miércoles, 12 de marzo de 2008
El PRD se juega su futuro
Ciudad Perdida
Miguel Ángel Velázquez
ciudadperdida_2000@yahoo.com.mx • ciudadangel@hotmail.com
■ El PRD se juega su futuro
■ El DF, en los apetitos de la derecha
Al finalizar el día, el domingo próximo la militancia del PRD, y muchos colados, habrá decido hasta dónde puede llegar el horizonte de la izquierda electoral de la ciudad México. La apuesta, según la propaganda, está entre escoger el futuro cómodo de ceder para acordar con el poder económico –algunos le llaman influir–, o proseguir con la lucha, a veces desesperante, de cambiar el rumbo para hacer más justa su realidad social.
En la circunstancia citadina, desde hace una década los votantes decidieron no acompañar el tránsito propuesto por las derechas –PRI y PAN–, fundamentalmente, y aún más, enfrentarlos con decisiones políticas totalmente opuestas al pensamiento que propone futuros de libertades cercenadas y sometimientos al dictado de intereses que sólo les promete más carencias.
Aunque la decisión expresada en las urnas marcó un derrotero muy claro a ese partido y a quienes fueron electos por sus colores, en la Asamblea Legislativa, por ejemplo, el PRD, o la tribu dominante, escogió favorecer a la derecha con presupuestos privilegiados –el caso de la delegación Miguel Hidalgo es la mejor prueba–, en nombre de acuerdos legislativos que no parecen aterrizar en beneficio de los votantes capitalinos.
No es posible pasar por encima del freno que ese mismo PRD pretende imponer a los programas delegacionales ideados por el gobierno de Marcelo Ebrard, que primero impugnó Gabriela Cuevas en Miguel Hidalgo, que luego respaldó, obligado al parecer, el delegado de Benito Juárez, y al que al final se alió, sin mayor recato, el grupo moderado, que no colaboracionista, de los amarillos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Para una buena parte del PRD-DF la línea de los acuerdos tiene que ver con la lucha interna por los liderazgos del partido. “Es preferible pactar con el enemigo ideológico, que someterse a la razón del líder que los enfrente al poder. Combatir a los de dentro para pactar con los de fuera, parece la divisa”, dicen algunos que además considera indispensable una definición que aleje dudas sobre el quehacer de ese partido frente a la derecha.
Nadie puede obviar las intenciones de Acción Nacional en la capital del país. Destruir el bastión de la izquierda electoral en el DF es una de las más grandes preocupaciones de los azules. Sin el PRD donde está, es decir en el gobierno, se acabarían las manifestaciones contrarias al dictado de Los Pinos que llenan las plazas citadinas, suponen.
La crítica a los beneficios que algunas empresas obtendrían por las obras que se requieren en el Distrito Federal, por ejemplo, se limitarían a la protesta estéril o de conveniencia personal en donde la voz de la gente quedaría al margen. Así, en la oscuridad de los acuerdos, y no de la entrega, la ciudad de México se convertiría en una metrópoli más moderna que mire hacia el futuro.
De cualquier forma, el domingo será decisivo para los amarillos. La ciudad de México puede consolidarse como escollera donde choca la moderna línea de la derecha, o convertirse en la esponja que asimile la oleada hasta que se convierta en la cosa verde –amarillo y azul– que regule la vida de los citadinos. Allá ellos.
De pasadita
Ahora resulta que en el retraso de diferentes obras en esta capital todos tienen la culpa, menos el principal responsable, es decir, el secretario Jorge Arganis. Lo malo es que quien quedará mal frente a la gente es el jefe de Gobieno, Marcelo Ebrard. Por cierto, anoche terminaron las pláticas entre los vecinos de Fuentes Brotantes y el secretario de Transporte, Armando Quintero, para dar salida a las obras de ampliación de la línea 1 del Metrobús. Lo curioso es que en la Secretaría de Obras se sabía desde temprano que la inauguración sería el jueves, aunque no hubiera acuerdo.
http://www.jornada.unam.mx/2008/03/12/index.php?section=opinion&article=042o1cap
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