lunes, 12 de abril de 2010

Marchan ex braceros hacia el DF en demanda de fideicomiso


MARTIN CATALAN LERMA

Más de 200 ex braceros emprendieron ayer su viaje al Distrito Federal para exigir que el gobierno federal cumpla con el pago de 38 mil pesos como apoyo a quienes laboraron en Estados Unidos entre 1946 y 1964. Además, presentarán una propuesta en la que se comprometen a firmar un finiquito del adeudo si se aprueba el pago de 100 mil pesos más a cada ex bracero.

Alrededor de las 10 horas, los ex braceros se conglomeraron en Plaza de Armas. Después de darles a conocer detalles logísticos sobre el viaje, marcharon hacia el bulevar Adolfo López Mateos, donde los esperaban 40 autobuses, hasta que, cerca de las 14 horas, partieron hacia San Luís Potosí.

Durante su primera escala, en la capital de ese estado, realizaron una marcha y un mitin. Por la noche, hicieron lo mismo en la ciudad de Querétaro. Finalmente, todos los contingentes provenientes de varios estados confluyeron en Tepeji del Río, lugar en el que pernoctaron y donde inicia la marcha el día de hoy.

Según el plan, los contingentes se trasladarían al Distrito Federal hoy por la madrugada para iniciar formalmente su marcha, en la cual los participantes se turnarían la caminata, es decir, mientras algunos descansan en los autobuses, los demás caminarán. Los contingentes descansarían en Lechería y posteriormente en Azcapotzalco, hasta dirigirse al centro de la ciudad de México.

“Esperamos que el presidente de la República y el Congreso de la Unión se sienten a negociar con los contingentes de ex braceros, pero en una sola mesa, porque siempre hacen las cosas por separado y el Ejecutivo se deslinda del Congreso y viceversa. Por eso planeamos una negociación con una representación del Estado mexicano”, comentó Efraín Arteaga, dirigente de la organización Braceroproa.

Ante esas instancias, la organización de ex braceros presentará una propuesta de ley que posibilite el pago de un apoyo de 38 mil pesos en un solo ejercicio fiscal y que se establezca que a cada bracero o beneficiario se le entreguen 100 mil pesos, cantidad mediante la cual se aceptaría firmar el finiquito de la deuda.

Durante la espera en Plaza de Armas, el diputado Samuel Herrera manifestó su solidaridad con las demandas de los manifestantes, porque, a pesar de su labor en Estados Unidos, ahora son adultos mayores enfermos y abandonados en el campo de Zacatecas y el país.

Como secretario de la comisión de ex braceros del Congreso de la Unión, el diputado informó a los asistentes que el próximo martes les recibirá y escuchará sus demandas a las 12 horas.

También aseguró que el Congreso de la Unión exigirá la liberación de 300 millones de pesos aprobados el año pasado para pagar a los ex braceros. Añadió que propondrá una partida especial de 4 mil 500 millones de pesos para pagar a 172 mil ex braceros registrados en todo el país.

La necesidad de viajar

Los ex trabajadores migrantes, visiblemente preparados para viajar, con maletas y mochilas de todos los tamaños, donde cargan una cobija, una chamarra y una botella de agua, además de su esperanza por ser ayudados, mostraron su disposición para hacer cualquier cosa porque el gobierno satisfaga sus demandas, incluso caminar largas distancias.

Rebeca Pinedo Aguilera, de 72 años de edad y cuyo esposo falleció en Carolina del Norte, Estados Unidos, dijo que su participación en la marcha se debe a la necesidad de que se le regrese el recurso “que es nuestro”.

Comentó que participar en marchas y protestas es muy cansado, sobre todo para personas de su edad, pero que todo se hace con la esperanza de que el gobierno federal pague el dinero “arrebatado”, a través de un fideicomiso. Por eso “voy a caminar, por la necesidad”

Por su parte, Román García Lara comentó que estuvo trabajando en Estados Unidos en tres ocasiones distintas, bajo diferentes contratos y calificó al gobierno como “ratero jodido”, porque no le ha regresado su dinero obtenido con mucho esfuerzo. “Yo quiero que el gobierno se dé cuenta que estamos luchando y que tiene que pagar nuestro dinero”, expresó.

Fernando Casas, con 78 años de edad, recordó su estancia en Estados Unidos entre 1950 y 1966, tiempo en el cual trabajó bajo contratos de días, semanas o meses. El motivo por el que decidió ir a trabajar allá es porque en aquel tiempo en Zacatecas no había ningún tipo de oportunidad para desarrollarse.

“Yo estaba muy pobre cuando me fui, había mucha pobreza, y en Estados Unidos había mucho trabajo. Nos llevaron a unos campos de algodón en Texas. Había veces en que nos pagaban hasta después de tres o cuatro semanas y vivíamos entre chinches y pulgas. Después de muchos años jalé mucho dinero, me compré un terreno aquí e hice casas, porque no teníamos, pero ahora nos ha robado el gobierno parte de ese dinero”, comentó.

Fuente: La Jornada de Zacatecas
Difusión: soberanía popular

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