sábado, 13 de septiembre de 2008

Felipe Calderón, confeso traidor a la Patria


El Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE) lo había señalado: Fox, Calderón, Beltrones, Reyes Heroles Jr. o los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, tienen derecho a concebir, pensar o desear una sociedad donde imperen los patrones con un gobierno de empresarios y para empresarios, donde las riquezas naturales y fuentes de energía sean simples mercancías y las cadenas productivas estratégicas del sector de la energía y el petróleo se usufructúen por corporativos extranjeros. Junto con los demás oligarcas tienen derecho a soñarse empleado de la petrocracia texana o de los nuevos jeques españoles y que con sus familias pudieran ser propietarios y dirigir negocios petroleros. Tienen pleno derecho a ser escuchados y explicar como –según ellos y el Banco Mundial1- la participación de particulares en áreas estratégicas del desarrollo económico nacional, hoy bajo exclusividad del Sector Público, aseguraría un manejo racional de las reservas y beneficiaría a millones de seres que poblamos este país. Además, les corresponde la posibilidad de plantear la necesidad de modificar la Constitución y las Leyes Secundarias.

A lo que no tienen derecho es a imponernos, a más de 100 millones de seres, sus ideas y menos con engaños operados con millonarias campañas mediáticas y comprando complicidades en el Congreso; a lo que no tiene derecho es a infringir el pacto político que rige en esta Nación denominado Constitución de los Estados Unidos Mexicanos que fue resultado del sacrificio de millones de revolucionarios y humildes campesinos muertos en un proceso libertario que culminó precisamente al sellar ese pacto.

Felipe Calderón, en particular, flagrantemente ha venido pisoteando la Constitución de todos los Mexicanos, con una práctica recurrente de cinismo y abuso de poder.

Desde la Secretaría de Energía solapó los Contratos de Servicios Múltiples para explotación de Gas Natural

En efecto, el 5 de abril del 2005 se presentó por la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros, ante el (en ese momento) Procurador General de la República Rafael Macedo de la Concha, una Denuncia de Hechos por considerar que constituyen delitos perseguibles de oficio: Traición a la Patria (Art. 123), Sabotaje (Art. 140), Delitos contra el Consumo y la Riqueza Nacionales (Art. 254), Ejercicio indebido del Servicio Público (Art. 214), Coalición de Servidores Públicos (Art. 216 del Código Penal Federal) y Uso indebido de atribuciones y facultades (Art. 217 del mismo Código); quedando formalizada en la Averiguación Previa 017/UEIDCSPCAJ/2005.

Los hechos consistían en que los responsables de la Política Petrolera en México, empezando por el Presidente Vicente Fox, los sucesivos Secretarios de Energía Felipe Calderón Hinojosa y Fernando Elizondo Barragán; y los sucesivos Directores Generales de PEMEX Raúl Muñoz Leos y Luis Ramírez Corzo habían implementado una política petrolera de renuncia al monopolio exclusivo del Estado en hidrocarburos, promocionando los llamados Contratos de Servicios Múltiples; hecho cuestionado por la misma Auditoría Superior de la Federación en su dictamen de Marzo de 20052 .

Haiga sido como haiga sido se hizo presidente

En diciembre de 2006, Felipe Calderón asumió el poder apoyado de militares, prácticamente con un golpe de Estado, con el repudio de más de la mitad de electores. Dos años después, existe la certeza de que hubo un fraude electoral, de que existió todo un proceso maquinado por el PAN, Fox y Calderón, en contubernio con cúpulas empresariales nacionales y extranjeras (en su campaña en reunión secreta con empresarios alemanes les recordó que como decía Napoleón, las guerras se ganan con dinero, dinero y más dinero3), oligopolios televisivos, integrantes del IFE, gobernadores del PRI, caciques sindicales como Esther Gordillo y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Los testimonios y aceptación del fraude se acumulan (Manuel Espino, Gordillo) y documentan en prensa y publicaciones solventes (Proceso, Reporte Indigo, Red Voltaire e investigadores como Sergio Aguayo o Alvaro Delgado, entre muchos). El está usurpando el puesto de mandatario de la República y él mismo con el cinismo y doble moral que caracteriza a los líderes panistas y denotando su prepotencia lo dijo: soy presidente haiga sido como haiga sido.

Traidor confeso

Este año, entre mayo y julio de 2008, con cientos de participaciones especializadas en el Debate del Senado sobre la Reforma Energética; con datos, análisis, testimonios y soportes rigurosos, públicamente se mostró su esencia inconstitucional, los intereses que representan los promotores o defensores de la Reforma y los cuantiosos daños patrimoniales que ha provocado la privatización gradual e inconstitucional de la industria petrolera y eléctrica, así como los riesgos de su legalización; lo cual quedó documentado oficialmente en videos y versiones estenográficas a pesar de que en las cadenas de radio y televisión, evitaron su amplia difusión precisamente por la rotunda derrota a sus falacias. Tan insostenibles eran los argumentos privatizadores que el gobierno debió echar mano de sus altos funcionarios en PEMEX y representantes de compañías extranjeras.

Presionando para lograr imponer la Reforma antes del año electoral 2009, y en la imposibilidad de hacerlo abiertamente con el PRI, presentó en agosto cinco iniciativas de Reforma Energética, ofreciéndolas como proyecto de salvación y modernización de Petróleos Mexicanos. Soberbio y con su acostumbrado abuso de poder, no se percató que estas iniciativas son la evidencia escrita y oficial de sus verdaderas intenciones, en las que expone su desprecio a la Constitución y a la inteligencia de decenas de especialistas e investigadores que participaron en el Senado. El manipulador argumento de que todos están de acuerdo en modernizar PEMEX no fue suficiente para ocultar su contenido privatizador y los artificios para burlar la Constitución, al grado que las cúpulas priístas conducidas por Fabio Beltrones y Francisco Labastida de inmediato se deslindaron.

Ahora en septiembre, ante el llamado de organizaciones sociales y de trabajadores que no aceptan que estos actos queden impunes, prestigiados juristas (Juventino Castro y Castro, Raúl Carrancá y Rivas, González Schmall, Jaime Cárdenas, Raúl Jiménez Vásquez, entre otros) presentaron ante la PGR una denuncia contra Felipe Calderón por TRAICIÓN A LA PATRIA. La razón es que sus iniciativas de reforma energética violentan diversas disposiciones constitucionales al proponer entregar los recursos del subsuelo, el petróleo, los hidrocarburos, el gas, la petroquímica y el almacenamiento y transporte de hidrocarburos a intereses extranjeros; y como servidor público, contravenir el principio de soberanía nacional y comprometer los recursos nacionales a potencias o intereses extranjeros. Además en el Senado de la República han solicitado JUICIO POLÍTICO contra Calderón por ataques a las instituciones constitucionales y atentado al buen despacho de los asuntos públicos.

La demanda por Traición a la Patria y el Juicio Político requiere la independencia del Procurador General de la República y alcanzar las dos terceras partes de los votos de los legisladores, respectivamente, lo cual es remoto que lo hagan por motu propio. Sin embargo, la exigencia social a denunciar y no permitir quedasen impunes, evidenciaron el hartazgo respecto a la autoridad política, el involucramiento de cientos de miles de mexicanos en la defensa del petróleo y la comprensión sobre la falta de argumentos, parcialidad e intereses a que responden quienes administran y deciden sobre los recursos estratégicos; pero sobre todo, representarán contundentes argumentos para que mayores sectores de la sociedad comprendan la necesidad de ampliar la organización nacional y la lucha contra instituciones y gobiernos corruptos que sólo representan los mezquinos intereses de una minoría acaudalada y entreguista, precisamente sin Patria.

Las organizaciones en los 32 Estados de la República han decido acompañar estas denuncias con más de 200,000 firmas, lo cual seguramente será rebasado. Cientos de miles de mexicanos han decido dejar el silencio ante tanta impunidad y con mayor razón si es de alguien que se abroga nuestra máxima representatividad y que protestó guardar la Constitución y desempeñar leal y patrióticamente el cargo.

El control político por partidos, legisladores, gobernantes y representantes laborales de derecha y oportunistas de izquierda que no nos representan, debe seguir siendo resquebrajado con múltiples formas de participación y una estrategia unificadora y de alcance nacional. La conciencia creciente, pero aún insuficiente, de que el modelo económico y político que nos han impuesto en México, América Latina, Estados Unidos y todo el mundo capitalista, es inviable e inhumano, abusivo y anárquico es un buen síntoma de que no estamos condenados a seguir padeciendo el modelo neoliberal ni a sus emporios capitalistas.

Que miles de mexicanos denuncien la traición a la patria por parte de Calderón y sus cómplices, expresa que antes de la explosión social a que nos conducen los oligarcas y sus tecnócratas, se está forjando una masa crítica a lo largo del país deseosa y dispuesta a defender los recursos naturales y derechos sociales que nos quedan para construir una sociedad justa y de progreso y que no ha perdido la convicción de que otro mundo diferente al capitalista es posible.

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