jueves, 16 de junio de 2011

Prevén los habitantes de Amatlán destrucción por hidroeléctrica


FERNANDO INÉS CARMONA - MARTES, JUNIO 14, 2011

Orizaba, Ver.- La construcción de una macrohidroeléctrica en Amatlán de los Reyes ya alertó a habitantes de al menos seis municipios del centro del estado. De inicio lo rechazan, y con tres puntos aclaran su postura: Primero, el cauce del río Blanco, dicen, será desviado de su ruta; segundo, tierras que actualmente producen café van a desaparecer y, tercero, presumen filtraciones de aguas contaminadas a los mantos freáticos que surten la zona.

Mediante un documento entregado a La Jornada Veracruz los pobladores de municipios de Amatlán de Los Reyes, Naranjal, Córdoba, Ixtaczoquitlán, Orizaba, Río Blanco, Nogales, Coetzala y Omealca, detallan algunas de las características que, según ellos, tendrá este proyecto hasta el momento no oficial ni público.

El documento entregado por Jairo Guarneros Sosa, participante en las reuniones que ya sostienen vecinos de esos municipios en distintos puntos de la zona centro del estado, explica por qué se asume esa postura.

En el primer punto los vecinos explican en qué consiste el proyecto: “El proyecto hidroeléctrico el Naranjal consiste en desviar la mayor parte caudal del río Blanco, poco después de que se le una el río Metlac, que nace en el Pico de Orizaba y conducirlo por 22 Km (sic) a través de varias localidades del municipio de Amatlán para alcanzar dos tanques reguladores en la parte alta del cerro San José de Gracia, para luego mediante tuberías conducir el agua (aprovechando un desnivel de 250 m) hacia la localidad de Xúchiles –en el municipio de Omealca–, donde se encontraría la casa de máquinas”.

Para ello, dice el documento, se construirá un canal de conducción “a cielo abierto de 14 metros de ancho y 21 kilómetros de longitud a cielo abierto con sifones (capacidad de 120 mil l/s), ancho 14 metros”.

Este canal de conducción “atravesará el municipio de Fortín (Villa Libertad y San Martín), Córdoba, Cuichapa (Barrio Guadalupe, Rancho Filmar, Dos Caminos) y mayormente Amatlán de los Reyes (Acayojalpan, El Porvenir, la Joya, el Otate, Colonia La Toma, la Patrona, Amatlán)”.

Pero, además, tendrá dos tanques reguladores: “En la parte alta de la Sierra San José de Gracia (municipios de Yanga y Cuichapa) utilizados para la siembra del café; un tanque –denominado uno–, de una extensión de 21.9 hectáreas, con capacidad de almacenamiento de 2.1 miles de millones de metros cúbicos, y el tanque dos, de 10 hectáreas, con capacidad de almacenamiento de un mil millones de metros cúbicos y a una altura aproximadamente de 700 metros sobre el nivel del mar”.

El proyecto consta además de una casa de máquinas, “en el municipio de Cuichapa, en la congregación Dos Caminos y Omealca. El desfogue de las aguas se dará cerca del pueblo de Xúchiles (Omealca) a una altura sobre el nivel del mar de 400 metros aproximadamente. La energía generada por dos turbinas tipo Francis en esta casa de máquinas se enviará a la subestación Amatlán”.

Pero, dice, “existen dos opciones todavía no definidas para la generación de energía (una generaría 305 MW y la otra 360 MW). El agua se desfogará en este punto de nuevo al río Blanco”.

En este contexto, se explica, hay otros municipios involucrados: Naranjal, Coetzala, Omealca, así como otros ubicados más abajo de la cuenca hasta su desembocadura en la Laguna de Alvarado.

En materia de costos de construcción de la obra, los grupos opositores, quienes dicen haber tenido acceso al proyecto ejecutivo, indican que “al menos de mil 250 millones de pesos sólo el 2.5 por ciento se destinará a obras y acciones ambientales”.

Estima que el inicio del embalse y sus desgravadoras serán una de las primeras cosas que se construirán. El tiempo estimado de construcción tardará dos años “desde que empiece la limpieza y desmonte”.

No obstante, señalan que el manifiesto de impacto ambiental –MIA– está autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pero condicionado desde enero del año pasado.

“Recientemente el aprovechamiento de aguas en la cuenca del río Blanco se encontraba vedada por decreto (1 de marzo 1948). El 26 de junio 2006 se publicó un decreto que levantó dicha veda. Esta obra será promovida por el sector privado retomando estudios previos de la CFE (realizados desde los años 1960)”.

Y se presume que la empresa de reciente creación, Agroetanol de Veracruz SRL de CV, cuyo gerente único es Guillermo Jesús González Guajardo, es la principal promotora del proyecto. Antes la empresa promotora se llamó Protama SA de CV.

La empresa ofrece “400 empleos directos e indirectos –que pudieran ser temporales– pero, ¿qué otro beneficio tendría para los pobladores locales y el desarrollo regional, si tomamos en cuenta que, por ejemplo, Amatlán tiene los indicadores de desarrollo más bajos de la zona metropolitana de Córdoba?

Sin embargo, sí dejan en claro que la obra será para beneficio de la iniciativa privada: “Abastecer de energía eléctrica al sector industrial es la meta”.

Pero, este proyecto tiene afectaciones ambientales, pues consideran que “el ecosistema fluvial del río Blanco se le dejará un 'caudal ecológico' de dos a tres metros cúbicos, cuando el gasto anual medio es de 40 metros cúbicos, debido a que el gasto promedio turbinable es de 37.4 metros cúbicos y se requiere de mil 180 metros cúbicos al año. Todos los cálculos hechos a partir de la estación hidrométrica del Naranjal”.

Además, el proyecto requiere de 106 hectáreas de uso permanente y, en efecto, se estima que habrá una afectación al régimen hidrológico del río Blanco; inundación de vegetación; efecto barrera sobre biota acuática; emisión de gases invernadero; retención de sedimentos.

“¿Qué pasará con los residuos sólidos de gran tamaño que carga el río? El campo de futbol, el camposanto y parte de la zona urbana de Amatlán se verán atravesados ¿habrá necesidad de recolocarlos?” –se cuestionan.

En el aspecto legal, argumentan que hay violación al derecho a la información (completa, de fácil acceso y objetiva); violación al derecho a la participación de los pobladores (violando 169 OIT).

Si la hidroeléctrica llega a obtener la concesión (No consuntiva) de agua esto afectará la disponibilidad de agua en la cuenca.

Pero está el riesgo, consideran, de que surjan varios nuevos cuerpos de agua en un territorio que antes no los tenía, además que puede haber afectaciones a la salud por casos de dengue o el consumo de agua contaminada del río Blanco que, al atravesar varias localidades, puede haber infiltraciones de las aguas contaminadas a los mantos freáticos que surten de agua a las poblaciones de Amatlán, a través de pozos y la destrucción del valor paisajista del río en mención.

Ahora bien, los vecinos de los municipios ya sostienen reuniones y se organizan para iniciar movilizaciones con las que se pretende evitar que se ejecute este proyecto.

Fuente: La Jornada de Veracruz

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