El Director Regional vitalicio de la Organización Washingtoniana Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, ha repetido su rutina de visitar Venezuela dos meses antes de cada proceso electoral cuando las encuestas demoscópicas señalan ventajas relevantes para las corrientes políticas que apoyan al Presidente Hugo Chávez y al proceso bolivariano.
Ambiguo y tibio en su declaración sobre la matanza de seguidores del Presidente Evo Morales en Bolivia por bandas terroristas de la oposición; duro y mentiroso para descalificar a la democracia venezolana, en nombre de los intereses que lo han hecho prospero.
Vinculado al ala derecha y cripto pinochetista de la democracia cristiana chilena, comprometida desde hace una década en conspiraciones golpistas contra el Presidente Chávez junto a la Organización Demócrata Cristiana de América, presenta un informe de 267 páginas, cuyo inusual título "Una Década de Chávez", artilugio de propaganda, desnuda la intención político electoral del panfleto.
Silente ante las nuevas evidencias de una conspiración golpista y magnicida en Venezuela, opera con un financiamiento especial para apoyar los intentos de desestabilización de la democracia venezolana e invierte sin pudor los fondos extras recibidos de sus fuentes neoliberales estadounidenses para servir a tales objetivos.
Elaborado un guión sobre la situación de Venezuela al gusto de sus superiores, desconoce deliberadamente recientes pronunciamientos internacionales que reconocen la independencia del Poder Judicial de Venezuela y oculta las características de nuestra democracia extrema: extrema libertad de expresión, extrema participación y extremo compromiso con la justicia social.
Convencido del poder político de los medios de comunicación enemigos de las democracias progresistas, orquesta sus denuncias junto a la Sociedad Interamericana de Prensa, los diarios El País de España, El Universal de México, El Tiempo de Bogotá, El Mercurio de Chile, la cadena FOX de los Estados Unidos y la televisora Globovisión de Venezuela, entre otros.
Sorprendido en flagrante violación de las normas que protegen a la democracia venezolana ha recibido su merecida sanción y será enfrentado y confrontado en cualquier espacio donde conduzca su prédica difamatoria.
Washington D.C., 19 de Septiembre de 2008
Fuente: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información - Dirección de Medios Internacionales.
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