Patricio Cortés
* La iniciativa privada genera 35 por ciento de la energía * Las inundaciones de Tabasco, por cumplirles en las utilidades * Lo sabía Elías Ayub * Dejar a las paraestatales el consumo doméstico * La industrial, para los privados: Mario Govea Sansón
Por razones históricas lo primero que nos viene a la mente cuando hablamos de reforma energética es Petróleos Mexicanos (Pemex) o el petróleo, pero la energía eléctrica también sufre estos embates y la privatización está en dicho sector más avanzada. Luz y Fuerza del Centro, (LFC) así como
De acuerdo con el ingeniero Mario Govea Sansón, coordinador de Energía Eléctrica del Instituto de Investigaciones y Estudios de Energía: “El sector eléctrico no se va a privatizar, ya está privatizado, los productores privados ya generan el 35% de la energía”.
Dice a que de cada peso recibido, CFE da a los productores privados 36 centavos: “Se están llevando ellos el 36% de la ventas, ellos no tienen riesgos. Ustedes saben que la electricidad no se puede almacenar se tiene que generar en el momento que se consume. Se tienen que tener las plantas de generación rodando y para abastecer las fluctuaciones, controlar la frecuencia, las alteraciones de voltaje, ellos no intervienen. Ellos, si hay algún problema se desconectan ‘a mi nada más me compran mi generación al 100% pero cuando esté el sistema bien”.
Dice que cumplir los contratos con los productores privados ha traído costos muy altos: “Por qué crees que fue lo de la inundación de Tabasco, por cumplirles con sus utilidades, con la generación, lo que ellos deben de percibir. Entonces cuando se vino el problema de la inundación fue porque ya no podían sostener, tenían que generar al máximo y abrir las compuertas. “Eso ya lo sabía (Alfredo) Elias Ayub desde el año pasado y lo reconoce en el proyecto de obras de inversión y ¿quién les hace algo? Mejor corrieron a Carmen Aristegui (de Hoy por Hoy en W Radio) por haber sacado esa nota el 19 de noviembre”.
Explica que los últimos proyectos de energía eléctrica son sólo para beneficiar a nuestro vecino del norte que a diferencia nuestra sí tiene un déficit: “Las plantas del norte nada más son para venta a Estados Unidos. El problema es que se construyen esas plantas con tecnología que la normatividad de allá no lo permitiría porque contamina y aquí sí la permite el gobierno, y los desechos, los contaminantes nada más nos lo dejan a nosotros”.
Parte del proyecto es dejar a las paraestatales la energía doméstica y a la iniciativa privada la industrial que es donde se generan más ganancias. El ingeniero Govea Sansón opina: “En todos los sistemas la energía industrial consume el 60% de toda la energía y su tarifa es 60% mayor de la tarifa domestica. Entonces ellos se están llevando a los grandes consumidores y nos dejan los problemas de las electrificaciones domésticas que no dejan utilidades, nada más gastos”.
Refuta que sea necesaria la inversión privada en electricidad: “Reconocido en el I Informe de Gobierno: abastecemos el 50% y nos sobra capacidad instalada para otro 50%. Para un país que no es de primer mundo es un desperdicio de recursos que no nos podemos dar el lujo de tener. Tenemos una generación diversificada, pero a partir de las famosas reformas de 1992, en el año 2000 ingresaron los famosos productores independientes, cuyo lema es maximizar las ganancias en contra de un sector eléctrico público que es el de maximizar el bienestar social.
“La comisión reguladora sigue otorgando más permisos. Ése es uno de los problemas a que nos enfrentamos: el detener la voracidad de Carlos Slim al querer construir la planta hidroeléctrica de
“Debido a este exceso de generación,
Afirma que incluso ante las contingencias las empresas transnacionales demuestran no ser eficientes en el servicio: “En el año 2003 se presentaron un sinnúmero de apagones a nivel internacional siendo el más famoso el de Nueva York. Eso nos trajo muchas enseñanzas puesto que ese sistema que colapsó en EU, era un sistema híbrido, privado, casi de la misma dimensión territorial del Golfo de México. Esto es a lo que nos exponen los inversores privados cuando nada más invierten en sus plantas generadoras, pero no en infraestructura para satisfacer el deterioro que va teniendo la transmisión”.
En México también lo hemos sufrido: “En el año de 1999 cuando lanzó su iniciativa de privatización Ernesto Zedillo, casualmente en el mes de mayo se presentó el mismo disturbio en el sureste mexicano (Yucatán, Quintana Roo y Campeche) pero no teníamos productores independientes y sólo duró dos horas. En 2003 ya tenías un productor independiente cuyo propietario es el hijo de Carlos Hank que es la planta de Mérida 3, con 475 megawatts, y este disturbio se presentó en la madrugada, y duró nueve horas porque el productor independiente se desconectó del sistema para que no le afectaran sus generadores. El restablecimiento corre a cargo nada, más del Estado, de las plantas de CFE, y ése duró cuatro veces más. Las plantas particulares no entienden lo que es la urgencia de un disturbio de tales dimensiones y no participan ni en el restablecimiento, ni en el control de frecuencia, ni de voltaje”.
Luz y Fuerza del Centro, que atiende el 30% de la demanda en el 1.4% del territorio nacional, también sufre el constante boicot (por ejemplo el presupuesto que recibe no es acorde al número de usuarios que atiende) y a pesar de ello, se encuentra entre las primeras 50 empresas del país en cuanto a ventas y generación de empleos, nos asegura Mario Govea Sansón.
Explica sobre la supuesta ineficiencia de LFC: “Le fijan los mismos indicadores de productividad que a CFE, pero en un kilómetro de alimentador Luz y Fuerza abastece 264 servicios, CFE abastece 60 si hay una interrupción en el mismo alimentador LFC tiene cinco veces más ineficiencias”.
Sobre la pésima percepción que hay de los trabajadores de LFC, defiende a su gremio: “La imagen de la gente que da la cara al público es negativa tanto de los que están en las agencias en las sucursales, deberían de ver a la gente que está en los sismos, en las lluvias, en las tormentas y que están restableciendo el servicio, por ejemplo, cuando se va la energía la gente que está restableciendo el servicio se congela y los bajan con manías y órale y el que sigue”.
Añade: “Obviamente es un problema de corrupción que hay a todos los niveles, pero en el caso de Luz y Fuerza la corrupción empieza desde arriba, desde la administración. El año pasado, en el presupuesto se le exigió que redujeran sus perdidas en un 20% y que de ahí tomaran los recursos para su inversión ¿Y qué dijo el director? Yo sólo me puedo comprometer a reducir el 2%, en este año sólo se compromete a cumplir el 0.64%. Las electrificaciones las debe hacer el personal sindicalizado, pero ya hay empresas que las están haciendo y dependen del director de Luz y Fuerza o de los subdirectores. Entonces la corrupción está desde arriba y lo que uno ve es a los trabajadores”.
Sobre la supuesta generación de empleos por la inversión privada en energía, aclara: “Los privados ni siquiera pagan beneficios sociales a sus trabajadores. En las líneas de transmisión que han construido últimamente, del sureste hacia el centro subcontratan, vienen trabajando centroamericanos, sudamericanos. Tú los ves trabajar y no tienen ni la misma ropa de seguridad. Su eficiencia es muy alta pero a un alto costo con el riesgo de la vida de estos señores, lo que les pagan (muy poco) no se lo van a pagar a un sindicalizado”.
Mario Govea Sansón afirma que serian más eficientes las dos paraestatales si se fusionaran y desde el punto de vista técnico no hay inconveniente, más sí desde el político y sindical, pues al ser el de
“La baja en la calidad no es gratuita, es un problema intencional que se ha dado desde 1974 cuando se puso en estado de liquidación a la empresa LFC, se le condenó a no crecer en capacidad de generación, a comprar toda la energía a CFE a precios impuestos por
“Con la entrada de productores independientes, le están haciendo a CFE lo que ella le hacia a LFC, de cada peso que cobra 36 centavos se los tiene que pagar a ellos y esa es la razón por la que las tarifas son cada vez más altas”, complementa.
Rompe también el mito de que la privatización abarate las tarifas. Y su aumento lo explica así: “Primero, existe sobrecapacidad instalada de generación; segundo, los altos costos de interconexión de los productores independientes de energía con los financiamientos que el Estado mexicano les está consiguiendo a través del Banco de Comercio exterior, los altos costos de gas natural que es el único combustible que los productores independientes suelen utilizar, las tarifas están indexadas al costo del gas”.
El artículo 27 constitucional dice a la fecha: “Corresponde exclusivamente a la nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines.”
Lo cierto es que la luz sube cada vez más y nos dicen que privatizando se abarata. Nos dicen que urge inversión privada para evitar un colapso y tenemos sobreproducción. Parece ser que la verdad es un lujo que el gobierno no se suele dar.
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