Luego de 16 días de haber sido tomadas las tribunas de las Cámaras de Senadores y Diputados por los legisladores del Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia), éstos desalojaron los recintos. Con ello, impidieron el “albazo” pretendido por el PAN y el PRI para aprobar “al vapor” las 5 iniciativas de reforma energética ara privatizar a Pemex. Previamente, se acordó entre los partidos políticos la realización de un debate de 71 días sobre tal reforma. La acción del FAP, respaldada por la movilización de la resistencia civil significa un éxito así sea parcial y momentáneo.
Si la mayoría de los legisladores del FAP, asumiendo todos los riesgos políticos, no hubieran tomado las tribunas del Parlamento en estos momentos la mafia PRI-PAN ya hubiera aprobado la entrega de los hidrocarburos e industria energética a las transnacionales. Con vergonzosas excepciones, los legisladores del FAP se portaron dignamente.
En esta acción tienen mérito los hombres y mujeres de las brigadas de la resistencia civil que mantuvieron un cerco al Senado, así como otras organizaciones sociales que desplegamos diversas iniciativas en la capital y varias partes del país.
La campaña televisiva del gobierno federal, especialmente contra Andrés Manuel López Obrador (AMLO); superó los niveles previos de agresión fascistoide. Pero, la mayoría del pueblo de México no se ha dejado engañar ni corromper por el discurso privatizador.
Un aspecto en que hicieron énfasis los legisladores del FAP fue la realización de un debate previo a la discusión de la reforma en las Cámaras. La propuesta es, sin embargo, limitada. Al final se acordó que, a través de
El “debate” podrá durar 71 ó 171 días, los que sean, pero eso no significa mucho. Al término, el PRI y el PAN podrán proceder como acostumbran en todas las sesiones parlamentarias. Sin tomar en cuenta para nada los argumentos, datos y razones, simplemente pasarán a dictaminar las iniciativas en comisiones, presentarlas en las Cámaras y aprobarlas por una mayoría previamente comprada.
Las voces del pueblo de México no serán escuchadas por los legisladores. Es necesario organizar nuestro propio Debate Popular, en las calles, plazas públicas, centros de trabajo, escuelas y otros lugares con la participación amplia de trabajadores, jóvenes, hombres y mujeres de todas las edades, periodistas, investigadores, profesores, estudiantes, amas de casa, niños, adultos mayores, campesinos, etnias y demás mexicanos (as) interesados en defender sus intereses y los de la nación.
De manera especial, procede desarrollar la siguiente etapa de lucha no solo para ganar el debate sino para IMPEDIR la reforma neoliberal. Las leyes privatizadoras deben RETIRARSE del debate legislativo.
Frente de Trabajadores de
de México
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