miércoles, 29 de septiembre de 2010

Chis/Méx. Denuncia por Abusos de Sacerdote en Chiapas

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, a 28 de Septiembre de 2010.


A LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.
A LA PARROQUIA DE TILA, CHIAPAS.
A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS INDÍGENAS Y DE LAS MUJERES.
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
A LA OPINIÓN PÚBLICA.

El Movimiento de Resistencia Popular del Sureste (MRPS–FNLS) hace la siguiente

DENUNCIA PÚBLICA

por las actitudes autoritarias, discriminatorias hacia las mujeres, racistas, ofensivas e incluso violentas que lleva a cabo de manera habitual el sacerdote José Gerardo Herrera Alcalá, quien desde fines de 2009 oficia en la parroquia de “San Francisco de Asís”, del ejido Petlacingo, municipio de Tila, Chiapas.

Como MRPS–FNLS hemos sido foco permanente de sus ataques políticos, sobre todo porque en sus misas exige a los creyentes que dejen de escuchar nuestra estación de radio popular Sk’op Klumaltik 95.3 FM, y que no mantengan ningún tipo de relación con nosotros, ya que somos socialistas y eso equivale a cosas demoniacas; además de pregonar que el Socialismo busca quitarle sus casas a la gente, etc, etc…

Lo anterior no nos afecta ni nos preocupa, pues hemos sabido demostrar con trabajo y congruencia que tenemos un compromiso político firme al lado de nuestro Pueblo empobrecido. Sin embargo valoramos que el resto de sus conductas, que van desde las más reaccionarias hasta la generación de conflictos comunitarios, sí pueden afectar de algún modo las formas de vida y convivencia de la población indígena de Petalcingo. Es por esta razón que como MRPS–FNLS hacemos hoy esta denuncia, y además porque el mismo Pueblo Creyente del ejido ya se ha manifestado en contra de tales atropellos, ha emitido volantes y enviado una carta al párroco Heriberto Cruz Vera, sin que sea atendido su justo reclamo.

En seguida presentamos un breve recuento de algunas de las conductas deplorables que ha realizado el sacerdote José Gerardo Herrera Alcalá en el pueblo Tzeltal de Petalcingo:

• En una plática con varias señoras de la comunidad, les decía que en la casa los hombres son los que mandan, los que tienen la última palabra, los que deciden el destino de la familia y que tenían la obligación de obedecerlos. Una mujer le contestó que ella también tenía derechos y no sólo su marido, porque ella también trabajaba, molía el maíz, hacía la tortilla, el pozol y el aseo de la casa. El mencionado sacerdote procedió de inmediato a golpearla con vara en la cabeza; obvio es que esa señora se retiró al instante y ahora ha ingresado a una religión evangélica.

• De 190 jóvenes que en enero iniciaron su preparación para confirmación y primera comunión, 90 se retiraron ya que el sacerdote en cuestión frecuentemente utilizaba un palo para golpearles en la palma de las manos cuando no hacían lo que él consideraba correcto.

• Ha puesto apodos ofensivos a varias personas. A un señor le dice “el calavera”, porque su constitución física es muy delgada. A otro le llama “el judas”, y cuando se le pregunta la razón, contesta que nomás lo miren cómo anda, cómo camina chueco…

• Ha sido constante su falta de respeto a las costumbres indígenas del lugar, imponiendo un sinnúmero de arbitrariedades. La pasada Semana Santa, sin consultar a la población local, no permitió que se tocaran la flauta y el tambor, que son los instrumentos tradicionales para esas celebraciones; simplemente los sustituyó con una ¡banda de guerra!, como la usada para los honores a la bandera nacional. Tampoco admitió que se realizarán el ritual y la ceremonia que se acostumbran en esas fechas, cuyo significado profundo es de una gran importancia para los pueblos indígenas. Tampoco permitió que el nazareno saliera en la procesión tradicional, sino que lo dejó encerrado todo el día en la cárcel; pero además, nuevamente contrariando la añeja costumbre, hizo que fueran los niños y no los ancianos quienes lo metieran en dicho sitio. Y para justificar sus caprichos recurrió al engaño, diciendo a los creyentes que esos cambios se explicaban en un supuesto “apartado de la Biblia”.

• A un grupo de señores que le manifestaron su deseo de representar a los apóstoles en esas celebraciones religiosas, les contestó que primero pagaran impuestos, agua, luz y que se lavaran los pies con cloro porque les apestaban bastante…

• Recién se hizo cargo de la iglesia en Petalcingo, es sus misas insistió en que se haría todo lo que él dijera, que no existía ninguna opinión que valiera más que su palabra.

• Para las celebraciones de diciembre, obligó a los creyentes a que dieran comida completa en las entradas, y no el café y galletas que siempre se ha ofrecido. Con ello no sólo muestra su desconocimiento y falta de sensibilidad a la situación económica de la zona, sino que además hizo burla del sencillo refrigerio acostumbrado.

• Cuando las personas creyentes acuden a él para cualquier asunto, siempre pregunta si le trajeron un pollo o un guajolote… Así mismo insiste en que las “ofrendas” deben ser entre 15 y 20 pesos, cuando esa cantidad suele ser el ingreso diario promedio en la zona.

• En una ocasión dijo a la gente que fueran a Tila, que les iban a repartir despensas. Acudieron muchas personas, pero no hubo tal repartición; y quienes después le hicieron el respectivo reclamo, recibieron por respuesta la burla del sacerdote.

• En sus misas constantemente promueve los diferentes programas gubernamentales, bajo el falso argumento de que gracias a éstos la gente podrá salir de la pobreza. Con ello no sólo pasa indebidamente por encima de las legítimas opciones políticas de quienes militan en organizaciones que se encuentran en Resistencia a éstos, sino que además incurre en agravar la polarización y confrontación social al interior del ejido. Tal es el caso del FANAR (antes llamado PROCEDE), contra el cual nosotros como MRPS–FNLS hemos emprendido una lucha tenaz por tratarse de la nociva privatización encubierta de tierras ejidales, y que al ser ahora promovido irresponsablemente por este sacerdote constituye un nuevo foco de conflicto para nosotros con los grupos gobiernistas del PRI y PVEM. Por ello desde ahora señalamos al sacerdote José Gerardo Herrera Alcalá, como corresponsable de cualquier hecho violento que se suscite en Petalcingo derivado de disputas en torno a dicho problema agrario.

• En igual sentido lo responsabilizamos de futuros conflictos que puedan generarse con motivo de nuestra legítima lucha de Resistencia al Pago de las Altas Tarifas de la Energía Eléctrica, ya que a través de sus misas también se dedica a presionar a la gente, “en el nombre de Dios”, para que pague los injustos recibos que arbitrariamente pretende cobrar la CFE. Lo mismo exactamente sucede con su intervención para tratar de obligar al ejido a pagar el impuesto predial, cuando la suspensión de dicho pago fue un acuerdo de asamblea debido a que por más de 40 años se cobró en base a un excedente de tierras que ilegalmente han estado en manos de un terrateniente.

• Resulta también muy sospechosa su insistencia para que la gente acepte que Petalcingo se convierta en un nuevo municipio, pues éste proyecto, ante el cual el MRPS–FNLS se opone rotundamente y luchará en contra, es el anhelo histórico de algunos caciques locales que atrincherados en los partidos políticos (antes en el PRI y ahora en el PVEM) lo que buscan es hacerse de un feudo bajo su control gangsteril.

Por los hechos antes expuestos y que son del conocimiento general de la población de Petalcingo, exigimos con todo respeto al Obispo Felipe Arizmendi y al Párroco Heriberto Cruz Vera que tomen cartas en el asunto y procedan a la brevedad posible a retirar al sacerdote José Gerardo Herrera Alcalá de su responsabilidad al frente de la parroquia de “San Francisco de Asís”. Consideramos que no queda espacio para que corrija su deplorable conducta, ya ha hecho suficiente daño.

La gravedad de sus actos autoritarios, racistas, machistas, violentos y ofensivos, sumados a la provocación de conflictos comunitarios por su irresponsable interferencia en temas que históricamente han polarizado a los distintos grupos políticos del ejido, son razones suficientes para valorar que su presencia en Petalcingo es demasiado nociva y por lo tanto es necesaria su pronta remoción.


¡Por la Liberación del Pueblo Oprimido!

Movimiento de Resistencia Popular del Sureste (MRPS–FNLS)



¡Por la Unidad Obrero, Campesina, Indígena y Popular!

Coordinación Estatal Chiapas del
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS)

Fuente: REDH
Difusión: Soberanía Popular

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