miércoles, 24 de agosto de 2011

FCH, el ingenio promocional


LEOPOLDO GAVITO NANSON - MARTES, AGOSTO 23, 2011

“En este otoño prepárese para una verdadera aventura especial. Es una mirada cercana a una tierra exótica y colorida. Y hay un hombre que conoce este país mejor que todos. Éste no es turismo habitual y tampoco lo es con un guía de turistas habitual. Su nombre: Felipe Calderón y es el presidente de México. Soy Peter Greenberg. Y esto es México, el tour real”.

Tal es el texto que a manera de introducción se escucha en los anuncios que canal de televisión Vme, que la CBS estadounidense difunde para promocionar el documental que estrenará el 23 de septiembre, producido por la empresa WNET, con sede en Nueva York.

Peter Greenberg es un periodista bien conocido por un programa en CBS llamado The Early Show, especializado en turismo y viajes; especialidad que igualmente ha llevado a cabo en las cadenas televisivas NBC y CNBC.

En mayo de este año, durante la Reunión Global de Viajes y Turismo realizada en Las Vegas, Greenberg introducía a su invitado Felipe Calderón como quien tenía “probablemente uno de los trabajos más rudos” y quien “ganó su gobierno con mano firme”. Listaba los temas por los que México aparece en los noticieros: la guerra contra los cárteles de las drogas, la reforma migratoria, armas, desastres naturales, problemas de salud pública… y turismo.

Este Presidente en particular, decía Greenberg, “ha tomado un enfoque personal en el compromiso político y financiero con el turismo y lo ha hecho esencialmente un mandato nacional”. Da entonces la bienvenida al presidente Calderón quien entra al set televisivo montado en el Hotel Aria, seguido por una pequeña asistente militar. Luego de sentarse, Greenberg le da las gracias por “literalmente haber volado para estar con ellos esa noche”. En efecto, el jueves 19 de mayo viajó especialmente a Las Vegas para ser entrevistado por Peter Greenberg. Fue la ocasión en que Calderón afirmó que la guerra afectaba en nada al turismo y que los únicos disparos que recibieron los miles de springbreakers que visitaron las playas mexicanas fueron “shots de tequila”.

Por lo pronto ya se difunden los promocionales de Felipe Calderón como guía de turistas. Uno de ellos, realizado en el Sótano de las Golondrinas en San Luis Potosí, muestra al Felipe Calderón y a Greenberg al momento de ajustar sendos arneses para descolgarse 376 metros de caída libre suspendidos de una piola. Antes del descenso se oye decir al Presidente, “Peter, no te preocupes porque esto es completamente seguro”; seguido de una escena que no tiene desperdicio. En contrapicado se les ve, al Presidente y al periodista suspendidos en el vacío. Con un leve dejo trémulo en la voz, Greenberg le pregunta a Calderón si está asustado. Éste titubea un segundo y contesta que no, que en realidad lo disfruta, “bueno, usted es el Presidente”, dice Greenberg, a lo que Felipe Calderón inopinadamente contesta “de hecho tengo deberes que son más difíciles y más peligrosos”.

“Peter, aquí en el río podemos aprender más de los ancestros de los lacandones”, se oye decir a Felipe Calderón mientras se ve a dos lacandones remar con el fondo de la selva a las espaldas. La cámara abre y en primer plano aparece el Presidente ataviado con estilizada guayabera y con sombrero de jipijapa de ala ancha que toma el remo del indio lacandón a su espalda.

Lo mismo se verá a Felipe Calderón subir en zigzag una pirámide que descender el mar ataviado en outfit de neopreno, aletas, visor y snorkel; dejarse ir en el alambre en declive de una tirolesa, que explicar los sacrificios humanos del cenote de Chichén Itzá acompañado de imágenes suyas en traje de buzo. “Cada vez que vengo aquí a bucear, me asombra lo hermoso que es” y explica el problema de los buzos que fascinados por la belleza del fondo del cenote prolongan el tiempo de su estancia, la implicación es que mueren, pero para su fortuna el Presidente omite el detalle que después de más de los 50 mil de su guerra hubiera parecido innecesariamente descriptivo, incluso de mal gusto.

Desde la vista de un helicóptero, el Presidente describe a Chichen Itzá como” el lugar más importante de la civilización maya”. Temeraria afirmación toda vez que la civilización maya abarca tres milenios y áreas tan vastas además de Yucatán como Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco en territorio mexicano. Además de ciudades importantísimas en Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Entre El Petén, Uxmal, Tikal, Uaxactum y Chichen Itzá es pretencioso decir que una es menos o más importante que otra.

En cualquier caso, en medio de la violencia indiscriminada de su guerra, se presenta la faceta deportista extremo de Felipe Calderón que, en vísperas de su quinto informe de gobierno, ha retomado el recurso aquel de los diálogos con ciudadanos para calentar el ambiente de un informe de gobierno que muy probablemente entregará por escrito a los diputados y salga del edificio del Congreso a un ambiente menos hostil para decir su discurso al auditorio más amable de sus allegados e invitados.

Por lo pronto, los promocionales del programa están al aire en la cadena estadounidense, pueden verse en YouTube aunque aún nadie informa sobre los acuerdos con la CBS y el costo de los esfuerzos gubernamentales para resolver los problemas crónicos de percepción.

Pero el mal fario presidencial invariablemente contradice sus fantasías. Su argumento de que la violencia en México no va dirigida contra turistas se desmorona frente a la violencia aleatoria de los hechos cotidianos. El sábado una balacera afuera del estadio de Torreón, Coahuila, causó pánico entre más de 20 mil asistentes que se tiraron al piso y corrieron hacia la cancha. No era posible ubicar el origen de los tiros. Familias con niños de brazos que habían ido a ver un partido de futbol corrían en busca de protección. El saldo blanco obedece más a la buena suerte que a la capacidad del Estado de dar la mínima seguridad a millones de ciudadanos que viven en la completa indefensión. El Presidente insiste en decir que la violencia no es contra los turistas, como si tuviera el mínimo dominio de la aleatoriedad de lo impensado o sobre los criterios indiscriminados de la sociopatía armada. Calderón muestra las bellezas de un país que es territorio de muerte, donde los ciudadanos centroamericanos al paso de su territorio se ven en la más completa indefensión. Miente y dice que la violencia sólo es entre organizaciones criminales. Tal es la calidad humana del Presidente.

*Es Cosa Pública

leopoldogavito@gmail.com

Fuente. La Jornada de Veracruz

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