miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Ponchis a Estados Unidos

Martes, 07 de Diciembre de 2010 00:00
Escrito por Jaime Luis Brito

Los norteamericanos hicieron de nueva cuenta su aparición. Esta vez no fue a través de un cable de su Departamento de Estado filtrado a través de Wikileaks. No. Ahora fue por la vía de su representación en nuestro país, para verificar la nacionalidad del Ponchis y determinar el tipo de “asistencia” que le brindarán por ser estadounidense.

Mientras tanto, encuentro al doctor Arturo Ornelas, que fuera y es mi maestro, y me comenta la iniciativa de formar de un grupo de jóvenes, de estos que llamamos ninis, que puedan salir luego a las calles a construir en lugar de destruir y romper con el ciclo de violencia institucional-jóvenes-violencia reactiva-violencia institucional. En breve hablaremos más de la propuesta.

Por otro lado, comenta Rodolfo Pérez en la entrega de ayer: “La misma sociedad ha dado hincapié a esta clase de delincuentes, niños infractores que han cambiado los súper héroes tradicionales por figuras con poder y dinero, gente déspota con actitudes de desinterés social, al parecer somos incapaces de formar a nuestros jóvenes con valores desde la célula familiar, que como podría ser esto un padre en muchos casos ausente, o familias con un solo miembro de ésta que suele trabajar todo el día dejando la educación de sus hijos a manos de las situaciones que se viven en las colonias”.

Finalmente, el señor Carlos A. Ramos Land, de quién tengo la impresión no es la primera vez que ofrece su palabra, nos dice: “Al respecto del tercer párrafo (de la columna de ayer) qué quiere que le comente un padre cuyo hijo cayó por las balas de la delincuencia. Yo que sí me preocupé por educarlo y procurar su alimentación, salud mental y física, ¿tengo derecho a exigir o no justicia ante nuestros gobernantes y jueces? o ¿tienen más derechos a salir sin castigo de ésta y otras situaciones los que se escudan en la miseria y la falta de oportunidades para abrazar las filas del crimen? Bien lo dijo el Ponchis, él sabe que por obrar mal debe pagar con un castigo. Yo creo que no necesita mayor defensa en la prensa que la que puedan tener nuestros hijos caídos y tratados como delincuentes a veces por la prensa amarillista, que no es el caso”.

Señor Ramos, estoy de acuerdo con usted. El adolescente merece un castigo. Habrá que pensar en cómo prevenimos que haya otros Ponchis por ahí, no ya escudados en la miseria, si no padeciéndola frente a un Estado indolente. Sobre su dolor, créame que lo entiendo mejor que nadie. Gracias de nuevo por su palabra.
jaimebrito@mexico.com

Fuente: La Jornada de Morelos

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