SAYDA CHIÑAS CÓRDOVA, NORMA TRUJILLO BÁEZ, ROXANA AGUIRRE Y AGENCIAS
Cientos de reporteros en 20 ciudades del país realizaron una manifestación simultánea para exigir la investigación puntual del asesinato de Gregorio Jiménez de la Cruz y 30 periodistas más que fueron ultimados en México de 2010 a la fecha. Coatzacoalcos fue una de las sedes, donde los comunicadores han tenido puestos los ojos por la reacción solidaria que tuvieron desde el secuestro del reportero.
En el Ángel de la Independencia, Romana Ortega periodista de Coatzacoalcos manifestó en el discurso que acordó el movimiento a nivel nacional: “Hoy todos somos Goyo y nadie en Veracruz quiere ser el número 11 en la lista de muertos”
A una sola voz, reporteros de varias regiones del país realizaron manifestaciones simultáneas para exigir un alto a las agresiones y asesinatos de periodistas en el país y en especial en el estado de Veracruz. De acuerdo con los datos del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) 73 periodistas y trabajadores de medios de comunicación asesinados entre 1992 y 2013, de estos 31 fueron ultimados de 2010 a la fecha. La organización internacional señaló que 88 por ciento de estos casos permanece en la impunidad y sólo en 8 por ciento se ha logrado esclarecer los crímenes.
El asesinato del reportero de Coatzacoalcos Gregorio Jiménez de la Cruz fue el detonante que generó una serie de movilizaciones de reporteros nacionales e internacionales, ya que se sumaban 10 en una sola entidad. Las manifestaciones se acompañaron de una ciberprotesta en redes sociales, que se mano bajo el hashtag #PrensaNoDisparen.
“El pasado día 11, Goyo encontrado en una fosa del municipio de Las Choapas. Las autoridades se apresuraron a explicar que había sido un pleito de vecinos para echar el cuerpo de Goyo a la fosa común de la impunidad. En sus apresuradas investigaciones ignoraron como posible causa de su asesinato el valiente trabajo periodístico que realizaba, su cobertura de secuestros, de giros negros, de trata de personas. Una vez más, los gobernantes se apresuraron a echar tierra al caso para tapar su deficiencia. El asesinato de Gregorio y la burda explicación del gobierno nos indignaron a todos. Nos movió los resortes para salir de nuevo a gritar “¡Ya basta!”, señaló el texto que se difundió.
En el Ángel de Independencia, se realizó un performance donde se colocó un féretro y las fotografías de los 31 periodistas que han muerto de manera reciente, encabezando la de Gregorio Jiménez; también se leyeron varios relatos de periodistas veracruzanos que dejaron el estado.
En el discurso manejado a nivel nacional por el colectivo de periodistas Prensa, No disparen, se explicó que la inacción de los gobiernos estatales y de la Federación ha intensificado los ataques al tiempo que los reporteros “son sacados a la fuerza de sus casas, emboscados en las calles, perseguidos hasta adentro de sus redacciones. En México la información molesta e informar se paga con la muerte.
”Hoy denunciamos que esta cacería de periodistas permanece impune y que va escalando en un ritmo que parece sin fin. Y que las autoridades gubernamentales de todos los niveles, desde la Presidencia de la República y los gobiernos estatales y municipales, además de los poderes legislativos y judiciales han permanecido omisos, permisivos e indolentes. Han sido testigos mudos, no han querido hacer nada. Mientras tanto, México se va convirtiendo en un enorme hoyo negro donde cada vez en más regiones la prensa es amordazada, tiene prohibido informar.
”En lugares como Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Veracruz, Estado de México, el terror se va imponiendo el silencio, se cancela cualquier posibilidad de crítica, cualquier voz discrepante, cualquier mirada escrutadora. El derecho a la información recibe tiro de gracia”. Para el colectivo de en el estado de Veracruz no existen condiciones para el ejercicio de los reporteros y la falta de castigo a los agresores ha generado que se recrudezcan los ataques. “Veracruz es uno de los lugares más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo. Veracruz es sinónimo de muerte para los periodistas”.
Romana de la Cruz Ortega reportera de Coatzacoalcos señaló en el Ángel de la Independencia: “hoy no sólo somos Gregorio, hoy no sólo somos los reporteros del estado de Veracruz, hoy somos todos los comunicadores de este país quienes ante el lamentable caso de nuestro colega Gregorio, hemos efectuado un hecho histórico que atrevo a llamar la revolución de los comunicadores, de los verdaderos reporteros, del periodista que busca difundir la verdad a la sociedad”.
Informó que el gobierno de Veracruz le está dando a la familia de Gregorio Jiménez una vivienda y un subsidio, pero aún no es suficiente, por eso se pide la reestructuración de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (Ceapp). “No sólo pedimos al gobierno veracruzano, se lo exigimos también a Enrique Peña Nieto. Que garanticen la seguridad de los comunicadores de todo el país. Hoy todos somos Goyo y nadie en Veracruz quiere ser el número 11”.
En Coatzacoalcos, se replicó esta manifestación nacional; los periodistas salieron a caminar las principales calles de Veracruz y se realizó una concentración en el parque Independencia, como sucedió el pasado cinco de febrero, cuando fue secuestrado Gregorio Jiménez de la Cruz. Al grito de “Prensa, no disparen” y “Goyo, estás presente”, los comunicadores exigieron mayor seguridad para la zona sur y la libertad para manifestarse sin que exista una presión a los medios de comunicación.
De nuevo los comunicadores llevaron cubrebocas que emulaban mordazas, con las leyendas “Todos Somos Goyo” y “Libertad de expresión”. A la marcha se unieron algunos conductores de taxis, quienes han venido denunciando un incremento de la delincuencia en la ciudad. En el estado de Veracruz, esta marcha también se replicó en Veracruz y Xalapa, donde se han concentrado el mayor número de agresiones a la prensa y asesinatos.
En Xalapa también protestan
“Javier Duarte de Ochoa, el gobernador más peligroso para periodistas”, “¿Y Bermúdez? ¿Cuándo renuncia?” y “Gina, la prensa te saluda”, eran las consignas plasmadas en cartulinas de los periodistas que se manifestaron en la capital del estado para exigir justicia para los 10 compañeros asesinados, porque “Veracruz es sinónimo de muerte para periodistas” y unidos en 19 ciudades de 14 estados del país, al gobierno de Veracruz se le exigió que se garantice la seguridad de los periodistas que se han manifestado en solidaridad con Gregorio Jiménez, cesen las presiones a los medios de comunicación, y no se utilicen los convenios publicitarios como elemento de censura ni para premiar coberturas favorables en la prensa estatal.
En la entidad veracruzana se sumaron los periodistas de Coatzacoalcos, Veracruz y Xalapa, a la protesta “Prensa No disparen”, que tuvo lugar en el Distrito Federal, Cuernavaca, Morelos; Guadalajara, Jalisco; Morelia, Michoacán; Villahermosa, Tabasco; Monterrey, Nuevo León; Hermosillo, Sonora; León, Guanajuato; Querétaro, Querétaro; Jalpan, Querétaro; Culiacán, Sinaloa; Mérida, Yucatán; Fresnillo, Zacatecas; Campeche, Campeche; Reynosa, Tamaulipas; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Mexicali, Baja California; Juchitán, Oaxaca; Chihuahua, Chihuahua.
Después de recorrer el primer cuadro de la ciudad, al llegar a la Plaza Lerdo, se leyó un comunicado: “¿Por qué nos manifestamos? Los ciudadanos se preguntan ¿qué hacen los periodistas tomando las calles? ¿Por qué se concentran en el Ángel de la Independencia, en esta plaza y en una veintena de ciudades del país? Les parece raro que hoy no estamos con libreta, cámara o grabadora persiguiendo las noticias, que hoy somos los protagonistas de las noticias. Y sabemos que algo está podrido en una sociedad donde quienes deben dar la noticia se convierten en la noticia.
”Con Gregorio el gobierno de Javier Duarte completó diez periodistas asesinados en Veracruz desde diciembre de 2010, cuando asumió la gubernatura, y cuatro desaparecidos. A la suma nefasta agregamos a decenas de reporteros que han tenido que salir huyendo del estado para salvar su vida y hoy se buscan la vida como pueden en otras ciudades de México o en el extranjero. Veracruz es uno de los lugares más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo. Veracruz es sinónimo de muerte para los periodistas.
”Pero Veracruz no es caso aislado. Entre julio de 2000 a febrero de 2014, 87 trabajadores de la comunicación fueron asesinados en el país y otros 20 están desaparecidos. Al menos cuatro de ellos en Veracruz: Jesús Mejía Lechuga de Martínez de la Torre, Gabriel Manuel Fonseca Hernández de Acayucan; Sergio Landa Rosado de Cardel; Evaristo Ortega de Misantla”.
Así se recordó el crimen contra los periodistas asesinados en el estado, entre ellos, Regina Martínez, porque “México está en la lista negra de países donde matar un periodista sale barato, pues los silenciadores no pagan sus culpas”.
Prosigue el comunicado: “90 por ciento de los asesinatos de periodistas no han sido resueltos. Se han creado fiscalías, comisiones, mecanismos de protección a periodistas y se han gastado cientos de millones de pesos en instituciones burocráticas abocadas a la defensa de los periodistas, pero en este país los periodistas siguen cayendo como moscas. México es país de la impunidad y de la simulación. Gregorio fue el último y ya no queremos seguir enterrando a más compañeros”.
Así a nivel nacional los periodistas piden al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, garantice las condiciones para el ejercicio de la libre expresión en México, y que instrumente una estrategia especial para proteger la integridad física de los trabajadores de los medios de comunicación en todo el país, empezando por Veracruz.
A la Procuraduría General de la República (PGR), a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión (Feadle), exigen que amplíe y profundice las investigaciones relacionadas con el asesinato de Gregorio Jiménez de la Cruz, y que solicite la incompetencia del juez para que el caso sea asumido por un juez federal.
“Que los órganos de Estado como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, rindan cuentas de su desempeño. Han dispuesto de recursos millonarios pero la vida de cientos de periodistas sigue amenazada.
”A la Comisión Especial para Atender Agresiones contra Periodistas del Senado de la República le exigimos que cumpla con su responsabilidad y cite a comparecer al procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y al encargado de despacho de la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, Luis Ángel Bravo, para que expliquen los avances en las investigaciones respecto a los asesinatos de periodistas en Veracruz.
”Y al gobierno de Veracruz le exigimos que: se garantice la seguridad de los periodistas que se han manifestado en solidaridad con Gregorio Jiménez; cesen las presiones a los medios de comunicación, y no se utilicen los convenios publicitarios como elemento de censura ni para premiar coberturas favorables en la prensa estatal. Se establezca un fondo que garantice pensiones para los dependientes económicos de los periodistas asesinados y se pague la educación de los menores de edad hasta el nivel superior, ya que el asesinato de periodistas se debe a la impunidad y a la falta de garantías para ejercer el periodismo”, concluye.
Demandan ejercer profesión sin presiones
La ciudad de Veracruz se sumó a la veintena de ciudades donde tuvieron lugar reuniones de reporteros en lugares públicos de manera simultánea protestando contra la violencia sufrida por los comunicadores. Bajo las consignas “Prensa, no disparen” y “Frente a las balas de intolerancia, nuestras palabras”, los comunicadores expresaron su repudio al crimen de Gregorio Jiménez, quien investigaba la violencia en Coatzacoalcos.
Los reporteros y fotógrafos se congregaron frente al Tranvía del Recuerdo, en el centro histórico de la ciudad y leyeron un comunicado donde enfatizaron que Veracruz es el estado más peligroso para ejercer esa profesión. En lo que va de la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa, 10 periodistas han sido asesinados y otros tres están desaparecidos.
Las imágenes de las manifestaciones de periodistas en ciudades como Monterrey, Guadalajara y la ciudad de México, se ven mensajes de apoyo hacia Veracruz, en especial por el caso de Gregorio Jiménez. Desde la desaparición del reportero el cinco de febrero, los reporteros de Coatzacoalcos protestaron todos los días, incluso después del hallazgo de su cuerpo seis días después en un paraje de Las Choapas.
El activismo de los reporteros de Coatzacoalcos encontró eco en la ciudad de México y otros estados, desatándose una campaña en redes sociales con más de 2 millones de menciones diarias sobre el tema cada día.
Detienen al periodista Felipe Madrigal en Orizaba
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) aseguró que el reportero salió tras pagar una fianza de 3 mil pesos y la PGJ dio a conocer que inició una investigación de hechos para deslindar responsabilidades.
En relación con la detención, por parte de la Policía Municipal de Orizaba, del periodista y activista social Felipe Madrigal Rodríguez, el gobierno del estado informa lo siguiente: “El gobierno municipal de Orizaba indicó que durante una manifestación de comerciantes que protestaban en contra de inspectores de comercio del ayuntamiento, se generó una confrontación con elementos de la Policía Municipal.
A decir de autoridades del ayuntamiento de Orizaba, la manifestación fue replegada cuando inconformes agredieron a servidores públicos, por lo que fueron remitidos a la Comandancia de Policía para posteriormente ser consignados ante la autoridad ministerial por ultrajes a la autoridad.
Al conocer los hechos, la Comisión Estatal para la Atención y Protección del Periodista (Ceapp) entabló comunicación con el reportero para ofrecer asistencia y apoyo. De igual manera, la CEDH a través de un delegado, se entrevistó con el comunicador para abrir un expediente de hechos.
Este domingo por la tarde, la CEDH aseguró que el reportero salió tras pagar una fianza de 3 mil pesos, y la Procuraduría General de Justicia de Veracruz (PGJ) dio a conocer que inició una investigación de hechos para deslindar responsabilidades.