ESTADO DE MEXICO: Ayotzingo siente propia gesta cubana. (Fuente: Milenio). Sumido en la marginación, en el abandono municipal y gubernamental y sin servicios básicos —como salud, agua y drenaje—, Ayotzingo, pueblo mexiquense que sirvió de refugio clandestino para las prácticas guerrilleras de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, será nuevamente el refugio para rememorar la gesta revolucionaria del pueblo cubano. A este lugar, que también sirvió de posada a Hernán Cortés o a las tropas de Emiliano Zapata, de nada le ha valido su historia, pues vive con 30 años de rezago y de pobreza, sedientos de justicia.
Ubicado como cabecera del municipio de Chalco y colindante con la zona de Mixquic, a sus pobladores sólo les queda volver a ser anfitriones de una lucha ajena, cuya conmemoración se llevó a cabo ayer, al mediodía, en la explanada de la delegación, deteriorada al paso del tiempo. A ese pueblo, que vive su propia lucha contra la indolencia y la miopía del municipio y del mismo gobierno de Enrique Peña Nieto, sólo le queda presumir, aunque sea por un día, su historia y su valioso acervo cultural, con monumentos que con los años desaparecen y que a nadie importa rescatarlos.
Los pobladores de Ayotzingo luchan solos, incluso, en su intento por conservar 500 años de historia y cultura, acepta Pedro Elizalde Xolalpa, descendiente del general Antonio Beltrán Cortés, según dice, estimado por el legendario Zapata.
A nuestra tierra sólo le queda ser cuna de grandes luchadores sociales; nosotros difícilmente podemos combatir a quienes no nos quiere ver, pues gobernantes van y vienen, el mismo presidente municipal, Vicente Onofre, es nativo y mi pueblo sigue igual que hace tres décadas. Con nostalgia Elizalde Xolalpa, organizador e impulsor de la protección patrimonial de esa zona confirma que el Día Cultural de Cuba y Primer Aniversario de la Develación de la Placa por el 53 Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada es lo único que tienen.
No hay apoyo ni una visión para convertirlo en un pueblo turístico que genere su propia riqueza. Sólo tenemos, insiste, el orgullo de volver a recibir a personalidades, que por un día nos hacen olvidar la pobreza en que vive mi gente; aquí, narra, recibiremos al hijo del policía que fue quien detuvo al comandante Fidel Castro. “Imagínate a qué grado se llega de desidia gubernamental que para organizar el evento —una ceremonia que ni les costó a las autoridades— se tardaron más de tres días para un permiso”, lamenta.
Aquí, sostiene, cercano al rancho de San Miguel, ahora conocido como rancho Santa Rosa, que fue la base clandestina de preparación de tiro al blanco, de artes marciales y de tácticas guerrilleras de Castro, de su hermano Raúl y del mismo Che tenemos un jardín deplorable; una subdelegación que fue cuartel de los zapatistas en 1913, pero que casi desaparece y un patrimonio religioso que han saqueado. Son más de 600 mil habitantes, refiere, “pero sólo tenemos cinco escuelas; un miserable centro de salud, sin medicinas ni ambulancias ni mucho menos capacidad para atender emergencias; no hay bomberos, y todavía la gente usa letrinas para sus necesidades. “Es un pueblo que nadie ve ni nadie atiende. Tenemos sólo historia y recuerdos; la gente vive en su mayoría del campo y los que se han cansado de la miseria migran al Distrito Federal o, como en otros lugares, a Estados Unidos”, revela Pedro, quien es arquitecto de profesión.
Insiste y manifiesta su tristeza, su desilusión, pero no pierde la emoción de la ceremonia, que él mismo ha impulsado. Extiende una invitación en la que aparece la imagen del Che Guevara y de Fidel Castro sonriendo; ésta, dice, es del año pasado.
La de ahora, confirma, es una simple copia de menos de un cuarto de cuartilla, elaborada a computadora y sin color. “No sabes la que hemos pasado para organizar la de este año, el apoyo mejor lo recibimos de afuera, que de mis autoridades; tuvimos a la viuda de Erasmo Rivera —Esther López—, dueño del rancho que albergó a Castro, quien le llevaba los alimentos Eulogio Ruiz; Alfonso Herrera, escritor y biógrafo de la vida de José Martí; Hassan Dalban, de La Habana; Inocente Morales, presidente del Consejo Internacional de Ancianos; Efrén I. Calvo, de Grupo Comete, y a mi pueblo, que grita y está sediento de justicia y progreso.
La lucha, agrega con cierta nostalgia, será aunque sea por rescatar la riqueza cultural, pues Ayotzingo siempre se distinguió en que sus habitantes protegen a quienes van contra los abusos. Es un pueblo acostumbrado a sufrir; lo quemaron dos veces para desaparecerlo tropas federales, se fusiló a varios vecinos, se ultrajaron a mujeres, y ahora nos ultrajan y nos abandonan, pero nos mantenemos, y algún día —concluye— algún gobernante, que no sea tan mediocre, volteará a ver a éste y a su gente.
MEXICO: Amenazan a selva proyectos del PPP. (Fuente: Reforma / Adriana Alatorre). Más de 300 mil hectáreas de selva desaparecerán en la región fronteriza México-Guatemala-Belice de concluirse 10 proyectos carreteros previstos para la zona, en el marco del Plan Puebla-Panamá, advierte un estudio del Fondo de Conservación Estratégica (CSF, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Duke.
“El aumento en la fragmentación y accesibilidad a la Selva Maya incrementará la vulnerabilidad del ecosistema ante perturbaciones como incendios y huracanes. Aumentarán presiones antropogénicas como la toma de tierras dentro de áreas protegidas, la tala irregular de madera y el contrabando ilegal de especies de flora y fauna”, indica el reporte Análisis Ambiental y Económico de Proyectos Carreteros en la Selva Maya. “Por otro lado, estos proyectos generarán una barrera para la movilidad de especies dentro y fuera de las áreas protegidas, lo que debilitará significativamente los corredores biológicos”.
El CSF estima que los proyectos, impulsados en el marco del Plan Puebla-Panamá, afectarían 12 por ciento del hábitat del jaguar, una especie en peligro de extinción.
Entre los proyectos cuestionados se encuentran cuatro en territorio mexicano: la ampliación de la carretera Escárcega-Xpujil, en Campeche; la construcción de un camino paralelo a esa carretera para la instalación de torres de alta tensión; la ampliación de la carretera Caobas-Arroyo Negro, en Quintana Roo, y la carretera Mahahual-Bacalar, en el mismo estado.
La carretera Escárcega-Xpujil, de 152 kilómetros, cruza la Reserva de la Biosfera Calakmul, en donde se encuentra el área de bosque tropical más grande de México, y la reserva estatal Balam-kú. Está siendo ampliada de 9 a 12 metros de ancho, con acotamiento, con lo cual, se estima, aumentará el tráfico promedio a más de 2 mil vehículos al día, con una velocidad de hasta 110 kilómetros por hora. La ampliación inició en 2006 y su conclusión está prevista para 2008, con una inversión de 800 millones de pesos, en el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, presentado en julio pasado por el Presidente Felipe Calderón. Las obras de esa vía y del tendido eléctrico paralelo implican la deforestación de 89 mil hectáreas, calcula el CSF.
“En el caso específico de la carretera Escárcega-Xpujil, resulta urgente que se establezcan medidas de mitigación que permitan la movilidad de especie en las áreas protegidas de Calakmul y Balam-kú”, señala. En el caso de la carretera Caobas-Arroyo Negro, de 86 kilómetros de longitud, la ampliación es de 6 a 9 metros de ancho. “La carretera Caobas-Arroyo Negro reducirá considerablemente los parches de selva, los cuales son importantes para mantener la funcionalidad ecológica de las reservas de Calakmul y Sian Ka’an”, advierte en su estudio el CSF.
Cuestionan modelo
Para Dalia Amor, investigadora de la Universidad de Duke y coautora del estudio, las carreteras representan actualmente el principal riesgo para las zonas selváticas, pues alientan la ampliación de la frontera agrícola y la migración.
“Sin la evaluación y debida planeación, éstos proyectos carreteros pueden afectar el éxito de proyectos sustentables de conservación. Resulta esencial conocer los costos y beneficios económicos de estos proyectos, así como sus impactos ambientales”, indicó en entrevista. Advirtió que las obras carreteras impulsadas en el marco del Plan Puebla-Panamá y el proyecto Mundo Maya -que plantea el desarrollo de un corredor turístico a lo largo de los sitios arqueológicos del sur de México, Guatemala y Honduras- podrían generar efectos contrarios a sus objetivos declarados de promover el desarrollo de la región y favorecer la protección del Corredor Biológico Mesoamericano.
Carlos Manterola, presidente de Unidos para la Conservación y también coautor del estudio, advirtió por su parte que la zona afectada por los proyectos carreretros del PPP constituye el último macizo selvático que queda en el norte del continente americano. “Aquí está en juego el modelo de desarrollo que queremos para la región”, apuntó.
Los efectos de la realización de obras en la selva, señaló el especialista, pueden apreciarse en el caso del hábitat del jaguar, una especie que requiere de grandes extensiones para sobrevivir. En el estudio, explicó, se recuperaron investigaciones de varios años sobre la movilidad del jaguar, y la forma en que se ve afectada por la actividad humana. “Lo que pudimos identificar es que el jaguar utilizaba la selva no de manera uniforme, sino que muy específicamente escogía algunas áreas y evitaba aquellas con presencia humana”, comentó. “En la mayor parte de su vida, el jaguar trata de evitar a las poblaciones humanas a una distancia, más de 6 kilómetros, y en el caso de las carreteras a una distancia mayor de 4 kilómetros. En algunos casos el jaguar puede llegar a cruzar la carretera, pero prefiere las partes mejor conservadas de la selva”.
Piden nuevos estudios
Fernando Durand Siller, director de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, consideró que se requieren nuevos estudios para evaluar los potenciales impactos ambientales de la ampliación de la carretera Escárcega-Xpujil, en Campeche, y del tendido eléctrico paralelo a esa vía. “Las Manifestaciones de Impacto Ambiental ya están, pero se hicieron fuera de tiempo. Estamos tratando de proponer otras alternativas de proyectos carreteros que no sean tan agresivas con el medio ambiente”, señaló en entrevista. “Los proyectos carreteros no beneficiarían. Representan un intento por atender un rezago, pero ha habido muchos accidentes, y es peligroso por el tráfico diario”.
Subrayó que las obras se iniciaron con apego al marco legal y que el impacto previsto en la reserva es relativamente menor. Sin embargo, advirtió, pueden contribuir a la fragmentación del macizo forestal de Calakmul y de la reserva estatal de Balam-kú, así como a la ampliación de la frontera agrícola y mayor tala clandestina.
En tanto, Mauricio Limón, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat, indicó que la única autorización para obras en la Selva Maya es la de la ampliación de la carretera Escárcega-Xpujil. “Es una carretera que ya existía.
El proyecto fue impulsado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas desde la administración pasada, y lo que se autorizó fue ampliar la carretera”, explicó.
La Manifestación de Impacto Ambiental, detalló, se presentó en 2004. Aunque no se realizó ninguna consulta pública, señaló, el proyecto se puso a la consideración de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y ésta emitió una opinión favorable. Limón admitió que diversas organizaciones sociales se han pronunciado en contra de los proyectos carreteros en la Selva Maya, pero aseguró que no se ha presentado ninguna solicitud formal ante la Semarnat para revisarlos. Explicó que por ser un proyecto impulsado por la CDI, esa instancia aportó recursos para las obras en el tramo Escárcega-Xpujil, particularmente para el tendido eléctrico, que es la parte, dijo, que ha causado más cuestionamientos.
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