En Toluca se prepara la movilización

Primero, se analizó la experiencia histórica de la Huelga Petrolera de 1937 que desembocó en la Expropiación Petrolera. Luego, se hicieron referencias a la situación actual en que el charrismo ha desnaturalizado al sindicato petrolero (STPRM). En éste merodea cotidianamente la corrupción y la violencia; como en los demás, hay ausencia de dinámica social y se incumplen los deberes elementales. Los trabajadores democráticos, y la resistencia popular, debemos activarnos más y tomar decisiones para ganar en las calles la lucha contra la privatización de Pemex.

El petróleo y los trabajadores petroleros

El 13 de agosto, las brigadas del Valle de Toluca organizaron una conferencia. Aarón Hernández, del FTE de México, presentó el tema “La huelga petrolera de 1937”. En su intervención se refirió al desarrollo de la industria petrolera en México y del sindicalismo en el sector.

El petróleo en México fue conocido antes de 1521 siendo empleado como medicina, brea, pegamento, combustible para lámparas, ungüento e incienso en los ritos religiosos. Durante la dominación española se utilizó para calafatear embarcaciones. Hacia 1889 se perforó el primer pozo, con una profundidad de 28 metros, en Cerro de Furbero, Papantla, Ver. El primer pozo petrolero de dimensión comercial se descubrió en 1904 cerca de Ebano, S.L.P. Luego se formarían varias compañías extranjeras y se iniciaría la producción de petróleo que tuvo un máximo en 1921 para después descender hacia la década de los 30s.

El sindicalismo petrolero se desarrolló en condiciones muy difíciles, entre persecuciones y asesinatos. En 1913 se constituyó en Minatitlán, Ver. la Unión de Petroleros Mexicanos. Las Uniones se extendieron a Cerro Azul, Las Choapas, Ebano, Mata Redonda, Poza Rica y Tampico. Precisamente, el 23 de diciembre de 1923, se formó en Tampico, Tamps. el primer sindicato de petroleros. Ese año estalló una huelga y triunfó. Al siguiente año hubo más huelgas. Los petroleros siempre se mantuvieron independientes de la CROM, organización oficial dominante en la época. En 1925 hubo otras huelgas más.

En 1923, Augusto César Sandino trabajó para la South Pennsylvania y, en 1925, para la Huasteca Petroleum, luego, se embarcó hacia Nicaragua saliendo de Veracruz. El 15 de agosto de 1935 se formó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y, al siguiente año, se realizó la Primera Convención Petrolera Extraordinaria. El 28 de mayo de 1937 estalló la huelga petrolera misma que duró 13 días.

Huelga y Expropiación petrolera

En el contexto internacional, se desarrollaba la Guerra Civil Española y el fascismo en Europa. El 18 de diciembre de 1937, la Junta No. 7 de la Federal de Conciliación y Arbitraje emitió un laudo favorable al sindicato, seguido del dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el mismo sentido, condenando a las compañías extranjeras a satisfacer las peticiones del sindicato, consistentes en la firma de un Contrato Colectivo de aplicación general. Ante la rebeldía de las compañías, el conflicto desembocó en la Expropiación Petrolera.

Este acontecimiento político fue apoyado por una notable movilización obrera y popular. El gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas, los trabajadores y el pueblo de México rescataron para la nación el dominio sobre sus recursos naturales de hidrocarburos. También hicieron frente a las amenazas imperialistas, la población cooperó en múltiples formas y aportó los recursos para el pago de la deuda contraída con las compañías.

Luego, los petroleros, universitarios y politécnicos construyeron a la industria petrolera mexicana y la hicieron funcionar. En 1940 se fundó Petróleos Mexicanos (Pemex) y en 1965 al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).

Durante la Expropiación, el gobierno federal puso la industria en manos de una administración obrera que fracasó. No podía ser de otra manera, el sindicato representaba a la vez al patrón y a los trabajadores. La contradicción se expresó en el descontento obrero que, desde 1939 fue contenido con las tropas federales, especialmente en Madero y Azcapotzalco.

El 1946 se volvió a realizar otra huelga que fracasó, las condiciones eran de contrarrevolución y afianzamiento del charrismo sindical. Después, el sindicato entró en un proceso de desnaturalización que, salvo algunos momentos, lo llevó al abandono de los principios de clase. En 1989, el gobierno intervino al sindicato sometiéndolo.

Charrismo sindical y resistencia obrera

Hoy, el STPRM está en manos de una mafia corrupta y criminal al servicio del imperialismo. En el sindicato no existe vida sindical, ni asambleas, ni elecciones y menos rendición de cuentas. La represión, mediante el despido del trabajo y la violencia, es cotidiana.

Actualmente, en los tribunales laborales hay más de 32 mil demandas por despidos injustificados, ejecutados por la empresa a petición de las cúpulas sindicales. Con el proyecto SUMA, diseñado en Houston durante el foxismo y ahora traducido en iniciativas de reformas regresivas a la legislación petrolera, se proyecta el despido de otros 32 mil trabajadores.

Además, la corrupción sindical se ha vuelto escandalosa; algunos ejemplos están representados por el PemexGate I y II, el contratismo de que son beneficiarios los charros sindicales y la impunidad que tienen al amparo del Estado y gobiernos en turno. Este apoyo es recíproco y las cúpulas del sindicato respaldan todos los planes antinacionales del gobierno.

No obstante, en las 36 secciones del sindicato hay petroleros que se mantienen en lucha. En el presente momento de defensa de Pemex contra la privatización que pretende el gobierno federal y partidos políticos afines, los petroleros democráticos (de Pemex y del IMP) estamos en lucha.

Es necesaria la unidad democrática

Los asistentes a la conferencia de Toluca señalaron que los despidos son parte de la reforma energética, ya que, los contratistas extranjeros desplazarían a los trabajadores mexicanos. Precisamente, los contratos con las transnacionales tienen como propósito hacer negocios eliminando a los trabajadores y a sus derechos.

Otro compañero señaló que el pueblo de México ha venido luchando con intensidad desde la Independencia pero, ahora, las condiciones son tales que todos los trabajadores estamos en peligro de perder las conquistas. Sugirió que hace falta la unidad en un Frente Democrático porque existe el peligro de que desaparezcamos como nación.

Unidad con organización y dirección política

El doctor David Bahen (FTE) explicó que, a partir de la experiencia histórica de lucha de los mexicanos es preciso sacar las conclusiones procedentes para la presente etapa de lucha.

Dos cuestiones cruciales son la organización y la dirección política. La unidad solo se concreta cuando existe organización estructurada. No se trata de cualquier organización, de las cuales, existen muchas pero no funcionan. En el medio sindical hay un exceso de organizaciones y todas están paralizadas, otro tanto ocurre en otros sectores. Lo que necesitamos es construir organizaciones con dinámica propia, entendida la organización como el medio para concretar un programa de lucha.

Pero la sola organización no es suficiente, se necesita dirección política. La dirección NO es lo mismo que la representación, ni mucho menos. Hablar de dirección política es hablar de la estrategia del movimiento, de las propuestas alternativas, en suma, del saber. Esta dirección no puede ser una o dos personas, porque no se trata de la representación formal, sino del rumbo político del conjunto del movimiento.

Bahen informó a los asistentes de la situación que guarda la reforma energética indicando que, en adición a las 6 leyes que pretende reformar Calderón y las 9 que propone Beltrones del PRI, ahora, Cuauhtémoc Cárdenas ha anunciado 10 leyes más, todas secundarias. Dijo que, por su parte, el FAP ha anunciado una iniciativa alternativa que aún no se conoce. De manera que la situación se ha complicado, sobre todo porque, desde la izquierda, no hay una propuesta unificada.

No obstante, señaló, el petróleo y Pemex son de la nación y los mexicanos en resistencia debemos ser consultados antes de que los partidos políticos dictaminen. Se refirió a experiencias previas y dijo que “jamás los grandes problemas nacionales se han resuelto en las Cámaras”. En las contadas excepciones en que el Parlamento ha sido consecuente se ha debido a que “la lucha, primero, se ha ganado en las calles”.

En consecuencia, los trabajadores y pueblo en resistencia debemos tomar medidas prácticas sin esperar a que las cúpulas digan lo que debe hacerse; éstas nunca lo harán, precisamente, porque no son dirección política. Nuestras organizaciones deben dinamizarse tomando iniciativas y fortaleciendo el desarrollo político que nos permita asumir una dirección conciente.

En esta perspectiva, en efecto, es pertinente la unidad de todas las fuerzas democráticas para construir un Frente político nacional que unifique a los mexicanos en lucha.

Lucha política en las calles

Los compañeros (as) del Valle de Toluca convocaron a una reunión para el siguiente día con el fin de instrumentar las acciones organizativas que permitan un exitoso evento para la movilización del 31 de agosto. En Toluca se ha proyecta un evento político y cultural. Hagamos una fiesta, con algarabía, música, dibujos, danza y versos, dijeron. Las compañeras propusieron asistir vestidas como revolucionarias y que se invite a participar a pintores, danzantes, fotógrafos, en suma, impulsar la acción política y el arte.

“La lucha la vamos a organizar y disputar en las calles”, expresaron. Los asistentes valoraron que en la reciente consulta, 400 mil mexiquenses se expresaron en contra de la reforma energética neoliberal y que había que llamar a esos votantes recorriendo las calles. Es el momento de utilizar una avioneta para perifonear y repartir volantes, propuso una compañera.

Un brigadista de Tenango del Valle dijo que había que poner fechas para realizar los trabajos y ratificó que hace falta dirección política y decisión para la acción. Eso es cierto. ¿Qué más hace falta para avanzar? Muchas cosas pero hacer es la mejor manera de decir.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México