lunes, 10 de octubre de 2011

Por violencia y desempleo, pobladores abandonan comunidades de la Sierra


RODOLFO VALADEZ LUVIANO (Corresponsal)

Atoyac, 8 de octubre. Debido a factores como la falta de empleo, la inseguridad, la pobreza, así como oportunidades para mejorar sus niveles de vida, varias comunidades de la parte serrana de Costa Grande han sido abandonadas por sus pobladores, convirtiéndose en verdaderos pueblos fantasmas.

En esas mismas localidades los instructores comunitarios han dejado de trabajar en las escuelas por carecer de alumnos.

Uno de esos casos es el pueblo de La Galera, ubicado en la parte alta de la sierra de este municipio en los límites con San Miguel Totolapan. “Ahí, los que vivíamos nos manteníamos de la venta de frutas como el aguacate, durazno y otros frutos que, debido a que sus precios bajaron, dejaron de dar ganancias económicas a quienes nos dedicábamos a su cultivo”, lamentó Juan Pastrana antes de salir de su casa donde vivió por más de 20 años.

“Esa tierra me vio nacer, ahí crecí y la dejo con un gran sentimiento porque les dije a mis hijos que quería que me enterraran aquí pero no va ser posible. Me los traje porque no quiero que se mueran de hambre, ya que ahí no hay nada, sólo un clima bonito pero muchas carencias, y prueba de ello son las aulas de las escuelas, donde antes los menores reían, jugaban y estudiaban hoy están solas y sin maestros”, asentó.

En entrevista el poblador aseguró que lo mismo pasa en las comunidades de Palos Altos, Linda Vista, Campamento de Vacas, Casas Quemadas que están en la sierra de San Miguel Totolapan donde los pobladores decidieron emigrar a otros lugares en busca de vivir mejor y buscar oportunidades que los gobiernos tanto municipales como estatales no les ofrecen.

Por su parte, el asesor del gobernador Ángel Aguirre Rivero, Francisco Abarca Escamilla, dijo que el gobierno del estado tiene presente esta problemática, la cual no sólo sucede en esa región sino en otras de Tierra Caliente y Costa Grande, donde los serranos están siendo orillados a desplazarse a otros lugares empujados por la inseguridad, la falta de empleo y las múltiples carencias que existen para lograr un mejor desarrollo.

Abarca Escamilla alertó que de no aplicarse políticas gubernamentales que impulsen el desarrollo de los pueblos de la parte alta y media de la sierra, se corre el riesgo de que se conviertan en pueblos fantasmas.

Fuente: La Jornada de Guerrero

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