viernes, 31 de agosto de 2007

Carta de Hector Cerezo a seis años de prisión

Nuestro agradecimiento a todos los que han hecho suya la lucha por nuestra libertad. Tengan la seguridad de que no nos daremos por vencidos, ni nos rendiremos, ni renegaremos de nuestros principios e ideales. Hoy a seis años de reclusión podemos decir que nuestras convicciones siguen firmes y que nuestra voluntad de continuar luchando por la libertad de nuestro pueblo es inquebrantable.

A mis hermanos y hermanas del Comité Cerezo
A las organizaciones sociales, de derechos humanos y personas solidarias que nos brindan su solidaridad y apoyo

Quiero iniciar esta carta mandándoles una afectuoso saludo, un fuerte abrazo y mi más sincera admiración y respeto.

Ya han pasado seis años desde que fuimos ilegalmente detenidos, torturados y encarcelados por miembros de la policía y el ejército federal, seis años de haber iniciado una tenaz, valiente, difícil e irrenunciable lucha por recuperar la libertad que injustamente nos arrebataron los que desde el poder explotan y oprimen al pueblo, seis años de resistir, de luchar cotidianamente, de nutrir la esperanza, de recibir la solidaridad de un pueblo que lucha y no olvida.

Seis años en los cuales tanto ustedes como nosotros hemos recorrido infinitud de tristes y alegras visicitudes. Ha sido un tiempo marcado por al violación sistemática de los derechos humanos de quienes nos encontramos recluidos en las diferentes cárceles, monstruosos monumentos de ignominia, abuso e impunidad, un tiempo marcado por las constantes amenazas de muerte y violación, por el hostigamiento y seguimiento de los servicios de seguridad del gobierno federal a quiens se atreven a denunciar estas violaciones a los derechos humanos.

Nuestra pequeña historia es sólo una de tantas tragedias humanas que día a día, viven y padecen las familias que son víctimas de la brutal represión. Siempre hemos tenido claro que no somos los primeros ni los únicos que nos encontramos presos por motivos políticos. En nuestros corazones y en nuestros pensamientos están presentes los compañeros de Atenco, de Oaxaca, de Guerrero, de Veracruz, de Hidalgo, los cuales en iguales o peores circunstancias resisten dignamente el presidio.

Tenemos claro que el gobierno panista y los gobiernos priístas han optado por la represión, por las detenciones ilegales, por las golpizas, las torturas, los asesinatos, los encarcelamientos y las desapariciones forzadas con tal de tratar de contener y eliminar el descontento social provocado por las políticas neoliberales que ellos mismos han impuesto. Pero también somos concientes de que no podemos dejar de levantar la bandera del respeto a los derechos humanos, pues ésta no sólo es una necesidad, una tarea ineludible, sino sobre todo, es un deber para todos los que aspiramos a ser parte de una sociedad verdaderamente justa, equitativa, democrática y libre.

Por ello, no podemos dejar de exigir la libertad a TODOS los presos políticos y de conciencia del país, la presentación con vida de TODOS los detenidos-desaparecidos, ni el cese a la persecución y el hostigamiento en contra de TODOS los defensores y luchadores sociales del país.

México vive tiempos difíciles, los derechos humanos han sido decretados como un obstáculo por parte del gobierno federal, de ahí la importancia en pro de los derechos humanos que realiza el Comité Cerezo, de ahí la importancia de la solidaridad, valentía y entereza que los ha caracterizado todo este tiempo. Nuestra resistencia no podría extenderse sin la larga y ardua lucha de TODOS los que integran el Comité, de TODOS los que se han solidarizado con él. Ese no están solos es algo concreto, tangible, lo sentimos en cada acto de denuncia, de protesta, en cada firma, en cada carta, en cada saludo, en cada espacio prestado.

Nuestro agradecimiento a todos los que han hecho suya la lucha por nuestra libertad. Tengan la seguridad de que no nos daremos por vencidos, ni nos rendiremos, ni renegaremos de nuestros principios e ideales. Hoy a seis años de reclusión podemos decir que nuestras convicciones siguen firmes y que nuestra voluntad de continuar luchando por la libertad de nuestro pueblo es inquebrantable.

Mañana, en ese mañana tan esperado y exigido, estaremos con ustedes compartiendo la dicha y el orgullo de luchar juntos y para siempre.

Reciban un fuerte abrazo, un hasta pronto y un hoy y siempre, venceremos.

Con afecto

Héctor Cerezo

Pd1:¡Presos hoy, libres siempre!

13 de agosto de 2007

Centro de exterminio #1 Altiplano

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