SEGIO CORTÉS SÁNCHEZ
De los precandidatos a la presidencia de la República con potencial de ser candidato ganador, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es quien registra una alta aceptación y un crecimiento en la intención del voto entre los ciudadanos radicados en el municipio de Puebla y que disponen de teléfono en casa. De todos los precandidatos mencionados en la opinión pública, es el más conocido; uno de cada tres personas de 18 años o más opina bien de él y le tiene confianza y tres de cada 10 ciudadanos podría votar por él. Por encima del voto potencial de AMLO, sólo Enrique Peña Nieto; empata con Marcelo Ebrard y supera a los panistas Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota.
En confrontación con Peña Nieto y Santiago Creel, AMLO registró 26.7 por ciento de la intención del voto los pasados días 1 y 2 de abril, casi ocho puntos más al registrado 230 días antes; en ese mismo lapso, Creel Miranda aumentó seis puntos y Peña Nieto disminuyó en dos. La constitución del Movimiento de Regeneraciación Nacional el pasado mes de marzo y la claudicación de alianzas entre panistas y perredistas son puntos a favor de AMLO, como también lo son los múltiples agravios derivados de la crisis económica; la incapacidad de los gobiernos panistas para cumplir lo prometido y gobernar con probidad y eficiencia y la creciente y generalizada inseguridad pública (concomitante al crimen organizado y a su frustrado combate). Registrar una intención del sufragio de 27 puntos en un municipio donde a los niños los espantan con el advenimiento del diablo tabasqueño y a los caballeros de Colón con incautarles sus propiedades y hacerles pagar impuestos, es encomiable, mucho más, cuando las fuerzas electorales que lo respaldan tienen poco capacidad de convocatoria y los medios de comunicación de masas lo siguen considerando el villano nacional.
AMLO tiene más aceptación entre las personas de 18 años o más del sexo masculino, y por edad, entre los menores a 30 años. Los ciudadanos con niveles de educación superior lo aceptan con gusto y por tipo de ocupación; sus nichos de mercado lo constituyen amas de casa y estudiantes. Por niveles de ingreso, las familias que perciben entre dos y ocho salarios son las que lo acogen como opción electoral y, en cuanto al saldo de la gestión pública federal, los ciudadanos que desaprueban como Felipe Calderón ha gobernado (que siguen siendo más que aquellos que lo aprueban) lo tienen como su principal opción; la segunda opción manifestada por éstos, es Enrique Peña Nieto. Los votos antipanistas y antipriistas tienen como principal destinatario a AMLO, descalificarlo nuevamente como el demonio nacional fortalece a los priistas, pero no al PAN. El refrendo del Partido Acción Nacional en los Pinos sólo podría ser posible con candidato externo a ese partido. En estos momentos se plasma un rechazo constante a la oferta de candidatos panistas y la necesidad de virar la estrategia y la política económica y, en ese sentido, AMLO es una opción viable.
Fuente: La Jornada de Oriente
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