miércoles, 15 de septiembre de 2010

Exhibe Greenpeace las irregularidades en siembras de maíz transgénico

- Profepa, Senasica e Inifap reportan anomalías gracias a Ley de Transparencia

Incumplimiento de métodos de bioseguridad y monitoreo, falta de registro de las acciones de control y seguimiento experimental, conflicto de interés y no incineración del maíz transgénico cultivado son algunas de las violaciones a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) y al Código Penal Federal (CPF) detectadas en las primeras siembras experimentales de maíz transgénico en Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, denunció Greenpeace.

La organización ambientalista presentó un documento que le fue remitido por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en el que reconoce la existencia de presuntas anomalías en 123 puntos inspeccionados, sólo en el estado de Sinaloa (1).

“Esto es lo que sucede tan sólo en un estado, lo cual resulta aún más alarmante si consideramos que no existe un programa de verificación a nivel nacional de los 24 permisos de liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado (GM) emitidos por la Secretaría de Agricultura. Por eso el día de hoy presentamos ante la Profepa una denuncia (2) exigiéndole dé inicio a un proceso de investigación y que gestione la cancelación de los permisos emitidos para sembrar maíz transgénico”, expresó Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

Por otra parte, en respuesta a solicitudes de información realizadas por la organización a través de la Ley Federal de Transparencia, el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) proporcionaron la siguiente información:

•Senasica reportó que las siembras solicitadas por la empresa Pioneer-PHI México, no se efectuaron en el predio destinado para tal fin.
•En tanto, el Inifap dio a conocer que no participó en las siembras autorizadas en los estados de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua (3) a pesar de que en las solicitudes de las empresas y los dictámenes de los permisos señalan que la siembra experimental se realizará en los campos del instituto, y de que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) recomendó que la experimentación, sin excepción alguna, debía realizarse dentro de terrenos responsabilidad de las instituciones públicas de investigación agrícola de México, con el propósito de que el gobierno mexicano asuma la total responsabilidad respecto a las liberaciones y a su desempeño seguro.

Las siembras se llevaron a cabo en terrenos privados de agricultores cooperantes de las empresas.

Otra evidencia de que no se está cumpliendo con los requerimientos de ley en esta etapa de las siembras es que las empresas que están experimentado con maíz transgénico: Monsanto, Dow AgroSciences y Pioneer-PHI México, tomaron la determinación de violar la condicionante al permiso otorgado relativa a: “Destruir en el mismo predio por medio de incineración (inmediatamente después de haber concluido el ensayo) todo el material que se haya derivado de la experimentación” (4) y en su lugar, trituraron y enterraron los materiales.

Cabe señalar también que en el estado de Chihuahua, uno de los predios que en el que la empresa Pioneer solicitó permiso de siembra experimental de maíz transgénico (5) pertenece al secretario de desarrollo rural del Estado, Ramón Cadena Payán, quien finalmente desistió de la siembra.

Aunado a las irregularidades reportadas, aún no se cuenta con la Norma Oficial Mexicana (NOM) que establece que la empresa solicitante deberá informar a la Secretaría de Agricultura “mediante un reporte, los resultados de la o las liberaciones realizadas en relación con los posibles riesgos para el medio ambiente y la diversidad biológica”(6), que mandata el artículo 46 de la LBOGM.

“Ante tantas anomalías los resultados de esta etapa no son confiables ni pueden darse por válidos como referencia de la inexistencia de riesgos o de los beneficios de este tipo de cultivos, como pretenden hacer creer las empresas, por lo que no puede hablarse de la posibilidad de avanzar en el otorgamiento de permisos para las siembras piloto. Cualquier solicitud que presenten las empresas debe ser denegada en estos momentos ante la falta de certidumbre jurídica que impera en materia de bioseguridad para el centro de origen y diversidad de dicho cultivo”, explicó María Colín, asesora legal de Greenpeace.

“El gobierno mexicano está obligado a cumplir y hacer cumplir la ley para preservar el maíz, nuestro principal alimento. La experimentación de maíz transgénico es una farsa. Lo que han hecho hasta el momento no es suficiente para obtener conclusiones y escalarlo a la fase piloto sin medidas de contención y poniendo en mucho mayor riesgo de contaminación nuestra gran variedad de maíces mexicanos.” concluyó Lara.

Difusión: Soberanía Popular

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