AMÉRICA FARÍAS OCAMPO
Durante el Primer Curso Internacional de Pediatría, celebrado en el Hospital Ángeles de Puebla, infectólogos de México propusieron a los partidos políticos que en lugar de derrochar miles de pesos en propaganda política que termina en la basura, usen esos recursos en donaciones de vacunas.
“Pensando en todos los pósters que vi de Blanca Alcalá me dije, con ese dinero hubiéramos podido aplicar 10 neumococos y 15 contra el papiloma. Con todos esos carteles ya hubiéramos vacunado a un montón de niños en Puebla, me encantaría ver un cartelón que diga, hemos vacunado contra el papiloma a tantas adolescentes y contra el neumococo a tantos niños más, pues sólo se aplican dos dosis de neumococo cuando son cuatro, hay cosas que dan vergüenza, cuánto dinero no gastaron en cartelones...”, aseveró José Luis de la Concha, infectólogo pediatra del Hospital Ángeles de Puebla.
Y es que, a decir de Flor Muñoz Rivas, profesora de Pediatría en el Colegio de Medicina de Houston, Texas, aunque se ha comprobado que con la aplicación de vacunas se pueden reducir sustancialmente los riesgos de padecer enfermedades prevenibles, el suministro de ellas es totalmente dependiente de los presupuestos.
José Ignacio Santos Preciado, director del Hospital Infantil de México Federico Gómez, señaló que el esquema de vacunación en México es incompleto precisamente por la falta de presupuesto, pero enfatizó que aunque no es el ideal, cubre las enfermedades de mayor relevancia en el país.
Agregó que en los últimos 10 años se ha logrado transitar de un esquema que consideraba sólo seis vacunas a uno que actualmente cuenta con 12 biológicos.
En el curso, los infectólogos resaltaron la necesidad de continuar estudiando y desarrollando vacunas más potentes que ayuden a disminuir los problemas de salud y dejar a un lado la satanización “que algunos médicos y medios de comunicación han hecho hacía las sustancias biológicas”.
Humberto Díaz Ponce, infectólogo pediatra del Centro Medico Nacional Siglo XXI, del Instituto Mexicano del Seguro Social, descartó, con la muestra de varios estudios, que las vacunas causen muerte súbita; que el rotavirus genera síndrome de Kawasaki, un mal que afecta las membranas mucosas, los ganglios linfáticos y el corazón de los niños, y añadió que no existe ninguna relación entre la dosis contra Hepatitis B y el desarrollo de esclerosis múltiple.
Refirió que se aplicaron 6 millones de dosis de la vacuna Rota Teq a niños, y que del total de la población, sólo hubo tres casos con Kawasaki; por lo tanto, dijo “el número de casos reportados no excedió al número de casos esperados”.
Señaló que casi todos los niños vacunados presentan manifestaciones adversas leves como enrojecimiento, irritación, inflamación o fiebre después de la aplicación de una vacuna.
Detalló que se ha comprobado que con la aplicación de la dosis de BCG, que previene la tuberculosis, es común que el infante presente eventos como dolor, inflamación y rubor, mientras que en el caso de la pentavalente (DPT), Td, Hepatitis B y Hib el riesgo de que dichos efectos ocurran es de 50, 10, 1 a 6 y 2 a 10 por ciento, respectivamente.
En cuanto los efectos adversos graves, refirió, se ha registrado un caso de parálisis en 2.4 millones de dosis de VOP y encefalitis en uno de un millón de vacunas contra sarampión.
Muñoz Rivas vaticinó un gran avance en el desarrollo de vacunas en los próximos años; sin embargo, “aunque haya un futuro grande y tengamos la mejor tecnología, los avances serán inútiles si no educamos a la población con que tiene que aplicárselas” dijo, y agregó: “las vacunas son como los abrazos; no te quieres perder uno”.
Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
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