lunes, 16 de mayo de 2011

Corrupción panista


JORGE GÓMEZ NAREDO

En tan poco tiempo. Sí, en tan poco tiempo los gobiernos emanados del PAN se transformaron en eso que tanto criticaron. Decían en el PAN antes de llegar al poder que ellos no serían corruptos, que ellos jamás robarían, que ellos harían todo sin corrupción, sin transas, bien legal, perfecto. Pero rápidamente fueron degenerando (o quizá es que ya entraron degenerados). Hoy, lo que tenemos es un PAN envuelto en un sinnúmero de actos de corrupción. Los que dijeron que serían distintos, que serían un “cambio”, resultaron lo mismo.

En el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), las cosas van de mal en peor. En 2008 adquirió dicha dependencia un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras). Hoy se sabe que en el manejo de dicho empréstito hubo un desfalco de alrededor de 348 millones de pesos. El SIAPA ha funcionado durante la última década como un organismo donde se coloca a diversos panistas para que ahí hagan lo que les venga en gana. Hasta ahora no ha habido ningún castigo para quienes permitieron el millonario desfalco. Actos de corrupción en gobiernos del PAN, pues.

Alfonso Petersen Farah, hoy secretario de Salud estatal, pero en el anterior trienio, presidente municipal de Guadalajara, emprendió diversas obras de remozamiento de las calles del Centro Histórico de Guadalajara y de la zona que va por avenida Vallarta, de Chapultepec hasta la Calzada Independencia. Quien camine por las banquetas, la zona “arreglada”, encontrará que las obras fueron pésimas: el piso ahora está todo destruido y existen incluso zonas donde ya ni piso hay. Las banquetas están derruidas. En algunas zonas, como por ejemplo en el cruce de las calles Pavo y Pedro Moreno, uno no sabe dónde comienza la banqueta y dónde la calle. Ahí las obras quedaron como inconclusas, hay hoyos por doquier. Se sabe hoy que, esas obras mal planeadas y mal ejecutadas, costaron una fortuna. Sí, se pagaron con un sobreprecio de cuatro millones 433 mil pesos. Hasta ahora no hay castigo para ninguno de quienes estuvieron al mando de dichas obras. Y por supuesto que Alfonso Petersen Farah sigue cobrando, puntualmente, su sueldo de secretario de Salud Jalisco. No se le ha castigado. Actos de corrupción en gobierno del PAN, pues.

Ha habido actos de corrupción en los gobiernos panistas. Por supuesto que los ha habido. Por ejemplo, ¿cuántos desvíos de fondos se realizaron o se están realizando con las obras de la Villa Panamericana y con todo lo relativo a los próximos Juegos Panamericanos?, ¿cuántos señores empresarios se han adjudicado jugosos negocios en la construcción de instalaciones deportivas gracias a sus amistades con funcionarios públicos?, ¿cuántos ínclitos políticos se han enriquecido de la noche a la mañana durante los gobiernos panistas? Sin duda, el PAN, que tanto criticaba la corrupción, la ineficacia y el autoritarismo priístas, hoy se ha convertido en eso que tanto vilipendiaba: si se miran los panistas a un espejo, seguro recordarían lo que antes era el PRI.

Desgraciadamente, la corrupción existe y la corrupción está posibilitada por el no castigo, por la inexistencia de culpables, por el continuar las cosas iguales, o casi iguales. Y es que las instituciones (las sacrosantas instituciones que tanto defienden panistas y priístas) están como oxidadas, como que no trabajaban. Todo se soluciona con arreglos cupulares, “negociaciones” de élite, en lo oscurito: “tú nomás no me hagas pancho acá, y yo te dejo que hagas allá lo que se te venga en gana”, “si tú me persigues por acá, recuerda que tengo papeles que acreditan esto allá, y te vamos a perjudicar”. Sí, los arreglos para que la corrupción no se castigue. Y es que vivimos en el país del no castigo a los funcionarios públicos: pueden hacer lo que les venga en gana, y nadie los va a poner en las cárceles, nadie les va a fincar responsabilidades.

Los panistas llegaron al gobierno como queriendo (o como fingiendo querer) ser diferentes. Sí, de derechas, sí, retrógrados, sí, sin experiencia, pero, supuestamente, “honrados”. Hoy la cosa se mira completamente distinta: los panistas han aprendido rápidamente que, desde los puestos públicos, se pueden hacer grandes fortunas. Y han cultivado eso de los arreglos para el no castigo. Hoy los del blanquiazul se parecen mucho a los priístas de hace casi 18 años. Aunque quizá más ineficientes. Y quizá también hasta más corruptos. Es cuestión de percepciones. Juntos, panistas y priístas, se ven muy parecidos. Cualquiera diría que son hermanos.

Fuente: La Jornada de Jalisco

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