más grave, es que lo hace el momento menos oportuno, justo después de ocurrir una segunda devaluación y cuando la inflación aún no cede por errores cometidos por la administración de Felipe Calderón, como incrementar los precios de los energéticos a niveles históricos, además de que ahora congela algunos y continúa el alza en el diesel, que tiene un efecto más amplio en el sector productivo con lo que deja abierta la puerta a la inflación.

El especialista aseveró que con esa señal de relajamiento la junta de gobierno del Banco Central, con Guillermo Ortiz a la cabeza, parece deshacerse del hostigamiento político que el gobierno y el sector privado ejercieron en su contra, pero descuida al tipo de cambio como factor importante de la economía y que al encontrarse vulnerable por las devaluaciones ejerce presiones inflacionarias.

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