Contrario a los reportes aparecidos en noticieros vespertinos, en servicios de noticias por Internet y de informes de miembros de la resistencia civil pacífica que anunciaban que el presidente usurpador permanecería en Campeche, al llegar ayer al filo de las cinco de la tarde a la esquina de la calzada Mahatma Gandhi y Paseo de la Reforma y observar el despliegue de elementos tanto de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal (SSP-GDF), como del Estado Mayor Presidencial (EMP) y de granaderos de la Polícia Federal Preventiva (PFP) quedaba claro que ahí se le esperaba.
Poco antes de las 17:30 los mandos habituales de las tropas del EMP y de la PFP hicieron su aparición dando a diestra y siniestra órdenes, señalando con el dedo índice mientras que los intimidantes granaderos de la PFP daban vueltas en un jardín próximo.
Algunos elementos de la PFP portaban este tipo de arma, probablemente para lanzar granadas con gases lacrimógenos.
Cuando Gerardo Fernández Noroña llegó, los granaderos de la SSP-GDF rápidamente se desplazaron para impedir el paso a la resistencia civil pacífica a las cercanías del edificio del Museo Rufino Tamayo Arte Contemporáneo, cuando esta acompañó a Fernández Noroña a ingresar por la calzada Gandhi, las fuerzas del GDF cerraron completamente la circulación de autos y peatones atrapando con ello a decenas de automóviles que tuvieron que recular por la avenida.
Al mismo tiempo, atrás de nosotros, en la primera sección del Bosque de Chapultepec el EMP controlaba el acceso de lujosos automóviles que intentaban entrar a una cena organizada por la Cruz Roja Mexicana. Un par de consultas por teléfono confirmaron que el presidente usurpador se presentaría ahí. Velozmente Fernández Noroña y las decenas de miembros de la resistencia civil pacífica cruzaron el camellón del Paseo de la Reforma --teniendo particular cuidado de no estropear las recién sembradas flores de cempasúchitl-- para clausurar los accesos a la primera sección del parque.
Los mandos del Cuerpo de Guardias Presidenciales (CGP) ordenaron cerrar inmediatamente las puertas para impedir la entrada de la resistencia civil pacífica mientras no podían evitar mostrar sus sorprendidos y enjutos rostros al dar órdenes al oído de los subalternos.
Así, el largo desfile de vehículos modelo Hummer, Touareg, BMW, algunos blindados, otros más seguidos por otros automóviles erizados de guaruras que al no poder entrar a la primera sección del bosque de Chapultepec eran engatuzados por miembros de la resistencia civil pacífica para hacerlos ingresar a una pequeña bahía de un acceso cerrado al vecino Museo de Arte Moderno (MAM) donde rápidamente les eran aplicadas calcomanías contra el gasolinazo. Los sorprendidos conductores, desde panistas conocidos, gobernadores incrédulos, guaruras armados y militares en vehículos oficiales intentaban escapar de la trampa en reversa sin poder evitar salir con sus automóviles decorados.
Al final de la acción de resistencia civil pacífica, Gerardo Fernández Noroña se acercó al contingente que había mantenido cerrada la entrada principal reuniendo a todos los ciudadanos que habían colaborado y se cantó el Himno Nacional.
Caminaba de regreso por la acera norte del Paseo de la Reforma rumbo a la estación "Chapultepec" del Metro cuando vi que había un grupo de compañeros en la acera opuesta. Al cruzar entre el tráfico nocturno y llegar con ellos me platicaron que de la entrada al Bosque de Chapultepec que está en la curva para incorporar el tránsito al Circuito Interior y por donde ingresaban algunos vehículos, había salido un grupo de elementos vestidos de civil (CGP o EMP probablemente) y habían intentado arrastrar a uno de los compañeros. Cuando me acerqué a fotografiarlos rápidamente cerraron el acceso con vallas metálicas y una especie de malla de alambre.
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