domingo, 5 de octubre de 2008

México. hacia la paramilitarización


Ricardo Ravelo

Los Zetas, el grupo formado por el cártel del Golfo para contener a sus rivales, no sólo se deslindó de sus creadores sino que decidió formar su propia organización y lanzarse contra el gobierno federal. Además, impone sus reglas a los otros cárteles de la droga. Luis Astorga, especialista en temas de seguridad nacional y narcotráfico, sostiene que la violencia impulsada por la estructura de "la última letra del abecedario" obliga a los demás organismos criminales a reforzar sus estructuras. La paramilitarización empieza a hacerse presente, dice.

Violentos de origen, creados a finales de los noventa para proteger al cártel del Golfo, Los Zetas se transformaron rápidamente y ahora son un cuerpo paramilitar que utiliza tácticas guerrilleras y estrategias de la mafia italiana para imponer su hegemonía a lo largo del territorio nacional.

En plena guerra contra el gobierno federal, esta organización logró diversificar sus actividades criminales y ahora impone sus criterios a las bandas rivales; lo mismo cobra impuestos que participa en secuestros y controla la piratería de discos compactos con la música que ellos seleccionan.

Tal es su poder que están obligando al resto de los cárteles de la droga a desechar sus plantillas de sicarios tradicionales para que estén en condiciones de enfrentar a sus "núcleos paramilitares", que ya actúan prácticamente en todo el territorio nacional.

Luis Astorga, especialista en temas de seguridad y narcotráfico, considera que "justamente esta variable (el paramilitarismo) que introduce el cártel del Golfo obliga a los demás a tratar de competir con esa lógica, y a medir fuerzas para ver quién dispone del aparato paramilitar más poderoso", declara a Proceso como parte de un amplio reportaje que se publica en su edición 1666 que empezó a circular este domingo.

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