jueves, 14 de julio de 2011

Gobiernos corruptos


ANTONIO SOTO SÁNCHEZ

En días pasados la prensa nacional dio cuenta de una serie de acusaciones de corrupción que se hicieran entre Elba Esther Gordillo, lideresa nacional del ala magisterial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), mejor conocida como institucional y Miguel Ángel Yunes, ex director del ISSSTE y ex candidato panista a la gubernatura de Veracruz. En dichas imputaciones, ambos personajes de la vida política nacional se acusaron de conductas claramente ilegales, mismas que atentaron, o pretendieron atentar, de confirmarse tales dichos, contra el erario de instituciones tan importantes, como lo es la que se encarga de la seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado. El show mediático que escenificaron ambos políticos es verdaderamente deleznable y debe ser, sin duda, motivo suficiente para realizar una seria y muy profunda investigación por parte de la Auditoria Superior de la Federación, a fin de certificar si fueron manejadas correctamente o no las finanzas del ISSSTE durante la administración del señor Yunes.

En cualquier país democrático del mundo, una acusación de esta naturaleza es motivo más que suficiente para llevar acabo todo tipo de investigaciones, mismas que permiten liberar de toda sospecha a algún político involucrado en supuestos actos de corrupción; si se comprueba que algún funcionario del nivel que sea ha desfalcado el erario, se le aplica la ley con todo rigor; si no se le comprueba nada, este funcionario puede continuar desempeñando la función encomendada. En México, por desgracia, no sucede de esta manera. Ni cuando gobernaba el PRI, ni ahora que gobierna el PAN. Aquí puede haber actos de corrupción por parte de los funcionarios públicos y no pasa nada, aquí muchos funcionarios de hasta tercera o cuarta categoría cometen este tipo de delitos y siempre se salen con la suya, siguen en los puestos o en el mejor de los casos se van a sus casas tranquilamente a disfrutar de lo saqueado.

El PAN desde su nacimiento fue un severo crítico de la corrupción gubernamental, hubo destacados políticos de este partido conservador que ejercieron muy fuertes señalamientos contra aquellos malos funcionarios priístas, pero al paso de los años, parece ser que todo se les ha olvidado; si no fuera así, no podríamos entonces entender la actitud de complicidad, que el gobierno federal ha asumido con su silencio, ante los graves señalamientos que se han hecho a destacados funcionarios públicos, como es el caso actual del señor Yunes. Uno de los principales problemas que padecen nuestros regímenes políticos, ya sean estos priistas o panistas, por mencionar a las dos fuerzas políticas que han gobernado al país (espero que el PRD si gana la presidencia de México, no vaya a caer en lo mismo), es la enorme cantidad de compromisos que asumen sus candidatos antes de ganar el poder; así vemos cómo, durante las campañas electorales, los abanderados se comprometen a entregar un número determinado de dependencias a verdaderas mafias partidistas o a poderes facticos, quienes a cambio de otorgar votos, dinero, publicidad, entre otras cosas, les conceden importantes espacios públicos de decisión, los que manejan con total y absoluta discrecionalidad; además de las concesiones de todo tipo, que el gobierno entrega a muchos privados, en detrimento del interés nacional.

Lo peor de las cosas, es que en realidad lo que el gobierno compromete son los recursos de todos los mexicanos, para el provecho exclusivo de unos cuantos, por eso cuando salen a la luz pública actos de corrupción como el que estamos comentando, que mucho pueden tener de ciertos, los gobernantes no hacen nada, porque también comprometieron impunidad a este tipo de personajes, como los son la señora Gordillo y el señor Yunes. ¿O hay acaso algún mexicano que no dude de la honorabilidad de la lideresa magisterial?; ¿Será cierto que el ex director del ISSSTE no entregó dinero público a Gordillo, cuando este llego a tal dependencia gracias a los acuerdos pactados entre la maestra y Calderón?, por supuesto que no nos chupamos el dedo, la corrupción en México continúa con el PAN y sigue siendo uno de los grandes pendientes de nuestro país, pero también la impunidad sigue tan presente como antaño. Este caso de corrupción será solamente una nota periodística más de un régimen igual o peor a los que encabezó el PRI, hace algunos años.

enlacesosa@yahoo.com.mx

Fuente: La Jornada de Michoacán

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