jueves, 20 de enero de 2011

El tour a París


Miércoles 19 de enero de 2011

Asombra e indigna, por decir lo menos, la respuesta del presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, el panista Felipe de Jesús Cantú, ante el reportaje publicado el viernes de la semana pasada en Reforma, bajo la firma de la reportera Carole Simonnet, intitulado: “Patrocina Cámara 4 tours por París”.

Ni siquiera estaba enterado de los pormenores del viaje, presuntamente organizado por él y su abundante equipo de asesores, como el propio aludido lo confesó con cierto candor. A su poco profesionalismo habría que añadir su irresponsabilidad en el uso de los recursos públicos —dispone de ellos como si fueran de su propiedad— para un viaje improductivo y oneroso, tal como lo advertí en su momento, al renunciar a ir con el resto de los legisladores.

La lógica patrimonialista del diputado Cantú queda clara al lamentar, en una entrevista posterior a la publicación del reportaje, que una de las personas a las que “promovió” para que conociese más de energía nuclear en Francia, estuviera en desacuerdo con el tour.

Poco le faltó para decirme literalmente: “malagradecida” al devolver los boletos de avión y razonar mi posición en una carta dirigida a la Junta de Coordinación Política en diciembre, a la cual tuvo acceso la reportera de Reforma.

Cantú dijo más: “Desde que iniciamos la gestión, en virtud de que el nivel de conocimiento de los diputados en materia de especialización no es el mayor, se ha buscado acrecentar el nivel de conocimiento de cada uno de los rubros, entre ellos el desarrollo de proyectos de energía nuclear”. El hecho de que él sea un aprendiz en la materia no significa que los demás compartamos su desconocimiento. Por lo menos, yo no.

El tema lo conozco desde hace años. He sido una opositora a proyectos nucleares como el de Laguna Verde, al cual alude en la misma entrevista. Instalaciones que, por cierto, he visitado en varias ocasiones.

El patrimonialismo que caracterizó a los gobiernos priístas ha empeorado con la frivolidad y el cinismo con los que el panismo hace uso de los recursos públicos desde 2000 a la fecha. En otras palabras, la derecha reaccionaria blanquiazul no se ha conformado con difuminar cada vez más la esfera entre lo público y lo privado, sino que ha impulsado una clara política de privatización del presupuesto en los tres niveles de gobierno, aunque el fenómeno inicia en las bancadas panistas de los diversos órganos legislativos federal y estatales, y aún en los cabildos municipales.

Simplemente se trata de traficantes de influencias incrustados en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para hacer negocios a costa y en perjuicio del erario público. Cabilderos de monopolios nacionales o empresas trasnacionales. Comisionistas a sueldo de los grandes capitalistas.

Esa es precisamente la explicación del tour a París: hacer negocios en perjuicio del patrimonio nacional. Por ejemplo, con BNP-Paribas. Estas siglas pertenecen a un banco, con el que tuvieron su primera cita y comida. Ellos no son expertos en energía nuclear, sino en finanzas, y se especializan en hacer grandes negocios dando créditos. Pero además aceptar una comida contraviene entre otras cosas el nuevo reglamento para el cabildeo en el Congreso. La ética es lo de menos. Pero de eso escribiré en una próxima entrega, así como de diversas denuncias que me han hecho llegar a través del facebook.

Fuente: El Universal

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