viernes, 27 de agosto de 2010

La opinión de un experto. Reflexiones de Fidel Castro


El líder de la Revolución cubana comenta el artículo «El punto tras el que no hay vuelta atrás», donde el periodista norteamericano-israelí Jeffrey Goldberg ofrece elementos acerca de la posibilidad de un golpe israelí contra Irán

26 de Agosto del 2010 2:21:36 CDT

Si me preguntaran quién es el más conocedor del pensamiento israelita, respondería sin vacilar que es Jeffrey Goldberg. Incansable periodista, capaz de reunirse decenas de veces para indagar sobre el pensamiento de un líder o un intelectual israelita.

No es neutral, desde luego, es pro israelita sin vacilación alguna. Cuando alguno de ellos no está de acuerdo con la política de ese país tampoco lo es en término medio.

Para mi objetivo, lo que interesa es conocer el pensamiento que guía a los principales líderes políticos y militares de ese Estado.

Me siento con autoridad para opinar, porque nunca fui antijudío y comparto con él, un profundo odio al nazifascismo y el genocidio cometido con niños, mujeres y hombres, jóvenes o ancianos judíos contra los que Hitler, la Gestapo y los nazis, saciaron su odio contra ese pueblo.

Por la misma causa, aborrezco los crímenes del gobierno fascista de Netanyahu, que asesina niños, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos en la franja de Gaza y en Cisjordania.

En su ilustrado artículo “El punto tras el que no hay vuelta atrás”, que se publicará en la revista The Atlantic, en septiembre de 2010, ya conocido a través de Internet, Jeffrey Goldberg inicia su trabajo de más de 40 páginas del cual extraigo las ideas esenciales para conocimiento de los lectores.

“Es posible que en algún momento durante los próximos doce meses la imposición de sanciones económicas devastadoras contra la República Islámica de Irán convenza a sus líderes para que abandonen los esfuerzos por obtener armas nucleares. […] Es posible asimismo que las ‘operaciones de frustración’ llevadas a cabo por los organismos de inteligencia de Israel, los Estados Unidos, Gran Bretaña y otras potencias occidentales […] lleguen a desacelerar en alguna medida considerable el avance de Irán. También puede que el Presidente Obama, quien ha declarado en bastantes ocasiones que considera la perspectiva de un Irán nuclear como algo ‘inaceptable’, ordene un golpe militar contra las principales instalaciones de armamentos y enriquecimiento de uranio del país.”

“Al analizar la plausibilidad y las posibles consecuencias de un golpe israelí contra Irán, no me dedico a un ejercicio mental ni a un juego de guerra de un hombre. Israel ya ha atacado y destruido con éxito en dos ocasiones el programa nuclear de un enemigo. En 1981, los aviones de guerra israelíes bombardearon el reactor iraquí en Osirak y detuvieron (para siempre, según resultó) las ambiciones nucleares de Sadam Hussein; y en 2007 los aviones israelíes destruyeron un reactor de fabricación norcoreana en Siria. Por lo tanto, un ataque contra Irán sería sin precedentes sólo en cuanto al alcance y la complejidad.”

“Por más de siete años he estado estudiando la posibilidad de que al final se produzca ese golpe […] En los meses transcurridos desde entonces (marzo de 2009), he entrevistado a alrededor de 40 decisores israelíes actuales y anteriores sobre un golpe militar, así como a muchos funcionarios estadounidenses y árabes. En la mayoría de estas entrevistas he formulado una pregunta sencilla: ¿Cuáles son las posibilidades porcentuales de que Israel ataque el programa nuclear iraní en el futuro cercano? No todos respondieron esta pregunta, pero hubo un consenso de que hay posibilidades por encima del 50% de que Israel lanzará un ataque en julio próximo. […] puse a prueba el consenso hablando con muchas fuentes tanto dentro como fuera del gobierno y pertenecientes a distintos partidos políticos. Tras mencionar la sensibilidad extraordinaria del tema, muchos hablaron sólo a regañadientes y con la condición de que no se revelaran sus nombres […] El razonamiento dado por los decisores israelíes no fue complicado: Irán, cuando más, necesita entre uno y tres años para lograr una capacidad nuclear real. […] Y el elemento más esencial de la doctrina de seguridad nacional israelí, un principio que data del decenio de 1960 […] es que no se debe permitir a ningún adversario regional alcanzar la paridad nuclear con el estado judío renacido y aún asediado.”

“En nuestra conversación antes de su toma de posesión, Netanyahu no abordó el tema en términos de la paridad nuclear […] Por el contrario, definió el programa iraní como una amenaza no sólo para Israel sino para toda la civilización occidental.”

“‘…Cuando el creyente de ojos desorbitados se hace de las riendas del poder y las armas de muerte masiva, entonces el mundo debe empezar a preocuparse y eso es lo que está sucediendo en Irán’.”

“En nuestra conversación, Netanyahu se negó a analizar su cronograma para la acción, ni siquiera si pensaba en la acción militar preventiva contra el programa nuclear iraní. […] La convicción de Netanyahu es que Irán no es sólo el problema de Israel sino que es el problema del mundo, y el mundo, encabezado por los Estados Unidos, tiene el deber de enfrentarlo. Pero Netanyahu no tiene mucha fe en las sanciones, no en las sanciones relativamente débiles contra Irán aprobadas recientemente por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ni en las más fuertes impuestas por los Estados Unidos y sus aliados europeos.”

“Pero, según mis conversaciones con los decisores israelíes, este período de paciencia, durante el que Netanyahu espera para ver si los métodos no militares de Occidente pueden detener a Irán, terminará este diciembre.”

“El gobierno de Netanyahu ya intensifica sus esfuerzos analíticos no sólo con respecto a Irán, sino en lo tocante a un tema que a muchos israelíes les resulta difícil comprender: el Presidente Obama. Los israelíes se esmeran en responder lo que constituye la pregunta más acuciante para ellos: ¿Existen cualesquiera circunstancias en las que el Presidente Obama desplegaría la fuerza para impedir que Irán adquiriera una capacidad nuclear? Todo depende de la respuesta.”

“Irán exige la atención urgente de toda la comunidad internacional, y la de los Estados Unidos en particular, debido a su habilidad sin igual para proyectar la fuerza militar. Esta es también la posición de muchos líderes árabes moderados. Hace unas semanas, en declaraciones inusualmente directas el embajador de los Emiratos Árabes Unidos ante los Estados Unidos Yousef al-Otaiba me dijo […] que su país apoyaría un golpe militar contra las instalaciones nucleares de Irán […] ‘Los países pequeños, ricos y vulnerables de la región no quieren ser los que provoquen al gran bravucón si nadie va a venir a apoyarlos’.”

“Varios líderes árabes han dicho que la posición de los Estados Unidos en el Medio Oriente depende de su disposición de enfrentar a Irán. Explican, pensando en sus intereses, que un ataque aéreo contra un puñado de instalaciones iraníes no sería tan complicado ni problemático como, digamos, invadir Irak. ‘Esto no es un debate sobre la invasión a Irán’, me dijo un ministro de relaciones exteriores árabe. ‘Esperamos la realización de golpes específicos contra varias instalaciones peligrosas. Los Estados Unidos podrían hacer esto con mucha facilidad’.”

“Barack Obama ha dicho en incontables ocasiones que un Irán nuclear le resultaría ‘inaceptable’. […] ‘Un Irán nuclear sería una situación que cambiaría el juego, no sólo en el Medio Oriente sino en todo el mundo. Pienso que cualquier cosa que quedara de nuestro marco de no proliferación nuclear comenzaría a desintegrarse. Habría países en el Medio Oriente que verían la posible necesidad de obtener armas nucleares también’.”

“Pero los israelíes tienen dudas de que un hombre que se situó como la antítesis de George W. Bush, el autor de las invasiones tanto de Afganistán como Irak, lanzaría un ataque preventivo contra una nación musulmana.”

“‘Todos escuchamos su discurso en El Cairo’, me dijo un alto funcionario israelí refiriéndose al discurso de junio de 2009 donde Obama trató de redefinir las relaciones con los musulmanes recalcando el espíritu de cooperación y el respeto de los Estados Unidos hacia el Islam. ‘No creemos que sea el tipo de persona que lanzaría un golpe osado contra Irán. Tememos que seguiría una política de contención hacia un Irán nuclear en vez de atacarlo’.”

“El funcionario israelí me dijo que ‘lo de Bush ocurrió hace dos años, pero el programa iraní era el mismo y la intención era la misma. Así que, personalmente, no espero que Obama sea más Bush que Bush’.”

“Si los israelíes llegan a la conclusión definitiva de que Obama bajo ninguna circunstancia lanzará un golpe contra Irán entonces comenzará la cuenta regresiva hacia un ataque unilateral israelí.”

“Los funcionarios de inteligencia israelíes consideran que un golpe contra Irán podría provocar una represalia total por parte del partidario de Irán en el Líbano, Hezbollah, el cual según la mayoría de las estimaciones de inteligencia posee ahora hasta 45 000 cohetes (no menos de tres veces los que tenía en el verano de 2006, durante la última serie de enfrentamientos entre el grupo e Israel).”

“…Netanyahu no es el único que comprende este reto; varios primeros ministros anteriores a él abordaron la amenaza de Irán en términos existenciales similares. […] Michael Oren, el embajador de Israel ante los Estados Unidos me dijo que ‘él tiene un sentido profundo de su papel en la historia judía’.”

A continuación Jeffrey Goldberg emplea varias páginas relatando la historia del padre de Netanyahu, Ben-Sión a quien considera el historiador más destacado del mundo sobre la inquisición española y otros destacados méritos, que recién cumplió 100 años de edad.

“Benjamín Netanyahu no es conocido en la mayoría de los círculos por su flexibilidad en cuanto a los asuntos relacionados con los palestinos, si bien últimamente ha estado tratando de satisfacer algunas de las exigencias de Barack Obama de que haga avanzar el proceso de paz.”

Concluida esta parte de su artículo, Goldberg prosigue al análisis de la compleja situación. En ocasiones es bastante duro analizando un comentario del ex presidente iraní Hashemi-Rafsanjani en el año 2001, en el que ciertamente éste habla de una bomba que destruiría a Israel; una amenaza que fue criticada incluso por fuerzas de izquierda que son enemigos de Netanyahu.

“Los desafíos que representa un Irán con capacidad nuclear son más sutiles que la propia posibilidad de un ataque directo, me comentó Netanyahu. […] ‘los actores agresivos dentro de Irán podrían disparar cohetes y participar en otras actividades terroristas a la vez que tendrían cobertura para el uso del material nuclear. […] En lugar de ser un suceso local, independientemente de lo doloroso que pueda ser, esto se convertiría también en un acontecimiento de carácter mundial. En segundo lugar, este acontecimiento envalentonaría a los activistas islámicos en todos los confines, en muchos continentes, que creerían que esto es una señal providencial, que este fanatismo conduce al camino supremo del triunfo’.”

“‘Se provocaría un gran cambio radical en la balanza de poder en nuestra zona’, añadió.”

“Otros dirigentes israelíes consideran que el solo hecho de la amenaza de un ataque nuclear por parte de Irán, combinado con las amenazas crónicas que viven las ciudades israelíes hechas por las fuerzas coheteriles de Hamas y el Hezbollah, socavará gradualmente la capacidad del país de proteger a sus ciudadanos más creativos y productivos. […] ‘La verdadera prueba que tenemos es lograr que Israel sea ese lugar tan atractivo, ese lugar de vanguardia en las esferas de la sociedad humana, la educación, la cultura, la ciencia, la calidad de vida, al cual incluso los jóvenes judíos que viven en los Estados Unidos quieran venir’.”

“Según varias encuestas, el patriotismo es un sentimiento que se lleva muy en alto en Israel, y me parece poco probable que el temor a Irán obligue a los judíos de Israel a buscar refugio en otro sitio. No obstante, uno de los principales promotores de un ataque israelí contra las instalaciones nucleares iraníes, Ephraim Sneh, otrora general y ex viceministro de defensa, está convencido de que si Irán cruzara el umbral nuclear, la propia idea de Israel se vería en peligro. ‘Estas personas son ciudadanos buenos y valientes, pero la dinámica de la vida es tal que si alguien tiene una beca para estudiar en una universidad de los Estados Unidos durante dos años y la universidad le ofrece permanecer un tercer año, los padres le dirán: no hay problemas, quédate,’ me comentó Sneh cuando me reuní con él no hace tanto tiempo en su oficina fuera de Tel Aviv. ‘Si alguien termina un doctorado y le ofrecen una plaza en los Estados Unidos, esa persona pudiera quedarse. Eso no quiere decir que la gente saldrá corriendo para el aeropuerto […] Lo importante es que tendremos un robo acelerado de cerebros, y un Israel que no se fundamente en el emprendimiento, que no se base en la excelencia, no será el Israel de hoy’.”

“UN LUNES POR LA NOCHE a principios del verano, me senté en la oficina del decididamente detractor de los goyim, Rahm Emanuel, jefe de despacho de la Casa Blanca, y escuché a varios funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional reunidos en su mesa de conferencias explicar —en muchísimas palabras— por qué el Estado judío debe confiar en el presidente no judío de los Estados Unidos para que estos eviten que Irán cruce el umbral nuclear.”

“Una de las personas sentadas a la mesa, Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional quien participó como autor principal del reciente material ‘Estrategia de seguridad nacional para los Estados Unidos’ así como en la preparación del discurso conciliatorio del Presidente en El Cairo, indicó que el programa nuclear de Irán constituía una amenaza clara para la seguridad estadounidense y que el gobierno de Obama responde a las amenazas a la seguridad nacional de la misma forma en que han respondido otras administraciones. ‘Estamos coordinando una estrategia multifacética para elevar la presión contra Irán, pero eso no significa que hayamos retirado alguna de las cartas de la mesa de discusión’, afirmó Rhodes. ‘Este presidente ha demostrado una y otra vez que cuando él considera que es necesario utilizar la fuerza para proteger los intereses estadounidenses de seguridad nacional, él lo ha hecho. No vamos a utilizar frases hipotéticas sobre cuándo utilizaríamos la fuerza militar o si vamos a usarla, pero sí hemos dejado bien claro que no hemos eliminado la opción del uso de la fuerza para ninguna situación en la que se afecte nuestra seguridad nacional’.”

“…Emanuel, cuyo estado de ánimo por defecto es exasperado. […] (Un ex funcionario de la administración Bush me dijo que su presidente enfrentó el problema contrario, atascado en dos guerras y creyendo que Irán no estaba tan cerca de cruzar el umbral nuclear, se opuso al empleo de la fuerza contra el programa de Irán y dejó bien claro su punto de vista, ‘pero nadie le creyó’).”

“En un momento, expresé la idea de que debido a razones sumamente obvias, pocas personas creían que Barack Obama abriría un tercer frente en el gran Oriente Medio. Uno de los funcionarios respondió acaloradamente: ‘¿Qué hemos hecho que te permita llegar a la conclusión de que pensamos que un Irán con capacidad nuclear sería una situación tolerable para nosotros?’”

“Los funcionarios de la administración de Obama, en particular los del Pentágono, han señalado en varias ocasiones que no están conformes con la posibilidad de preferir un ataque militar. En abril, la subsecretaria de defensa para temas de política, Michele Flournoy, dijo a los periodistas que el uso de la fuerza militar contra Irán estaba ‘fuera de la mesa de negociaciones en un futuro cercano’. Ella se retractó después, pero el Almirante Michael Mullen, jefe del Estado Mayor General Conjunto, ha criticado también la idea de atacar a Irán. […] ‘En una región que es tan inestable en estos momentos, ya no necesitamos más inestabilidad’.”

“…bajo ninguna circunstancia el presidente ha descartado la idea de evitar la proliferación mediante el uso de la fuerza. […] Gary Samore, funcionario del Consejo de Seguridad Nacional que supervisa el programa de la administración contra la proliferación, me dijo que los israelíes están de acuerdo con las evaluaciones estadounidenses de que el programa iraní de enriquecimiento de uranio está plagado de problemas.”

“‘…podemos determinar, teniendo en cuenta los informes del OIEA, que a los iraníes no les va bien’, expresó Samore. En particular, las máquinas centrífugas que están operando se basan en el uso de una tecnología inferior. Están enfrentando dificultades técnicas, en parte por la labor que hemos desplegado para negarles el acceso a los componentes extranjeros. Cuando ellos hacen las piezas, fabrican piezas que no son sometidas a ningún tipo de control de la calidad’.”

“Dennis Ross, ex negociador de paz en el Oriente Medio, quien se desempeña en la actualidad como funcionario de alto rango dentro del Consejo de Seguridad Nacional, afirmó durante la reunión que él cree que los israelíes entiendan ahora que las medidas instigadas por los Estados Unidos han desacelerado el avance de Irán y que la administración está trabajando para convencer a los israelíes —y a otras partes en la región— de que la estrategia de sanciones ‘tiene posibilidades de funcionar’.”

‘“El presidente ha dicho que él no ha retirado ninguna carta de la mesa de discusión, pero veamos por qué nosotros pensamos que esta estrategia podría funcionar’. […] El pasado mes de junio —como no habían respondido a nuestro llamado bilateral— el presidente dijo que tomaríamos medidas en septiembre.”

“Ross […] las sanciones que enfrenta Irán en la actualidad pudieran modificar la forma de pensar del régimen. ‘Las sanciones van a trascender. Están teniendo lugar en un momento en que los iraníes están teniendo una mala administración: los iraníes tendrán que recortar los subsidios [para los alimentos y el combustible]; ya están enfrentando la enajenación del pueblo; tienen división dentro de la élite y entre la élite y el resto del país…’”

“Una pregunta que al parecer ningún funcionario de la administración desea contestar es la siguiente: ¿qué harán los Estados Unidos si fracasan las sanciones? Varios funcionarios árabes se quejaron conmigo porque la administración de Obama no les ha comunicado cuáles son sus intenciones, ni siquiera de manera general.”

“‘A los electores de Obama les gusta saber que la administración haya demostrado que no desea iniciar una pelea con Irán, pero ese no es asunto de política interna’, expresó dicho canciller. ‘Irán se mantendrá en ese camino temerario a menos que la administración comience a hablar de forma no razonable. La mejor forma de evitar un ataque contra Irán es haciendo creer a Irán que los Estados Unidos están a punto de atacarlos. Tenemos que conocer cuáles son las intenciones del presidente en este asunto. Somos sus aliados’. De acuerdo con dos fuentes dentro de la administración, este asunto provocó tensiones entre el Presidente Obama y el recientemente depuesto director de inteligencia nacional, Almirante Dennis Blair. Según estas fuentes, Blair, quien se decía hizo mucho hincapié en la amenaza que representa Irán, le dijo al presidente que los aliados árabes de los Estados Unidos necesitaban más palabras tranquilizadoras. Se dice que a Obama no le gustó el consejo.”

“En Israel, por supuesto, a los funcionarios les cuesta mucho trabajo entender al Presidente Obama, a pesar de las palabras tranquilizadoras que han recibido de Emanuel, de Ross, y de otros.”

“Hace poco tiempo, el jefe de la inteligencia militar israelí, Mayor General Amos Yadlin, hizo una visita secreta a Chicago para reunirse con Lester Crown, el multimillonario cuya familia es dueña de una parte importante de General Dynamics, un contratista militar. Crown […] ‘Comparto con los israelíes el sentimiento de que con toda seguridad nosotros contamos con la capacidad militar y que tenemos que tener la voluntad de utilizarla. El ascenso de Irán no es algo que le convenga para nada a los Estados Unidos’.”

“‘Apoyo al presidente’, dijo Crown, ‘pero me gustaría que [los funcionarios de la administración] fueran un poco más extrovertidos a la hora de hablar. Me sentiría más cómodo si supiera que ellos tienen la disposición de usar la fuerza militar, como último recurso. No se puede amenazar a alguien haciéndole creer un engaño. Tiene que haber disposición para hacerlo’.”

“Varios funcionarios incluso me preguntaron si yo consideraba que Obama era antisemita. Les respondí esta pregunta utilizando una cita de Abner Mikva, otrora Congresista, juez federal y mentor de Obama, quien afirmó en 2008: ‘Pienso que cuando todo esto termine, la gente dirá que Barack Obama fue el primer presidente judío’. Les expliqué que Obama estaba muy empapado con la obra de escritores, académicos legales y pensadores judíos y que una gran cantidad de sus amigos, partidarios y asesores era judíos. Sin embargo, el filosemitismo no es necesariamente lo mismo que estar de acuerdo con el Partido Likud de Netanyahu; por cierto, no es lo mismo tampoco entre los judíos que viven en los Estados Unidos que —al igual que el presidente por el que votaron en cantidades abrumadoras— apoyan, por lo general, la solución de la existencia de dos Estados y tienen sus reservas en cuanto a los asentamientos judíos en la Ribera Occidental.”

“Rahm Emanuel indicó que la administración estaba intentando enhebrar una aguja: brindando un apoyo ‘inquebrantable’ a Israel; protegiéndolo de las consecuencias de una bomba nuclear iraní; pero presionándolo para que busque una fórmula conciliatoria con los palestinos. […] los últimos seis primeros ministros de Israel, incluido Netanyahu que —en su primer período electoral a finales del decenio de 1990, para disgusto de su padre— buscó una fórmula conciliatoria con los palestinos, para defender su caso. ‘Rabin, Peres, Netanyahu, Barak, Sharon, Olmert —cada uno de ellos buscó algún tipo de solución negociada que fuera conveniente para Israel desde el punto de vista estratégico’, apuntó. Ha habido muchas otras amenazas mientras los sucesivos gobiernos de Israel han intentado seguir un proceso de paz.”

“…Israel debe analizar cuidadosamente si un golpe militar valdría la pena por el gran problema que ello desataría. ‘No estoy seguro por el momento en que están, cualquiera que sea el momento, independientemente de lo que hagan, ellos no pararían’ el programa nuclear, añadió. ‘Ellos solo lo pospondrían’.”

“Fue entonces cuando me di cuenta que, en algunos temas, los israelíes y los estadounidenses no estaban hablando el mismo idioma.”

“EN MIS CONVERSACIONES con ex generales de la fuerza aérea y estrategas israelíes, prevaleció un tono moderado. Muchas de las personas que entrevisté estuvieron dispuestas, en condición de anonimato, a decir por qué sería difícil para Israel atacar las instalaciones nucleares iraníes. Algunos generales israelíes, al igual que sus colegas estadounidenses, cuestionaban la propia idea de emprender un ataque. ‘Emplearíamos mejor nuestro tiempo si nos dedicamos a hacer cabildeo con Barack Obama para que él lo haga, en lugar de intentar hacerlo nosotros’, afirmó un general. ‘Somos muy buenos en este tipo de operaciones, pero es un paso muy grande para nosotros. Sin embargo, los estadounidenses pueden hacer esto con un mínimo de dificultades. Es demasiado para nosotros’.”

“Estos aviones tendrían que regresar a su país con rapidez, en parte porque la inteligencia israelí considera que Irán le ordenaría de inmediato al Hezbollah que lance los cohetes contra ciudades israelíes, y se necesitarían los recursos de la fuerza aérea israelí para perseguir los grupos de cohetes del Hezbollah.”

“…en caso de un ataque unilateral israelí contra Irán, su misión sería combatir contra las fuerzas coheteriles del Hezbollah. […] mantener en reserva ahora al Hezbollah hasta que Irán pueda cruzar el umbral nuclear.”

“…Hezbollah ‘perdió a muchos de sus hombres. […] Esa es una de las razones por las que hemos tenido cuatro años de tranquilidad. Lo que ha cambiado durante los últimos cuatro años es que el Hezbollah ha aumentado su capacidad coheteril, pero nosotros hemos elevado también nuestra capacidad’. En relación con un posible ataque israelí contra Irán, Eisenkot terminó diciendo: ‘Nuestra disposición combativa significa que Israel tiene libertad de acción’.”

“Los Estados Unidos se verían también como cómplices de un ataque israelí, aún cuando estos no hubieran sido advertidos con antelación. La hipótesis —que no siempre es correcta— de que Israel sólo actúa con la aprobación de los Estados Unidos es un punto de vista habitual en el Oriente Medio, que los israelíes dicen que están teniendo en cuenta ahora. Conversé con varios funcionarios israelíes que están debatiendo esta interrogante, entre otras: ¿Qué pasa si los servicios de inteligencia estadounidense se enteran de las intenciones israelíes unas horas antes del inicio programado de un ataque? ‘Es una pesadilla para nosotros’, me informó uno de estos funcionarios. Qué pasa si el Presidente Obama llama a Bibi y le dice: ‘sabemos lo que están haciendo. Paren eso inmediatamente’ ¿Acaso paramos? Pudiera ser que tengamos que parar. Se ha tomado la decisión de no mentirles a los estadounidenses sobre nuestros planes. No queremos informarles de antemano. Es por el propio bien de ellos y por nuestro bien. Entonces, ¿qué hacemos? Estas son las preguntas difíciles.”

“‘Muchos israelíes piensan que los iraníes están construyendo un Auschwitz. Tenemos que hacerles saber que hemos destruido ese Auschwitz, o tenemos que hacerles saber que lo intentamos, pero fracasamos’.”

“Por supuesto, hay dirigentes israelíes que piensan que un ataque contra Irán es demasiado arriesgado. […] ‘No queremos que los políticos nos coloquen en una posición difícil debido a la palabra Shoah’, dijo un general.”

“Después de haber observado, más de una decena de veces diferentes en más de una decena de oficinas diferentes, la fotografía de los aviones de la fuerza aérea israelí sobrevolando Auschwitz, fue que pude entender la contradicción que ello encerraba. Si los físicos judíos que crearon el arsenal nuclear israelí hubieran podido hacer un viaje en tiempo y espacio y enviar un escuadrón de cazabombarderos en 1942…”

“Benjamín Netanyahu considera, por razones de seguridad nacional, que si las sanciones fracasan, él se verá obligado a tomar medidas. Sin embargo, un ataque israelí contra las instalaciones nucleares iraníes —sea exitoso o no— puede hacer que Irán redoble sus esfuerzos —esta vez contando con la solidaridad internacional— para desarrollar un arsenal nuclear. Ello pudiera provocar también el caos para los Estados Unidos en el Oriente Medio. […] Peres considera el programa nuclear iraní como algo potencialmente catastrófico. […] Cuando le pregunté si él creía en la opción militar, me dijo: ‘¿Por qué yo debo declarar algo como eso?’.”

“Sobre la base de meses de entrevistas, he llegado a creer que la administración sabe que casi seguro que Israel pronto emprenderá acciones contra Irán si nada o nadie más detiene su programa nuclear […] A principios de este año, yo estaba de acuerdo con muchos israelíes, árabes —e iraníes— que creían que no había posibilidades de que Obama recurriera al uso de la fuerza para detener a Irán: aún no creo que haya muchas posibilidades de que él recurra a las acciones militares en el futuro inmediato; por una sola razón: el Pentágono se ha mostrado particularmente poco entusiasta en torno a esa idea. No obstante, es evidente que Obama está atrapado en medio de este problema. […] Denis McDonough, jefe del Estado Mayor del Consejo de Seguridad Nacional, me dijo: ‘lo que ves en Irán es el encuentro de una serie de prioridades importantes del presidente, quien ve una seria amenaza para el sistema de no proliferación a nivel mundial, una amenaza que puede conducir a otras actividades nucleares en una región tan volátil, y una amenaza para un amigo cercano de los Estados Unidos: Israel. Pienso que pueden verse varias corrientes que se están uniendo, lo cual responde a la interrogante de por qué esto es tan importante para nosotros’.”

“Cuando le pregunté a Peres lo que él pensaba sobre el esfuerzo de Netanyahu por presentar este caso ante la administración de Obama, Peres me respondió […] que su país sabe cuál es su lugar, y que eso dependía del presidente estadounidense y que sólo el presidente de los Estados Unidos podía decidir finalmente cómo salvaguardar mejor el futuro de Occidente. Toda esta historia tiene más relación con su mentor: David Ben-Gurion.

“‘Poco después que John F. Kennedy fue electo presidente, Ben-Gurion se reunió con él en el hotel Waldorf-Astoria’ en Nueva York, me contó Peres. ‘Después de la reunión, Kennedy acompañó a Ben-Gurion al elevador y le dijo: `Señor Primer Ministro, quiero decirle que resulté electo presidente gracias a su gente, por eso, ¿qué puedo hacer por usted a cambio?´ Ben-Gurion se insultó por la pregunta y le dijo: `lo que puede hacer es ser un gran presidente de los Estados Unidos. Usted debe entender que tener un gran presidente de los Estados Unidos es un gran suceso´’.”

“Peres continuó explicando lo que él veía como interés verdadero de Israel. ‘No queremos ganarle al presidente’, me dijo. ‘Queremos que el presidente gane’.”

“Jeffrey Goldberg”

“Jeffrey Mark Goldberg es un periodista norteamericano-israelí. Es uno de los autores y periodistas del staff de la revista The Atlantic. Trabajó previamente para la revista The New Yorker. Goldberg escribe principalmente sobre temas internacionales, con preferencia sobre el Medio Oriente y África. Algunos lo denominan como el más influyente periodista-blogguer en asuntos relacionados con Israel.”

Fuente: Juventud Rebelde
Difusión: soberanía popular

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