TeleSUR
La planta de crudo Petróleos Mexicanos (PEMEX), entra este sábado en vigor luego que se difundieran los cambios de la reforma energética en 10 de sus articulados, que fue impulsado por el mandatario de ese país, Felipe Calderón.
La propuesta del Ejecutivo atrajo un controvertido proceso legal que duró más de seis meses, representado por protestas de todos los sectores sociales ante el descontento por las modificaciones hechas a la que consideran es la soberanía energética del país.
Con una protesta de académicos, obreros, estudiantes y mujeres, entre otros grupos sociales, se desplegó en México una protesta junto al político Andrés López Obrador al momento de saberse la propuesta de reforma.
La nueva legislación de PEMEX no incluye la demanda del movimiento en defensa del petróleo a establecer en la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, la prohibición expresa de otorgar a contratistas áreas exclusivas para la exploración y explotación de hidrocarburos.
El Frente Amplio Progresista (FAP), lideró esta batalla contra las iniciativas presentadas por el presidente Calderón el pasado 8 de abril en la Cámara de Diputados.
En ese entonces, el jefe de Estado mexicano propuso la privatización de la refinación, transporte y distribución de petróleo, contratos sin licitación e incluso secretos con incentivos para las empresas extranjeras en perforación y producción.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo, Convergencia, senadores del PRD y el FAP, así como seguidores de López Obrador, votaron en contra de ese proyecto.
A pesar de la organización de movilizaciones civiles que adversan la propuesta calderonista, el pasado 23 de octubre fue aprobada en una sede alterna del Senado con un fuerte despliegue militar.
La planta de crudo Petróleos Mexicanos (PEMEX), entra este sábado en vigor luego que se difundieran los cambios de la reforma energética en 10 de sus articulados, que fue impulsado por el mandatario de ese país, Felipe Calderón.
La propuesta del Ejecutivo atrajo un controvertido proceso legal que duró más de seis meses, representado por protestas de todos los sectores sociales ante el descontento por las modificaciones hechas a la que consideran es la soberanía energética del país.
Con una protesta de académicos, obreros, estudiantes y mujeres, entre otros grupos sociales, se desplegó en México una protesta junto al político Andrés López Obrador al momento de saberse la propuesta de reforma.
La nueva legislación de PEMEX no incluye la demanda del movimiento en defensa del petróleo a establecer en la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional, la prohibición expresa de otorgar a contratistas áreas exclusivas para la exploración y explotación de hidrocarburos.
El Frente Amplio Progresista (FAP), lideró esta batalla contra las iniciativas presentadas por el presidente Calderón el pasado 8 de abril en la Cámara de Diputados.
En ese entonces, el jefe de Estado mexicano propuso la privatización de la refinación, transporte y distribución de petróleo, contratos sin licitación e incluso secretos con incentivos para las empresas extranjeras en perforación y producción.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo, Convergencia, senadores del PRD y el FAP, así como seguidores de López Obrador, votaron en contra de ese proyecto.
A pesar de la organización de movilizaciones civiles que adversan la propuesta calderonista, el pasado 23 de octubre fue aprobada en una sede alterna del Senado con un fuerte despliegue militar.
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