viernes, 14 de marzo de 2014

La muerte de Hilda Flores cierra un ciclo en la lucha agrarista, dicen al despedirla


Organizaciones sociales rinden homenaje a la maestra; la acompañan quienes fueron sus compañeros

RODOLFO VALADEZ LUVIANO ( Corresponsal)

Atoyac, 13 de marzo. Con la muerte de la profesora Hilda Flores Solís se cierra un ciclo en la lucha del movimiento agrarista, cívico, comunista y democrático de Atoyac y de Guerrero, manifestó Víctor Cardona Galindo, cronista de Atoyac, durante el homenaje que organizaciones sociales y luchadores sociales de este municipio organizaron para despedir a quien fuera compañera del profesor Lucio Cabañas Barrientos en el zócalo de esta ciudad.

El reconocimiento a la maestra inició cuando los asistentes al velorio marcharon desde su casa hasta el zócalo con el féretro en hombros, hasta llegar al obelisco a Lucio Cabañas, donde fue preparado un escenario para homenajearla, y en el que fue recordada su vida, pero sobre todo su lucha a favor de las mujeres pobres de este municipio.

En el acto se pudo ver a varios de los que militaron con Hilda Flores en los diferentes escenarios de la lucha social, como Donaciano Pino, Decidor Silva, Zoelio Jaimes, Hilario Mesino y Dagoberto Ríos, además de quienes se dijeron alumnos de la activista, como Norma Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (Ocss); la ex secretaria de la Mujer en el estado Rosa María Gómez; María de los Ángeles Santiago, actual dirigente municipal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Estela Arroyo Castro, quien la cuidó en sus últimos cuatro años de vida, además de los miembros de la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad) Nicomedes Fuentes e Hilda Navarrete.

El homenaje inició con la participación de un dueto que interpretó La barca de oro, como parte de un repertorio de cuatro canciones, en su mayoría boleros, por ser el género que le gustaba a la homenajeada. Hubo peticiones sin éxito para que los músicos cantaran Carabela, canción que según Cardona Galindo le cantaba Cabañas a la maestra cuando tenía oportunidad.

La ex síndica perredista Guadalupe Galeana fue la encargada de leer la semblanza de la maestra de primaria, en la que destacó que la cercanía de Flores Solís con el líder del Partido de los Pobres, Lucio Cabañas, además de ser laboral, fue en el campo social, donde se encargó de promover los ideales del dirigente antes y después de que éste comenzara la guerrilla en la sierra.

Hilda Solís fue quien enseñó a luchar a las mujeres de Atoyac para defender sus derechos, asentó Rosa María Gómez, quien en su discurso exigió al actual gobierno municipal que continúe con la entrega de la presea Hilda Flores Solís a las mujeres destacadas de Atoyac y que la calle donde está su domicilio lleve su nombre.

“Las aves no cantan para ser felices, sino que son felices cantando. Esa frase refleja la vida de la profesora Hilda, porque fue una mujer que fue feliz luchando”, aseguró el escritor Felipe Fierro en su intervención, antes de que Norma Mesino llamara a las autoridades federales y estatales a esclarecer el asesinato de su hermana Rocío y la desaparición de la ecologista Eva Alarcón y que se deje en libertad a Nestora Salgado, coordinadora de la Policía Comunitaria en Olinalá.

El sepelio de la defensora social se llevó a cabo a las 5 de la tarde en el panteón municipal.

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