martes, 27 de enero de 2009

Candidatos Priistas Caciquiles en Oaxaca


Antonio Yglesias impuesto para el distrito XI por el PRI de Oaxaca.

Que podemos decir del o­nceavo en Pinotepa Nacional, para ese lugar trata de enviar Franco como piedra en el zapato al diputado local Antonio Yglesias Arreola , un sujeto oscuro, con serios cuestionamientos por los familiares de un ingeniero que fue acribillado cerca de Jamiltepec, acusado por la oposición de favorecer a bandas delictivas durante su mandato como presidente municipal, un sujeto que ha estado a decir de perredistas como Nestor Ruiz, bajo la lupa del Ejército Mexicano, por dimes o por diretes, pero lo ha estado y eso deja un mal sabor de boca, sobre todo para la reputación del gobernador Ulises Ruiz y de Jorge Franco, de quien Antonio Iglesias, se dice intimo amigo, tanto es así, que Franco recibió al finalizar el año un costoso regalo, según testigos por parte de Yglesias Arreola, que no se quita de encima el dedo de inquisidor , petulante, cacique, pistolero y represor. Un riquillo pueblerino de poca monta dicen los costeños. ¿Se imagina usted a un diputado federal con esas características?, sin duda la Ley de Herodes se queda corta.

Pero no es el único; hay distritos como el decimo con cabecera en Miahuatlán de Porfirio Díaz, donde Franquito trata de imponer al recién estrenado empresario culinario, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, portavoz del gobierno de Oaxaca , un sujeto apolítico, que rechaza al pueblo, pero es amigo de los poderosos, pareciera el ejemplo vivo de la Malinche, contradice al pueblo y rodea como lisonjero a los hombres del poder, una opción que le ha servido para trepar en la política, sin mayor merito que el haberse convertido en una de las voces para exigir la entrada de la Policía Federal Preventiva en el 2006 a Oaxaca, motivo por el cual los maestros de la sección XXII se la tienen sentenciada de llegar a candidato, una sentencia que lo hará perder como abanderado del PRI; el voto de castigo en Miahuatlán en contra de ese partido será una de las enseñanzas para Franco y socios.

Fuente: Kaos en la Red.

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