martes, 18 de noviembre de 2008

LA CRISIS GLOBAL ES EL ESCENARIO PROPICIO PARA ACELERAR LA INTEGRACIÓN REGIONAL DESDE LOS PUEBLOS



Por Fundación Solon.

La crisis global debe mantenernos alertas ya que el sistema capitalista está buscando recuperarse haciendo que sean los pueblos quienes subvencionen su funcionamiento, sin embargo, se constituye en el escenario propicio para acelerar los procesos de integración regional desde las propuestas de los pueblos que comprendan nuevas reglas justas en todos los ámbitos; señalaron los panelistas que participaron del foro debate “Integración desde los pueblos y crisis global”, organizado por la Fundación Solón y donde participaron la Red Mexicana de Acción frente al Libre comercio, el Instituto de Investigaciones Económicas de la UMSA y la Fundación Jubileo, este martes 11 de noviembre.

El Foro - debate puso en evidencia que el colapso de la economía norteamericana tendrá un efecto recesivo en la economía global y que, tarde o temprano, terminará por afectar a todos los países de la región. Por ello, plantearon la necesidad de acelerar los procesos de integración y trabajar en torno a los aspectos más sensibles de nuestra economía, para que los impactos de la crisis sean menores.

Alberto Arroyo de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC) señaló que existen ciertas limitaciones en los diagnósticos que se hacen sobre las causas de la crisis global, al reducirlo sólo al tema financiero y a la falta de autorregulación del mercado, ya que también existen limitaciones en lo que se refiere a las propuestas de solución, ya que se prioriza en salvar a la banca y no a los damnificados producto de su especulación. “Todos hablan de que hay que reformar el sistema financiero, pero no hay acuerdos sobre la forma de la regulación; se habla de la necesidad de reforma del FMI, pero nadie habla de democratizarlo, y ninguno de los grandes países habla de la necesidad de repensar la globalización, que practica la ley del más fuerte, porque se sigue hablando de libre comercio y retomar la ronda de Doha”, aseguró.

Arroyo mencionó que en algunos países de la región existe un aire triunfalista respecto a la eventual caída del modelo de libre mercado y sus acciones apuntan a evitar la devaluación y el cuidado la banca nacional, mientras otros están preocupados en la aplicación de medidas para enfrentar la recesión económica de los países desarrollados, pero contados países están pensando en cómo aprovechar la coyuntura internacional para ir desmontando el neoliberalismo y avanzar hacia una integración desde los pueblos.

Ante este panorama, señaló que no sólo se debe enfrenar la crisis del sistema financiero sino reorientar el conjunto de la economía, haciéndolo menos dependiente de las inversiones y el comercio de exportación, por el contrario, hay que priorizar la producción nacional y local, como una forma de superar la crisis alimentaria y la pobreza.

Mencionó que es necesario recuperar las capacidades del Estado para regular la economía de forma que se armonice la generación de riqueza y los derechos para todos, para ir recuperando la soberanía de nuestro país, rompiendo o modificando los acuerdos internacionales de libre comercio e inversión, ya que impiden a los estados nacionales e instancias regionales poner reglas para hacer del comercio y la inversión un elemento de desarrollo.

Según su punto de vista, la integración regional debe caracterizarse por el fortalecimiento de las relaciones entre países hermanos, crear un sistema financiero regional, crear fortalezas regionales para defender el valor de nuestras monedas e ir diseñando una propuesta para que la economía de cada país se vaya complementando con la de los restantes países.

Dentro de los actuales procesos de integración existentes, tales como el MERCOSUR, CAN, UNASUR y ALBA, el representante de la REMALC planteó la necesidad de abordar una verdadera integración a partir de principios democráticos, diseñados y acordados por todos los países, y donde la complementariedad económica debe estar antecedida por una integración social y cultural.

Hizo hincapié en que sólo juntos y con propuestas inteligentes los pueblos podremos no sólo enfrentar la crisis global, sino salir de la pobreza y vivir bien. Para ello, lo primero es impedir que los causantes de la crisis decidan las soluciones por todos nosotros, si no que las alternativas de solución deben ser discutidas entre gobiernos y pueblos.

Elizabeth Peredo, de la Fundación Solón, hizo un balance de la estrategia que empleó el imperio a partir de un mundo unipolar, que buscó imponernos una serie de acuerdos sobre acceso a mercados, las exportaciones y servicios, los mismos que empezaron con el ALCA, y que fue rechazado por la región. Pero mencionó que el sistema capitalista tiene muchos recursos para imponer sus políticas y por ello desarrollaron otros mecanismos que todavía funcionan, tales como los acuerdos bilaterales, que imponen a los países condiciones duras de acceso a los mercados.

En ese contexto, se refirió a la suspensión unilateral del ATPDEA por parte de Estados Unidos, que según su criterio, hoy no nos afecta tanto, porque se han abierto otras posibilidades, como es el caso del MERCOSUR, a donde exportamos más de lo que lo hacíamos a través del ATPDA, o la apertura del mercado venezolano a nuestros productos, lo que demuestra que los acuerdos comerciales unipolares, condicionados políticamente, cada vez tienen más problemas en imponerse. Sin embargo, advirtió que es difícil derrotar al sistema capitalista, y por lo tanto hay que estar atentos a los recursos (políticos, económicos) que vaya a utilizar para seguir imponiéndose, e inclusive podría utilizar a la guerra como principal elemento de defensa.

Por su parte, Juan Carlos Núñez, de la Fundación Jubileo se refirió a la evolución y composición de la deuda externa e interna que tiene nuestro país con sus acreedores (CAF y Banco Mundial), como uno de los factores que pueden agravar la crisis en nuestro país. Para tal efecto, planteó algunos desafíos para enfrentar y amortiguar la crisis, tales como la integración regional, a través del IIRSA (BID, CAF, FONPLATA, BNDES), integración financiera a través del Banco del Sur; integración energética, a partir de los compromisos que tiene Bolivia y generar valor agregado a nuestras exportaciones. De igual manera, resalta la importancia de la integración comercial, pero con reglas justas y sin asimetrías.

En cambio, Abrahan Pérez del Instituto de Investigaciones Económicas de la UMSA, afirmó que la crisis global impactará en el país debido a la caída del precio del petróleo y la cotización de los minerales, el desempleo desde sectores exportadores, la caída de las remesas y la suspensión de la ampliación del ATPDEA. Ante esto, planteó algunas medidas que se podrían tomar para evitar su propagación: creación de empleo público y privado, incremento de las inversiones el sector público y mejorar la gestión gubernamental.

De igual manera, sugirió retomar el mercado interno como centro dinámico de nuestra economía, recuperar los espacios de soberanía política y económica perdidos en la reforma neoliberal, hacer descansar el financiamiento del desarrollo en el ahorro interno y, en el futuro, democratizar la decisión sobre el excedente económico.

Gisela López de la Fundación Solón, se refirió a los mecanismos de arbitraje internacional diseñados por el sistema capitalista para defender sus inversiones e intereses en países, particularmente, en desarrollo, los que tienen a su vez que enfrentar procesos imparciales, como es el caso del CIADI, donde, paradójicamente, todos los casos aceptados por este organismo, son reclamos de las multinacionales en contra de los Estados y no a la inversa.

En ese marco, habló de la posición que tiene nuestro país en relación a la demanda interpuesta por ETI Telecom ante el CIADI, en relación a la nacionalización de la empresa nacional de telecomunicaciones ENTEL, que está claro no reconoce la jurisdicción de esta instancia internacional, debido a que Bolivia se retiró de este organismo de arbitraje.

Miguel Lora de agencia de noticias Bolpress, mencionó que la crisis que se vive a nivel mundial permite plantear desafíos a los fundamentos del mercado, a partir de la estructuración de un Estado fuerte, que tenga la capacidad de impulsar políticas sociales, una economía social para dignificar al hombre y unas finanzas de servicio público, que penalice la especulación y grave impuestos a la riqueza.

Para el periodista, la crisis internacional es el momento oportuno para plantear la eliminación de la OMC, cancelar todas las negociaciones de TLCs, retirarse de organismos como el CIADI, FMI y BM y eliminar el paradigma de desarrollo orientado a la exportación, y producir para abastecer el mercado interno y regional.

Fuente: Alterativa Bolivariana

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