lunes, 4 de febrero de 2013

Seguridad en Pemex: el fracaso del militar consentido de Peña


JORGE CARRASCO A. Y ANABEL HERNÁNDEZ


Labores de rescate. Foto; Xinhua. 

En su estreno como gerente de Seguridad de Pemex, uno de los militares consentidos del presidente Enrique Peña Nieto, el general brigadier Eduardo León Trauwitz quedó muy mal con su protector, con la empresa paraestatal más importante del país y con sus empleados y visitantes, con la sociedad mexicana, con el Estado, con el Ejército…

MÉXICO, D.F. (Proceso).- La explosión en el edificio B-2 del complejo administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la Ciudad de México acabó con los días de gracia del gobierno de Enrique Peña Nieto. Empeñado en desaparecer de la opinión pública el tema de la narcoviolencia, a pesar de los casi 2 mil muertos registrados en su naciente administración, quedó atrapado en su propio silencio.

La explosión del 31 de enero no sólo tomó por sorpresa al gabinete y a los servicios de seguridad mexicanos. También puso al descubierto las divisiones y deficiencias en la seguridad corporativa de la principal empresa del país. Uno de sus protagonistas es hombre cercano a Peña Nieto, el general brigadier Eduardo León Trauwitz, actual gerente de Servicios de Seguridad Física de Pemex.

Se trata de quien fue escolta y jefe de seguridad del político priista cuando era gobernador del Estado de México y que apenas el 20 de noviembre pasado fue ascendido de coronel a su actual grado. Su nombramiento en Pemex rompió con la tradición de que sean militares, en activo o en retiro pero con experiencia operativa, los que estén a cargo de la seguridad de la paraestatal.

Fuentes militares y de seguridad comentaron a Proceso la falta de control en la materia en instalaciones de esa empresa estratégica, la debilidad de los servicios de seguridad e inteligencia civiles y militares, y la carencia de instancias de gobierno capaces de afrontar actos terroristas en México, incluso si sus autores son miembros de la delincuencia organizada.

Más de 24 horas después de la tragedia, el gobierno de Peña Nieto se limitaba a actualizar la cifra de fallecidos –33 hasta la noche del viernes 1– y a pedir que no se especulara, pero sin ofrecer siquiera datos para apuntalar su interés de que se trató de un accidente.

Intentó llenar el vacío de información con versiones oficiosas acerca de “una implosión”, y no una explosión, como resultado de una alta concentración de gas halón, el que se utiliza para controlar incendios.

Responsable de la seguridad de todas las instalaciones y personal de Pemex, el general brigadier León Trauwitz fue puesto en ese cargo al inicio del actual gobierno en compensación por no haber ocupado el cargo de jefe del Estado Mayor Presidencial, al que aspiró por su cercanía con Peña Nieto.

El directorio del corporativo de la paraestatal se encuentra en “actualización”, pero este semanario pudo corroborar el nuevo cargo del general brigadier a través de personal de Pemex. El edificio siniestrado está apenas a 50 metros de las oficinas de la gerencia donde despacha el exjefe de seguridad de Peña Nieto.

Ahora en el centro del escrutinio, el militar no se le despegó a Peña Nieto en los dos últimos años de su gobierno en el Estado de México y durante su campaña presidencial. Era su sombra. Estuvo adscrito a la coordinación de la ayudantía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de esa entidad desde marzo de 2010, y cuando Peña Nieto fue candidato a la Presidencia siguió siendo el responsable de su seguridad; su sueldo era cubierto por el gobierno mexiquense.

Según la información oficial consultada por Proceso, en septiembre de 2012, ya con Peña como presidente electo, entró a la nómina de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el área del Estado Mayor Presidencial, al que aspiraba llegar el 1 de diciembre pasado.

El nombre de León Trauwitz saltó a la luz pública en noviembre pasado por su rápido ascenso, que fue visto con molestia al interior del Ejército Mexicano por su falta de experiencia operativa; aunque no fue el único caso. Entonces tenía el grado de coronel y, sin estar en la lista preliminar de ascensos propuestos por la Sedena, la presidencia de Felipe Calderón lo incluyó en la lista de ascensos que solicitó al Senado.

El 20 de noviembre de 2012 se convirtió en general brigadier pese a no haber estado adscrito a la Defensa Nacional durante tres años y no haber cumplido el periodo mínimo de servicio de cuatro años en el grado de coronel. El súbito ascenso ocurrió a petición del presidente electo por la gran cercanía y confianza en su escolta, pero ello le acarreó animadversiones en el Estado Mayor Presidencial; en vez de él se quedó como jefe de ese poderoso cuerpo el general de brigada Roberto Miranda.

El cargo de gerente de Servicios de Seguridad Física (GSSF) de Pemex ha sido ocupado por experimentados militares en situación de retiro. La mayoría eran generales de división. Al puesto se le considera una de las posiciones que el secretario de la Defensa en turno decide para sus allegados. El general brigadier León Trauwitz fue la excepción y su llegada se vio en el Ejército como una imposición directa desde Los Pinos.

Cuando asumió la GSSF, exigió las renuncias inmediatas de todos los funcionarios de mayor nivel. Su antecesor fue el general Salvador Leonardo Bejarano Gómez, quien, molesto por estas formas, no concluyó su cargo en buenos términos, al punto de que el proceso de entrega-recepción no se completó, dijeron fuentes militares a Proceso. León Trauwitz habría amenazado a su antecesor con iniciarle un procedimiento administrativo.

El manual de organización interna de la paraestatal establece que la GSSF depende directamente de la Dirección Corporativa de Administración y es la responsable de “dirigir y controlar la ejecución de acciones que permitan detectar riesgos y prevenir la realización de actos de terrorismo, sabotaje, atentados, agresiones o intriga, que pongan en peligro el orden laboral, la integridad del personal, bienes muebles e inmuebles y valores de Petróleos Mexicanos y organismos subsidiarios”.

El exescolta de Peña Nieto es el principal responsable de la seguridad física de Pemex, tanto del personal como de las instalaciones, bienes y valores de la paraestatal, sus organismos subsidiarios y sus empresas filiales.

El manual especifica que debe “coordinar las acciones necesarias para la seguridad física de directivos y trabajadores de la industria petrolera y en su caso externos”, además de coordinar sus tareas de resguardo con otras instituciones.

De acuerdo con los registros de la Secretaría de la Función Pública, León Trauwitz es egresado de la Escuela Superior de Guerra y de la carrera de relaciones internacionales de la UNAM. De 1997 a 1999 fue jefe de departamento del Estado Mayor de la Sedena, en donde su tarea consistía en realizar análisis de prensa y producir publicaciones.

En 1999 fue coordinador de operaciones de la VIII Región Militar con sede en Oaxaca. Sólo duró en el puesto siete meses. Un año fue profesor en la Escuela Superior de Guerra hasta que, en enero de 2001, se inició en el cargo de subjefe de la Sección V del EMP con funciones de “cuerpo de seguridad”. Permaneció en el Estado Mayor Presidencial hasta el 1 de marzo de 2010, cuando renunció para irse a trabajar con Peña Nieto.

El presente reportaje es un extracto del que se publica bajo el título Vulnerabilidad a los accidentes… y a los atentados en la edición 1892 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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