martes, 25 de diciembre de 2007

Gran Bretaña el retiro de Irak

leonardo boix

El doctor iraquí, Mowaffak Al-Rubaie, consejero para la Seguridad Nacional de Irak, sonreía mientras se izaba la bandera iraquí en el aeropuerto de Basora, en el sur del país, tras la firma oficial del “traspaso” por parte de las tropas británicas del control de la seguridad a las fuerzas locales, cuatro años y medio después de la sangrienta invasión anglo-estadunidense de marzo de 2003.Al-Rubaie aprovechó esa escueta ceremonia oficial la mañana del pasado 16 de diciembre para calificar la fecha como “un día histórico”, que representa finalmente “una victoria para Irak”.A su lado se encontraba el ministro de Exterior británico, el joven David Miliband, representando a Gran Bretaña, quien también sonreía al presenciar el acto.“Nuestro objetivo es ver un Irak gobernado por todos los iraquíes y Gran Bretaña seguirá siendo un amigo leal de Irak”, dijo el jefe del Foreign Office.Y no era para menos. El traspaso de la seguridad por parte de las tropas británicas marca un nuevo paso en la retirada militar del sur iraquí, y el fin esperado a los peores dolores de cabeza de Londres, que ha perdido 174 soldados en esa campaña militar.Otro de los allí presentes, el general inglés Graham Binns, quien lideró a las tropas en la ciudad de Basora en 2003, dijo que, a partir de ese momento, ésta ciudad del sur iraquí “comenzará a recobrar su fuerza”.Después del protocolo, los delegados británicos e iraquíes firmaron el “memorando de entendimiento” que formalizó el traspaso oficial del control de la seguridad y delegaba toda la responsabilidad a las autoridades iraquíes.Al-Rubaie agradeció a las tropas británicas por “proteger” a la ciudad de los ataques constantes de la insurgencia, por entrenar a soldados y a policías iraquíes y por ayudar a reconstruir la economía local.También elogió los “sacrificios” realizados por la población de Basora. “Esto significa una victoria para Irak y una derrota para sus enemigos”, agregó.Sin embargo, tanto los británicos como las autoridades iraquíes saben perfectamente que los problemas no terminaron con esa ceremonia, ya que, a partir de la firma del acuerdo, las tropas iraquíes serán las responsables absolutos de coordinar la contraofensiva contra la insurgencia cada vez más organizada y combativa.El propio general Binns dudó que las fuerzas de seguridad iraquíes estén listas para la transferencia del control, aunque aclaró que, sólo con una reducción de la violencia, Basora podrá beneficiarse.“Vine para expulsar a los enemigos de Basora y ahora entrego formalmente el control de seguridad a sus amigos”, subrayó el militar en tono triunfalista.Las tropas británicas sólo realizarán ahora tareas de ayuda y se involucrarán en operativos de combate si ellas son atacadas o si los comandantes iraquíes se lo piden. De manera concreta, los 4 mil 500 soldados de Gran Bretaña aún en Irak, se enfocarán en los operativos de entrenamiento de las fuerzas iraquíes. A partir de la próxima primavera (boreal), ese total será reducido a 2 mil 500 efectivos.Dentro del grupo de delegados iraquíes presentes en la ceremonia se encontraba el gobernador de Basora, Mohammed al Waili, quien se mostró a favor de crear “un ejército para una ciudad libre”. Para el funcionario, las armas y municiones “deben estar sólo en manos de las fuerzas armadas”.Pero no todos fueron optimistas al respecto. El coronel Bob Stewart, excomandante británico de las fuerzas de la ONU en Bosnia, sostuvo, tras finalizada la firma del acuerdo, que el único logro conseguido en Irak fue derrocar del poder a Sadam Hussein.“Logramos deshacernos de Sadam, pero no pudimos darles a los iraquíes una mejor vida. Si tuviéramos que dar una puntuación de 1 a 10 sobre cómo vive una persona en Basora, probablemente le daríamos un 3", comentó el militar.Basora es la novena de las 18 provincias iraquíes que recupera el control de la seguridad que estaba en manos de las fuerzas británicas, después de que lo hicieran otras regiones, como Muthanna, Maysan y Dhi Qar.Desde Londres, los medios británicos alabaron la retirada y la entrega del control por la seguridad, que le resta responsabilidad a Gran Bretaña en el caos iraquí.En un sondeo a mil vecinos de Basora realizado para el programa BBC Newsnight el pasado 15 de diciembre, más del 85 por ciento dijo que cree que las tropas británicas tuvieron un efecto negativo en la provincia iraquí desde 2003.Según la mayoría de los consultados, los soldados británicos lo único que han hecho es generar divisiones, desconfianzas y militarizar la zona.Un tercio de los entrevistados sí se mostró optimista al respecto, y dijo que sin las tropas la seguridad local mejorará después del traspaso.“¿Por qué invadimos?”De todos modos, en Gran Bretaña la reducción de tropas inglesas en Irak no amainó las críticas a la invasión a este país. La primera en formular una crítica fue una de las integrantes del llamado grupo “Detener la Guerra”, que en marzo de 2003 logró convocar a más de un millón de personas por las calles de Londres, para pedir por el fin de la guerra en Irak y el retiro de todos los soldados.La inglesa Rose Gentle, cuyo hijo Gordon murió en Irak en 2004 y quien sigue haciendo campaña para el organismo antibélico, criticó al gobierno de Gordon Brown por la lentitud con la que obró en Basora."No digo que no hayan logrado nada. Simplemente, creo que no deberían haber sido desplegados en primer lugar. ¿Por qué tuvimos que mandar a nuestros hijos a Irak? ¿Por qué invadimos un país extranjero cuando la mayoría de los británicos se oponía a ello?", preguntó la mujer, quien reside en la ciudad de Glasgow, en el sur de Escocia.“Estamos orgullosos de cada uno de ellos por lo que hicieron (los soldados), pero creo que tendrían que haber regresado a casa mucho antes”, agregó.En septiembre pasado y en una medida anunciada por el propio Brown en el Parlamento, el mismo día de su asunción, el pasado 21 de junio, las tropas británicas abandonaron la ciudad de Basora y se trasladaron al aeropuerto de la ciudad.Aunque el propio Primer Ministro sostiene que la violencia se redujo en 90 por ciento en los últimos meses en Irak, la percepción parece ser muy distinta en Basora. En el sondeo, realizado por la cadena de televisión BBC, y comisionado a la consultora iraquí ORB, el 56 por ciento de los entrevistados dijo que la presencia británica en Irak “aumentó la violencia de la insurgencia”. Un 14 por ciento cree que no ha hecho diferencia el contingente militar de Gran Bretaña, y sólo el tres por ciento dijo que esa presencia ha reducido la violencia sectaria. Para el 72 por ciento del total de los vecinos de Basora consultados, la situación de seguridad local sólo mejorará a largo plazo, mientras que un 5 por ciento dijo que empeorará a niveles catastróficos. La situación en Irak es tan grave que un informe del grupo Amnistía Internacional (AI), fechado el pasado 17 de junio, alertó sobre el gran número de refugiados iraquíes que suele cruzar a Siria o Jordania para escapar de la violencia insurgente y de las tropas de la coalición.“No tenemos un hogar adonde ir. Todo nos lo quitaron. No nos queda nada en Irak por lo que volver”, contó Um’ Omar a AI, una mujer quien, junto con sus cinco hijos, se vieron obligados a huir de su hogar en Basora y han pasado a engrosar la lista creciente de personas refugiadas -- más de un millón y medio-- que intentan reconstruir sus vidas en Siria.Según AI, unos dos mil iraquíes cruzan cada día la frontera hacia Siria para escapar de la violencia –atentados suicidas con bomba, homicidios sectarios y otros abusos graves– que se ha convertido en un elemento cotidiano en Irak. La ong, con sede en Londres, denunció que la concentración de personas refugiadas iraquíes es tan grande en algunas partes de Damasco, que distritos como el de Sayyeda Zeinab se han convertido prácticamente en vecindarios iraquíes. En Sayyeda Zeinab se encuentra Zahra, sus cuatro hijas adultas y los hijos e hijas de éstas. La hija mayor de Zahra perdió a su esposo en Bagdad en un atentado con coche-bomba. Hasta ahora, la familia ha sobrevivido gracias a los ahorros que habían traído consigo de Irak.Mientras flamea la bandera iraquí en el aeropuerto de Basora y se repliegan las tropas británicas de la región, reina un frágil y dudoso cese del fuego.Muchos vecinos y pobladores locales se preguntan ahora: ¿Hasta cuándo durará la aparente tregua?

http://www.proceso.com.mx/prisma.html?sec=3&nta=56033

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