miércoles, 29 de septiembre de 2010

Sólo un minuto para responder a Cordero


Martes 28 de septiembre de 2010
Juan Arvizu | El Universal

Es de risa. Un minuto para revirar al secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, porque lleva prisa, y el caballero va al rescate de damnificados en Veracruz. Un minuto y contando. Y para eso desmañanaron a los diputados federales, con cita a las ocho de la madrugada en San Lázaro.

Y todo para que Ernesto Cordero deje sin respuesta lo que de tanto preguntarse por los grupos parlamentarios desgasta el énfasis de interrogante y suena a afirmación: si los priístas bajan el IVA, el Presidente vetará el Paquete Económico de 2011.

Lo preguntan Gerardo Fernández Noroña (PT), Sebastián Lerdo de Tejada (PRI), Mario di Costanzo (PT), Ildefonso Guajardo (PRI) y reporteros también, cuando sale del salón verde, que es un recinto de sesiones del pleno en “chirris”, al tamaño, dicen hoy, de un simulacro de comparecencia en comisiones en San Lázaro.

Cordero se rehúsa a sacar la espada de Damocles de esta historia: el veto presidencial. Deja correr la inquietud. No dice no, y la lógica política reporta que “nomás no es sí”. Querer rasurar 1% del IVA confronta a panistas contra priístas. Don Pedro Jiménez, de Convergencia, advierte: ¡ese es un falso debate! Lo fuerte será una reforma fiscal integral.

El toque histriónico corre a cargo del jefe de asesores de Cordero, un pastor de doctores en Economía de la élite hacendaria, impulsivo: Ignacio Quesada Morales, quien retira de la derecha del secretario, como si fuera un alacrán, ¡un ramo de rosas!, que le llevó Gerardo Fernández Noroña, en una puntada de más.

A la derecha del presídium tiene trinchera una decena de hombres de gris. Desesperan en la búsqueda de datos en carpetas blancas. Marcan hojas, las llevan al secretario Ernesto Cordero, quien articula respuestas insuficientes, le dice la oposición.

El lecho de rosas que le obsequian, al secretario Ernesto Cordero lo “catafixia” por una corona de espinas, a fuerza de no explicar, no decir ni lo obvio, como lo demuestra el diputado priísta Ildefonso Guajardo Villarreal que le dice: hubiera sido aplaudido de haber traído un programa presupuestal de 100 mil millones de pesos para daños por desastres. Sin haber dado indicio alguno de ello, dijo que sí, que habrá gastos para megacatástrofes.

La tarde trae al secretario de las tempestades, Genaro García Luna, de rostro blindado contra críticas. Responde con ademanes de determinación. Ha domado su dicción de lija. Oye la crónica dantesca de las víctimas de la delincuencia y salva la cara con la promesa de enviar respuestas por escrito.

Así, ambos secretarios revientan el modelo de comparecencias, que suenan a simulacro.

Fuente: El Universal
Difusión: Soberanía Popular

No hay comentarios: