martes, 22 de marzo de 2011

Política petrolera de derecha cerca cada vez más a Petróleos Mexicanos

Coatzacoalcos, Ver.- El Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo denunció que el gobierno de derecha encabezado por Felipe Calderón lleva casi 10 años con la aplicación de una estrategia para cerrar a la industria petrolera nacional, aplica contratos que disfrazan la apertura del sector a grandes empresas internacionales y fija precios preferenciales de suministro de insumos.

En el marco del aniversario de la nacionalización de la industria petrolera, la diputada Laura Itzel Castillo Juárez indicó que existe un retroceso en la protección del sector energético en contra de los intereses de los propios mexicanos.

Ayer, integrantes del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y la Unión de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera realizaron un pronunciamiento en contra de las medidas adoptadas por el gobierno federal en materia energética.

Las críticas versaron sobre dos temas fundamentales: la aplicación de los contratos incentivados para explotar petróleo y el acuerdo de Pemex con Braskem e Idesa para desarrollar una planta de etileno privada.

Sobre los contratos incentivados, la diputada federal Laura Itzel Castillo señaló que Pemex lanzó la licitación a los pozos maduros cuando la reforma energética sólo lo permite en los denominados marginales, establecidos fuera de los activos que ahora están en explotación por la paraestatal

La hija del político de izquierda Heberto Castillo indicó que estos contratos son claramente inconstitucionales porque invaden la esfera nacional del uso del petróleo porque se acordaron pagos extraordinarios por desempeño de cada pozo, lo que representa que se pagarán casi 35 dólares por cada barril de petróleo que sea extraído por las trasnacionales.

Apuntó que la izquierda presentará un recurso de inconformidad ante la suprema corte pues considera que se estaría cediendo el control sobre los recursos nacionales.

“Los contratos se basan en el argumento de que no existe tecnología para la explotación y eso pasa porque se mantiene un desmantelamiento de la planta productiva petrolera del país, hay profesionistas que sí pueden realizar estos trabajos pero no se les deja trabajar porque la meta es entregar el patrimonio energético”.

También la diputada Laura Itzel Castillo se pronunció en contra del acuerdo que firmó Petróleos Mexicanos con la petroquímica brasileña Braskem y su similar mexicana, Idesa.

Anotó que la empresa paraestatal no tendrá suficiente gas natural para suministrar este insumo a la nueva planta petroquímica de Braskem y asegurar el mantenimiento de su producción en los complejos asentados en Coatzacoalcos.

Expuso que la empresa requerirá 76 mil barriles de gas etano por año para procesarlo y convertirlo en etileno, que es la totalidad de la producción de gas que mantiene el sur de la entidad veracruzana, que incluye el nuevo yacimiento marino que planea explotar la empresa paraestatal en los próximos años frente a las costas del Golfo de México, denominado Coatzacoalcos Profundo.

Esto significa que Pemex venderá toda su producción de gas a las empresas privadas y no prevé la demanda de insumos que van a necesitar los complejos petroquímicos que operan actualmente.

El movimiento de defensa del petróleo señala que la producción de petroquímicos a escala mundial es una de las actividades más rentables del país y Pemex no lo aprovecha de manera adecuada, ya que el proyecto Etileno XXI, antes Fénix, pudo haberse desarrollado por la paraestatal.

Los diputados del PRD presentarán un punto de acuerdo para exigir a la empresa paraestatal que revele el precio que acordó con la empresa y en caso de que sea menor exigirán que el mismo trato mantenga la subsidiaria.

En tanto Rocío Nahle, miembro del movimiento de defensa del petróleo, señaló que no existe dirección por parte del gobierno federal para sacar adelante a Pemex, a pesar de que es la columna vertebral del país.

Expuso que en este momento se tienen que tomar medidas más extremas para frenar la operación de empresas trasnacionales que logran acuerdos que no benefician a Pemex y que sólo lograrán que se comience a cerrar la industria.

Fuente: La Jornada de Veracruz

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