lunes, 2 de noviembre de 2009

Gloria y Jacobo demandarán al gobierno mexicano por tortura ante la CIDH


México D.F., 30 de octubre de 2009 (Cencos).- Gloria Arenas y Jacobo Silva, ambos exintegrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), llevarán su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dónde demandarán al Estado mexicano por tortura y faltas al debido proceso durante el encarcelamiento de 10 años que concluyó este miércoles y jueves pasados cuando Gloria y Jacobo, respectivamente, alcanzaron su libertad.

“En México sí se comete tortura y ésta se da por iniciativa del Estado, eso es lo que queremos demostrar en la CIDH para ayudar a otros presos. No buscamos venganza sino justicia”, dijo Jacobo Silva Nogales en conferencia de prensa junto con Gloria Arenas Agís y Javier Enriquez Sam, coordinador del Área de Rehabilitación del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI), organización que llevará el proceso para la demanda internacional.

La petición enviada a la CIDH fue recibida el 11 de septiembre pasado y los exguerrilleros y ahora luchadores sociales “desde el movimiento popular” deberán esperar a que dicho organismo interamericano emita un estudio preliminar y se determine si el caso puede tener cabida en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Gloria y Jacobo fueron detenidos hace 10 años, el 22 y el 19 de octubre de 1999, respectivamente, y se les acusó de homicidio, tentativa de homicidio calificado y daños a propiedad ajena, cometidos como parte de sus actividades guerrilleras dentro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente. Para la defensa de ambos Jacobo Silva Nogales esgrimió que no habían cometido estos delitos porque según el artículo 137 del Código Penal Federal “los rebeldes no serán responsables de los homicidios ni de las lesiones inferidas en el acto de un combate”, por lo que se les podía acusar sólo del delito de rebelión el cual conlleva una pena máxima de 5 años de cárcel.

Este artículo del Código Penal Federal “es lo que hace que no sea delito incurrir en homicidio y entonces había que demostrar que éramos rebeldes lo cual no era difícil porque desde un principio así fuimos catalogados por el Estado”, explicó Silva Nogales al dar los detalles legales de sus procesos.

Frente a dicha argumentación legal “demostramos la ilegalidad de nuestra permanencia en prisión” sostuvo Silva Nogales, y su esposa Gloria Arenas, sentenció que “estamos en libertad porque jurídicamente era insostenible tenernos presos”. Sin embargo, tras dos amparos, uno de ellos gracias al cual se lograría disminuir la sentencia de ambos de 42 a 14 años, entre otros muchos recursos jurídicos, aún se les negaba la libertad a ambos presos políticos.

Fue hasta el 28 de octubre de 2009 que inesperadamente fue liberada Gloria y un día después Jacobo y a ninguno de los dos se les dio explicaciones de por qué fueron liberados “no firmamos ninguna notificación, fuimos liberados sorpresivamente”, detalló Arenas Agís.

Aunque aún se desconocen las causas de la liberación, Javier Enriquez, piensa que puede deberse a que uno de los procesos, el que se sigue en Toluca, Estado de México (94/99), fue inconformado. Esto deberán averiguarlo en los próximos días para saber qué situación guarda el proceso judicial en contra de los dos exintegrantes del ERPI.

Ahora que han salido de la cárcel, él del penal de máxima seguridad de Tepic Nayarit, y ella del penal de Santa María Chiconahutla en Ecatepec, Estado de México, han anunciado que continuarán con la lucha, pero ahora desde el movimiento social y popular. “Hay muchos presos políticos en diversos estados y con ellos tenemos un compromiso porque todos somos parte del movimiento popular”, dijo en muestra de solidaridad Arenas Agís.

Esta liberación, sentenciaron, “no fue una concesión del gobierno, es algo que se ganó palmo a palmo. Fue un logro colectivo” y es a partir de ahora que lucharán con “otro tipo de armas, las de la razón y las del arte entre muchas otras. Ahora que estamos en otra trinchera nos corresponde a nosotros luchar desde aquí por los presos políticos, aquellos que están encarcelados por luchar por la libertad del pueblo”, dijo Silva Nogales al anunciar que defenderán otras causas como La Otra Campaña y la lucha por la excarcelación de los presos políticos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco.

Al recuperar su libertad, Arenas Agís ve un panorama diferente: “no estamos ante un movimiento social atemorizado y paralizado como quisiera el Estado, a pesar de que en el país la situación es aún más grave que hace 10 años.”

La pareja, que en la clandestinidad de la guerrilla eran conocidos como la coronela Aurora y el comandante Antonio, reconoce que su seguridad puede estar en riesgo pero dicen que no por eso dejaran la lucha social, “si el precio de vivir mi libertad es perderla, estoy dispuesto a volverlo a soportar”, dijo Jacobo sin duda en su voz. De no haber sido capturado hace 10 años “todavía sería guerrillero, mi corazón está con la guerrilla, mi corazón está con el ERPI. Pero al caer en la cárcel automáticamente nos hicimos parte del movimiento social y popular. Ahora ustedes son mis arboles, en ustedes me camuflo y me protejo”, dijo a los integrantes del movimiento social que llenaron el auditorio Renato Leduc del Club de Periodistas.

Centro Nacional de Comunicación Social

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