sábado, 29 de mayo de 2010

El papel de las calificadoras de crédito


Francisco E. Castro

Para salir del círculo vicioso y perverso de las plazas bursátiles de Londres y Nueva York, es preciso que los países afectados, casi todos los integrantes del sistema neoliberal global, concreten vías propias de crecimiento basadas en la habilidad del uso de materias primas estratégicas y de manejo de crédito con autonomía regulatoria nacional –no transnacional– y abandonen lo antes posible, para evitar que sean arruinados pasivamente, el juego financiero impuesto por las plazas bursátiles de los centros internacionales de capital.

Las calificadoras de riesgo que constituyen la tripleta del oligopolio anglosajón son: Standard & Poor´s, Moody´s y Fitch, que califican en forma anómala y desproporcional el mercado del crédito global.

Son cada vez mayores las críticas contra la desnivelada actuación de esas tres empresas calificadoras de riesgo de crédito que tienen un descomunal poder que urge contener o por lo menos regular. Los llamados bancos negros globales: Goldman Sachs, Citigroup, J. P. Morgan–Chase, Banca Rothschild, Barclays, Santander, ocultan y maquillan datos contables a favor de sus ahijados, como lo ha demostrado el analista Alfredo Jalife–Rahme.

En el diario The Financial Times, que nadie puede acusar de progresista, se han denunciado, aunque sea de manera un poco tardía, los fraudes de la descalificada S&P –la mayor agencia calificadora del mundo– durante las épocas de desplome de los bonos hipotecarios de baja calidad, como en fechas recientes aconteció con los bonos de la deuda griega, lo que permite a sus protegidos acumular enormes fortunas mal habidas, apostando farisaicamente contra el sistema global financiero.

Por el bien de las economías denominadas emergentes, para hacer frente a las catástrofes tanto deliberadas como técnicas de la globalización financiera, se debe repensar el dominio y manejo del dinero mundial, así como el “arbitraje” de sus “calificadoras de crédito” por la plutocracia de la banca anglosajona que ha llevado su control a niveles insoportables.

Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: soberanía popular

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