Pese a que carece de concesión y que se erige en zona de alto riesgo, la obra sigue
Hasta el gobernador ya vino porque de aquí empezará el corredor turístico, dicen pobladores
CITLAL GILES
Pese a la demanda penal por violaciones a las leyes ambientales contra el exclusivo complejo turístico de Villas Paraíso Playa Azul, la obra sigue en construcción entre el mar y la laguna, afectando el ciclo de apertura y cierre de la barra de Coyuca. La construcción de 46 lujosas cabañas daña severamente el ecosistema lagunar, pues de acuerdo con pescadores y lugareños, desde hace varios años los inversionistas han rellenado el cuerpo lacustre; incluso, se observa que algunas cabañas están construidas sobre humedales.
Villas Paraíso Playa Azul es un complejo de 46 cabañas de cemento construidas sobre pilotes, en una superficie de 3 kilómetros de zona federal y carece de una concesión de zona federal marítimo, ni terrestre, según lo denunció en su momento, el entonces delegado de la Semarnat, Leonel Lozano Domínguez.
Asimismo, la obra no se apega a lo señalado en el Manifiesto de Impacto Ambiental, pues se hicieron construcciones que no estaban autorizadas por la misma Semarnat. Precisamente el haber denunciado este caso ante la Procuraduría General de la República (PGR), le costó a Lozano Domínguez ser destituido del cargo de delegado.
El deterioro ecológico que ocasiona el exclusivo desarrollo es evidente, ya que la construcción está a escasos metros de la barra de Coyuca, y de acuerdo con las leyes ambientales, para construir en la zona federal marítimo terrestre debe hacerse a 20 metros de donde llega el mayor embalse.
Sin embargo, las últimas cinco villas están construidas a escasos 5 metros del cuerpo lagunar, incluso, se pudo constatar en un recorrido por la zona, que algunas cabañas están construidas sobre la misma laguna.
De igual forma se observó que parte de la laguna ha ido rellenada con el mismo escombro de la construcción, así como con tierra y piedras, evidencias que están dentro del zona. De hecho, entre la laguna y las cabañas colocaron un cerco hecho con costales para evitar que el agua pase hasta la construcción, sin embargo, el agua sigue filtrándose hacia la zona.
Las afectaciones a la laguna no terminan ahí, ya que algunos pescadores y lugareños se quejaron de que a raíz de la construcción, se afectó la apertura de la barra, ya que donde se edificaron las cabañas, conocido como la punta del Colchar, era el punto exacto de donde se tenía que abrir la barra, sin embargo, ahora se tiene que hacer cerca del punto conocido como boca del río, explicó el ex delegado ejidal, Ramiro Benítez Palacios quien desde un principio lo denunció ante las autoridades.
Benítez Palacios destacó que debido a la mala apertura de la barra, los pozos que están en el poblado de Playa Azul, El Carrizal y de otras comunidades cercanas, se han secado y algunos más dijo, no sirven, porque el agua que brota es agua salada.
“Aquí todos los pozos de agua que tenemos están salados porque el nivel de la laguna no llegó a donde debe llegar, a causa de esa construcción que afectó la apertura de la barra”, comentó.
Venta ilegal
Benítez recordó que fue el 23 de julio de 2005 cuando el entonces delegado ejidal, Jesús Gutierrez Espinoza vendió el terreno a Rubén Hernández, “terreno que llega hasta dentro de la laguna porque es de 103 metros de carretera, por 72 metros de fondo, que llega hasta dentro de la laguna y fue una venta ilícita y desde entonces yo denuncié a las dependencias, incluso el año pasado lo envié a Semarnat, Profepa, Conagua, en México pero nunca hicieron nada”.
Afirmó que habló con el mismo Rubén Hernández a quien le dijo que era peligroso ese tipo de construcción porque al subir el nivel de la laguna, el agua arrasaría con todo, debido a que no era terreno apto para construcción, ya que esa área es un terreno que se denomina “libre ganado al mar”.
Agregó: “pero el señor Rubén me contestó que no le importaba que la construcción se llevara la barra, la laguna, que de todas formas se iba a construir y lo raro que a mí me queda es que ninguna de las autoridades federales han hecho nada por frenar esta construcción, ya casi lo terminan incluso el gobernador vino aquí, y me supongo que está de acuerdo con ese desarrollo turístico porque de aquí va a arrancar el corredor turístico Costa Grande”.
Privatizarán la zona
Pero el daño a la laguna no es la única afectación, pues de acuerdo con el pescador Mariano de los Santos, los inversionistas ya privatizaron toda esa zona, ya que no les permiten el libre paso, incluso reveló que les bloquearon el acceso que tenían con sus lanchas.
“Nos prohibieron la entrada, nosotros antes dejábamos las lanchas ahí donde están las villas, pero ahora las tenemos que dejar de este lado de la barra, y cuando se abre la barra llevamos el riesgo de que con el oleaje el mar se las puedan llevar”, dijo.
De los inversionistas nada se sabe, pues de acuerdo con los lugareños, el único que se ha parado en la zona, es el representante, Rubén Hernández, sin embargo, revelan que se trata de una empresa española y otros dicen que deben ser unas personas con mucho poder en el gobierno, pues a pesar de las quejas y denuncias que se han colocado en las dependencias federales, no se ha hecho nada por detener la obra.
El desarrollo lleva un gran avance, de hecho en el lugar se observan unos 30 trabajadores que continúan con los trabajos, pues se sabe que unos meses será inaugurado, incluso algunos comentan que ya hay tres cabañas ocupadas y que las rentas están entre los 3 mil y cuatro mil pesos diarios.
Fuente: La Jornada de Guerrero
Hasta el gobernador ya vino porque de aquí empezará el corredor turístico, dicen pobladores
CITLAL GILES
Pese a la demanda penal por violaciones a las leyes ambientales contra el exclusivo complejo turístico de Villas Paraíso Playa Azul, la obra sigue en construcción entre el mar y la laguna, afectando el ciclo de apertura y cierre de la barra de Coyuca. La construcción de 46 lujosas cabañas daña severamente el ecosistema lagunar, pues de acuerdo con pescadores y lugareños, desde hace varios años los inversionistas han rellenado el cuerpo lacustre; incluso, se observa que algunas cabañas están construidas sobre humedales.
Villas Paraíso Playa Azul es un complejo de 46 cabañas de cemento construidas sobre pilotes, en una superficie de 3 kilómetros de zona federal y carece de una concesión de zona federal marítimo, ni terrestre, según lo denunció en su momento, el entonces delegado de la Semarnat, Leonel Lozano Domínguez.
Asimismo, la obra no se apega a lo señalado en el Manifiesto de Impacto Ambiental, pues se hicieron construcciones que no estaban autorizadas por la misma Semarnat. Precisamente el haber denunciado este caso ante la Procuraduría General de la República (PGR), le costó a Lozano Domínguez ser destituido del cargo de delegado.
El deterioro ecológico que ocasiona el exclusivo desarrollo es evidente, ya que la construcción está a escasos metros de la barra de Coyuca, y de acuerdo con las leyes ambientales, para construir en la zona federal marítimo terrestre debe hacerse a 20 metros de donde llega el mayor embalse.
Sin embargo, las últimas cinco villas están construidas a escasos 5 metros del cuerpo lagunar, incluso, se pudo constatar en un recorrido por la zona, que algunas cabañas están construidas sobre la misma laguna.
De igual forma se observó que parte de la laguna ha ido rellenada con el mismo escombro de la construcción, así como con tierra y piedras, evidencias que están dentro del zona. De hecho, entre la laguna y las cabañas colocaron un cerco hecho con costales para evitar que el agua pase hasta la construcción, sin embargo, el agua sigue filtrándose hacia la zona.
Las afectaciones a la laguna no terminan ahí, ya que algunos pescadores y lugareños se quejaron de que a raíz de la construcción, se afectó la apertura de la barra, ya que donde se edificaron las cabañas, conocido como la punta del Colchar, era el punto exacto de donde se tenía que abrir la barra, sin embargo, ahora se tiene que hacer cerca del punto conocido como boca del río, explicó el ex delegado ejidal, Ramiro Benítez Palacios quien desde un principio lo denunció ante las autoridades.
Benítez Palacios destacó que debido a la mala apertura de la barra, los pozos que están en el poblado de Playa Azul, El Carrizal y de otras comunidades cercanas, se han secado y algunos más dijo, no sirven, porque el agua que brota es agua salada.
“Aquí todos los pozos de agua que tenemos están salados porque el nivel de la laguna no llegó a donde debe llegar, a causa de esa construcción que afectó la apertura de la barra”, comentó.
Venta ilegal
Benítez recordó que fue el 23 de julio de 2005 cuando el entonces delegado ejidal, Jesús Gutierrez Espinoza vendió el terreno a Rubén Hernández, “terreno que llega hasta dentro de la laguna porque es de 103 metros de carretera, por 72 metros de fondo, que llega hasta dentro de la laguna y fue una venta ilícita y desde entonces yo denuncié a las dependencias, incluso el año pasado lo envié a Semarnat, Profepa, Conagua, en México pero nunca hicieron nada”.
Afirmó que habló con el mismo Rubén Hernández a quien le dijo que era peligroso ese tipo de construcción porque al subir el nivel de la laguna, el agua arrasaría con todo, debido a que no era terreno apto para construcción, ya que esa área es un terreno que se denomina “libre ganado al mar”.
Agregó: “pero el señor Rubén me contestó que no le importaba que la construcción se llevara la barra, la laguna, que de todas formas se iba a construir y lo raro que a mí me queda es que ninguna de las autoridades federales han hecho nada por frenar esta construcción, ya casi lo terminan incluso el gobernador vino aquí, y me supongo que está de acuerdo con ese desarrollo turístico porque de aquí va a arrancar el corredor turístico Costa Grande”.
Privatizarán la zona
Pero el daño a la laguna no es la única afectación, pues de acuerdo con el pescador Mariano de los Santos, los inversionistas ya privatizaron toda esa zona, ya que no les permiten el libre paso, incluso reveló que les bloquearon el acceso que tenían con sus lanchas.
“Nos prohibieron la entrada, nosotros antes dejábamos las lanchas ahí donde están las villas, pero ahora las tenemos que dejar de este lado de la barra, y cuando se abre la barra llevamos el riesgo de que con el oleaje el mar se las puedan llevar”, dijo.
De los inversionistas nada se sabe, pues de acuerdo con los lugareños, el único que se ha parado en la zona, es el representante, Rubén Hernández, sin embargo, revelan que se trata de una empresa española y otros dicen que deben ser unas personas con mucho poder en el gobierno, pues a pesar de las quejas y denuncias que se han colocado en las dependencias federales, no se ha hecho nada por detener la obra.
El desarrollo lleva un gran avance, de hecho en el lugar se observan unos 30 trabajadores que continúan con los trabajos, pues se sabe que unos meses será inaugurado, incluso algunos comentan que ya hay tres cabañas ocupadas y que las rentas están entre los 3 mil y cuatro mil pesos diarios.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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