@DIN, 3 de marzo de 2008 - El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció este domingo que, tras la incursión militar colombiana en su país que dio muerte al guerrillero Raúl Reyes, decidió la expulsión inmediata del embajador de Bogotá en Quito, una vez que consideró como una "nueva burla" la respuesta que el Gobierno de Colombia dio a su denuncia de violación a la soberanía.
Adicionalmente, y ante la "gravedad de los hechos" Ecuador ordenó "la movilización de tropas a la frontera norte".
Fue enfático al decir que "no será suficiente una disculpa diplomática" de parte de Colombia para normalizar las relaciones entre ambos países, en referencia al comunicado emitido por
"En esta ocasión, no será suficiente una disculpa diplomática del Gobierno de Bogotá. Exigimos compromisos firmes y formales ante la comunidad internacional que garanticen que no se repetirán estos inaceptables hechos que se suman a la serie de atropellos sufridos por el Ecuador como consecuencia de la violencia imperante en Colombia", dijo Correa al leer un comunicado.
Correa adelantó que solicitó, además, "la inmediata convocatoria a
"Hemos solicitado también por medio de Gobiernos amigos la convocatoria al MERCOSUR", agregó.
Informó que en el transcurso del día se contactó con los Presidentes de Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador, España, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela y con los Secretarios Generales de
Adicionalmente, "he planteado la elaboración conjunta de una propuesta dirigida a detener este tipo de conductas e impedir la internacionalización del conflicto colombiano".
En cadena nacional, el mandatario ecuatoriano reiteró su condena ante lo que consideró como "violación a la soberanía de Ecuador y al derecho internacional".
Correa aseguró que Ecuador "sufrió una inacceptable agresión" por parte de Colombia "a pretextos de atacar a grupos de las FARC que pernoctaban a tres kilómetros de la frontera colombiana en territorio ecuatoriano".
Manifestó que "irrefutablemente" se confirmó que el Ecuador "sufrió un planificado ataque aéreo y una posterior incursión de tropas colombianas, con plena conciencia de que estaban violando nuestra soberanía".
Según Correa, el estado en que fueron encontrados los cuerpos de los guerrilleros asesinados "descarta cualquier versión en el sentido de que fue una persecución 'en caliente' y en legítima defensa, contrariando la versión oficial colombiana".
"Fue una masacre", advirtió asegurando que "los aviones colombianos ingresaron al menos
"Luego llegaron tropas transportadas en helicópteros que culminaron la matanza. Incluso se hallaron cadáveres con tiros en la espalda", dijo el gobernante que se mostró indignado ante el hecho.
Correa resaltó que, tal como sucedieron los ataques, quedó demostrado que el Ministerio de Defensa Colombiano,
"El Ecuador conoce la gravedad del conflicto interno colombiano (...) Sin embargo, no aceptaremos que a pretexto del combate a lo que ellos llaman terrorismo, se implanten, repetimos, doctrinas y prácticas inaceptables de irrespeto a la soberanía de los Estados", dijo Correa.
Advierte que "no hay justificación alguna para una acción militar foránea en nuestro territorio, independientemente del motivo que fuere", pues "el derecho internacional exigía que nos informasen y que sea la fuerza pública ecuatoriana la que realice la captura".
"Esta es la más grave, artera y verificada agresión que el Gobierno del Presidente Uribe ha ocasionado al Ecuador. No permitiremos que este hecho quede en la impunidad".
Finalmente, destacó que "como Presidente de
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